El pasado viernes por la noche, Armando Acosta se enteró de una amarga noticia: a uno de sus castillitos inflables que alquila no se lo habían devuelto. Y no se trataba de un olvido, si no que se lo robaron. Todo comenzó cuando el damnificado le arrendó el aparato a un hombre de apellido Marín cerca de las 18 de la tarde, por tres horas, a $800.

El supuesto ladrón se llevó el inflable en un remis debido a que Armando no tenía en qué transportarlo. "Justo se me había roto mi auto cuando pasó. Yo estaba buscando uno de mis castillitos en otro lugar, mientras mi hijo le recibía el pago a Marín", explicó el damnificado a Canal 13.

Tras pasar más de las horas pactadas, Armando fue a buscar al sospechoso a la casa de su madre, en el Barrio Ansilta, Rawson. "La madre me dijo que Marín ya no vivía ahí porque ya habían tenido problemas por su conducta delictiva", detalló Armando. Luego, el damnificado intentó realizar la denuncia en la Subcomisaría de Villa Hipódromo pero no se la quisieron tomar porque "no hay papeles que verifiquen el alquiler", según detalló.

Es por este motivo que Armando decidió escracharlo en las redes, en la espera de recibir algún tipo de ayuda. "Unos vecinos se contactaron conmigo para decirme que Marín está vendiendo mi castillito. Ya no sé que hacer, hace cinco años que me dedico a esto y alquilaba tres inflables", finalizó.