De un violento robo a otra causa oculta. Ese fue el giro inesperado que dio la Policía, en la investigación del brutal ataque que padeció el joven remisero Marcelo Giménez el lunes 10 de febrero en inmediaciones del Barrio Justo P. Castro IV, en Caucete.

Marcelo sufrió fractura de cráneo y de maxilar, provocadas por la golpiza que le habrían propinado dos sujetos que se hicieron pasar por pasajeros y abordaron su vehículo. Uno lo hizo primero y el otro se sumó después a mitad de camino.

Le robaron el aparato de comunicación del vehículo, pero ninguna otra pertenencia. No tocaron su billetera, ni su teléfono celular, con el cual Marcelo pudo pedir auxilio llamando a su hermano.

A los policías les llamó la atención que los supuestos ladrones no hayan atinado a robar también el dinero en efectivo que pudiera cargar encima el trabajador del volante, como su teléfono personal. Este cabo suelto, les hace sospechar que la sustracción del equipo de comunicación del remís haya sido en realidad una pantalla, para enmascarar alguna otra motivación.

Diario de Cuyo publicó esta versión este sábado, agregando que no se descartaría el llamado "móvil pasional", aunque sin dar mayores detalles acerca de la historia subyacente a esta golpiza salvaje.

En el transcurso de la semana, los uniformados lograron detener a un sospechoso por el delito cometido, pero no se descarta que puedan sumar otro u otros, en función de la marcha de la investigación.