Momentos de tristeza, bronca y desconcierto está viviendo una joven pareja sanjuanina por dos hechos de inseguridad vinculados. Por un lado, este viernes en la mañana les robaron su moto, y por el otro, horas más tardes empezaron a llamarlos para extorsionarlos con la supuesta devolución del vehículo a cambio de una suma de dinero, o de lo contrario la desarmarían, según relataron a Diario 13.

La pesadilla de la pareja comenzó este 21 de julio aproximadamente a las 8:30. Según lo detallado a este medio, el joven cadete de farmacia salió de su departamento ubicado en el Barrio Del Bono Green, en Rivadavia, y cuando llegó al espacio de la cochera donde había estacionado su moto, ya no estaba.

Se trata de una moto marca Keller de 110 cc que el joven utilizaba para trabajar.  El rodado estaba estacionado en la cochera del complejo de ocho departamentos ubicado dentro del barrio, por lo que los delincuentes que actuaron en el robo forzaron el portón eléctrico rompiendo una de las hojas y arrastrando el vehículo hasta sacarla a la calle, no sin antes pasar entre los autos estacionados en el lugar, e incluso dañando a uno de estos por las maniobras de arrastre.

La pareja contó que el robo habría ocurrido entre las 7 y las 8 y media de este viernes. Un vecino les aseguró que cuando él salió, como a las 7, vio la moto en el lugar de siempre. Sin embargo, cuando el cadete salió de su casa rumbo al trabajo se topó con la ingrata sorpresa de que su elemento de trabajo no estaba.

Video exclusivo: así extorsionan a una pareja para recuperar su moto

La novia del joven damnificado contó que la moto es modelo 2021, la compraron de contado, y que, por culpa de este robo, este viernes su novio no pudo salir a trabajar. La pareja radicó la denuncia en la Comisaría 13ra, y a los minutos efectivos llegaron al complejo para hacer los rastrillajes correspondientes, asegurándoles que desde ese momento empezaron a buscar a los ladrones, para recuperar la moto.

La Policía está revisando las cámaras de seguridad privadas de un vecino del complejo, mientras busca la moto y a los responsables de este robo.

Sin embargo, el calvario de esta pareja no terminó ahí. Horas más tarde del robo, en la siesta, empezaron a recibir llamados telefónicos siempre de números privados. La voz masculina que los llamaba, que no era siempre la misma, les aseguraba que tenía la moto en su poder, y que si querían recuperarla tenían que pagarles una suma de dinero.

 Los extorsionadores/estafadores les afirmaban que trabajaban en un desarmadero, y que, si no cerraban un trato por el vehículo, lo desarmarían. Como la primera vez que atendieron este número privado, el extorsionador les pidió 40 mil pesos a través de una transferencia, y otros 40 mil en efectivo, y ellos por miedo y desconcierto a que fuera una estafa o que estuviera en riesgo su integridad física, no llegaron a ningún cierre.

Minutos después volvieron a llamarlos de un número privado, pero esta vez el monto era de 30 mil pesos a cambio de la devolución de la moto. La pareja mantuvo su postura, y hubo un tercer llamado en el que el monto era 20 mil pesos, pero tampoco accedieron a las exigencias del sujeto.

En horas de la siesta, Diario 13 se comunicó con la novia del damnificado, quien estaba contando como se dio el robo y que los estaban extorsionando. En ese momento, al número del novio les llamaron por cuarta vez para pedirles dinero. Ocasión que fue registrada por este medio en una grabación de llamada telefónica.

La conversación extorsiva se basó en el sujeto presentándose como el dueño del desarmadero, que le pedía dinero a cambio de devolverles su moto, pero con la condición de que la negociación y entrega se terminara en un lugar.

La pareja desconcertada por las exigencias del delincuente le ofreció pagarle 10 mil pesos para recuperar su vehículo y que la transacción se complete en las instalaciones del Supermercado Wallmart.

El extorsionador parecía que estaba accediendo, pero exigía ‘que le dieran una seguridad a dos cuadras del punto de encuentro pactado’. A su vez, la pareja le pedía que le diera detalles del vehículo para poder certificar que verdaderamente la tenían en su poder, pero el individuo les daba vueltas, hasta que en un momento les tiró que la patente era: A054.

Los damnificados se dieron cuenta de que se trataba de una estafa y se lo hicieron saber en medio de la llamada. Y fue entonces que el individuo los amenazó con desarmar la moto si lo hacían perder el tiempo.

Finalmente, la pareja cortó la llamada sin transferirle un peso a esta persona. Luego, contaron que en ningún momento tuvieron la intención de darles dinero a las personas que los llamaban, y que la Policía les pedía que no lo hicieran, porque no podían saber si se trataba de una banda que tenía ese modus operandi, o de un simple robo.

Luego de esta llamada que registro Diario 13, a la pareja los llamaron una quinta vez. En esta oportunidad, los damnificados les aseguraron que la Policía ya estaba bajo el rastro de una moto, y que creían que podía ser la que les habían robado, por lo que les cortaron.

La pareja cree que las llamadas extorsivas no tuvieron nada que ver con el robo, sino que fueron realizadas por personas que se aprovecharon de su situación, dado que en redes sociales publicaron sus números telefónicos por si alguien sabe o tiene algún dato sobre el rodado, que es el elemento de trabajo del cadete de farmacia.