En vez de un cumpleaños este lunes hubo una marcha de pedido de justicia por la muerte de Julieta Tapia, quien hoy tendría 22 años. Es que Córdoba se vistió de luto al conocer que el pasado jueves una joven tomó la decisión de terminar con su vida. La directa vinculación con su muerte esta relacionada con los abusos que sufría desde los 4 años de edad.

Vecinos de la joven aseguraron que Juli no logró aguantar lo que le hacia vivir su progenitor. A su vez una de sus amigas detalló que desde hace dos años Julieta había comenzado a contarles todo, intentaron ayudarla pero la pandemia obligó a que se queda en casa y fue lo peor para su situación. 

El calvario de la joven empezó a sus 4 años y quien abusaba en reiteradas ocasiones era alguien que vivía bajo el mismo techo. Su padre era el responsable de la terrorífica vida de Julieta quien varias veces lo denunció pero en el Polo de la Mujer desestimaron su caso. Inclusive una de sus amiga indicó que su padre la medicaba y "llegó a internarla en un neuropsiquiátrico”, remarcó.

Julieta era dueña de una “sonrisa hermosa”, es el recuerdo que quedó en sus cercanos. “Ella estaba media limitada para salir. Hace unos años decidió contarnos algunas cosas aisladas pero fuertes. Ella sufría abusos y el padre la tenía dominada, la golpeaba”, explicó una de las chicas en la marcha que se desarrollo pidiendo justicia por su muerte.