Un milagroso accidente que podría haber tenido consecuencias trágicas terminó en un susto con latas retorcidas pero sin lesiones humanas de gravedad. Ocurrió este viernes por la tarde sobre Ruta 40 a la altura del Villicum, entre un Chevrolet Agile y una Toyota Hilux.

En el vehículo de menor porte viajaban Belén Coria, su hijo, una amiga y su hijo. Ellos circulaban en dirección a Jáchal.

En dirección opuesta circulaban un colectivo y dos camionetas, una de las cuales, una Ford Ranger, donde viajaba Miguel Martín, intentó sobrepasar el transporte de pasajeros y se encontró con el Agile de frente.

Ambos salieron a la banquina y evitaron la colisión frontal. Pero cuando el Chevrolet volvió al asfalto se encontró con la otra camioneta, una Hilux, en la que venían obreros mineros. La colisión pudo haber sido fatal. Pero terminó siendo menor.

Ninguno fue trasladado al hospital, aunque la ambulancia llegó hasta el lugar y los asistió allí.