Este lunes, la muerte de Martín Díaz, de 34 años, conmocionó a los sanjuaninos. El joven era intensamente buscado desde el domingo por la tarde y el final fue tráfigo. Pero este caso no es el único este año. Aquí, cuatro resonantes sucesos que comenzaron con esperanza y terminaron señados por la muerte.

ESPERANZA QUEBRADA EN IGLESIA

En junio de este año, la fuerza policial y los vecinos de Iglesia se abocaron por la búsqueda de Rubén Darío Quiroga. El hombre de 45 años había desaparecido el martes 26 de mayo. Su búsqueda se dio por la zona de Rodeo, donde había sido visto por última vez. También, en la ruta y en zonas del Gran San Juan, ya que allí vive su hija. El trágico hallazgo llegó casi un mes después, el 26 de junio. Fue luego de dar con algunas pistas que indicaban un brutal asesinato.

Finalmente, Quiroga fue encontrado en una fosa, en una vivienda de Rodeo. Sus restos estaban calcinados. Por el hecho detuvieron a dos personas: Glenda Aciar (23), con quién habría tenido un romance, y Luis Montaño (31), pareja de Aciar.

EL JUBILADO Y LA VIUDA NEGRA

El martes 16 de octubre, la Policía de San Juan emitió un comunicado para dar con el paradero de Luis Arenas, un jubilado de 77 años que se ausentó de su casa luego de ir a cobrar una pensión. La búsqueda se dio en Santa Lucía, Capital y Chimbas, de donde era oriunda una mujer con quien había sido visto por última vez.

Precisamente, en este departamento llegó la peor noticia: Arenas fue encontrado sin vida en un descampado el domingo 20 de septiembre. Su cuerpo estaba deteriorado y según las pesquisas, habría pasado más de 24 horas allí. Lo encontró una vecina que salió a pasear a su mascota. Por el hecho, se ordenó la detención de Irma Rosario Calivar, de 37 años.

ALCOHOL Y CRIMEN EN 9 DE JULIO

El miércoles 14 de octubre posterior fue visto por última vez Alejandro Rafael Guerra, de 31 años, quien desapareció luego de ir a una fiesta en la zona de Las Chacritas, en 9 de Julio. El joven padecía retraso madurativo y mantenía tratamiento psiquiátrico.

La búsqueda, con rastrillaje en los extensos campos de 9 de Julio incluido, llegó hasta el barrio Taranto. Allí, en una vivienda que, según los vecinos, funcionaba de 'aguantadero', encontraron a Guerra sin vida. Tenía cortes con arma blanca y heridas corto punzantes en la zona del cuello.

Tras el hecho, detuvieron a Tobías Zárate Quiroga, de 19 años, y a un menor de 17. Ambos, directamente vinculados con la muerte de Guerra. Según la investigación, habían compartido las últimas horas con el fallecido bebiendo alcohol, cuando se produjo el ataque. 

EL PEOR FINAL EN PUNTA NEGRA

Cuatro días más tarde, el sábado 24 de octubre, desapareció Eduardo Rivas, de 65 años. Se trataba de un experimentado montañista que navegó en Kayak hasta el pie del cerro La Sal, en inmediaciones del Dique Punta Negra. Dos personas lo acompañaban, pero de un momento a otro volvieron solas, solicitando ayuda porque no podían dar con Rivas.

La búsqueda fue intensa. Trabajaron efectivos de Náutica y de la fuerza G.E.R.A.S. Sin embargo, no pudieron dar con él sino hasta el domingo 25. Rivas había caído desde una pendiente que contaba con alrededor de 8 metros de altura. La dificultad era tal, que fue encontrado por avistamientos en helicóptero y debieron rescatar los restos en in intenso operativo.