La diputada nacional por Mendoza, Lourdes Arrieta, que es de origen sanjuanina, quedó en una situación muy complicada en el bloque de La Libertad Avanza. La reunión de bloque del último miércoles terminó en un escándalo en el que debió intervenir la seguridad de la Cámara de Diputados de la Nación luego de los gritos, acusaciones cruzadas y hasta denuncia por violencia de género.

Según publica el diario Los Andes, que pudo reconstruir su periodista, el clima de la reunión se hizo irrespirable cuando empezaron los reproches de los compañeros de banca de Arrieta, por la denuncia que hizo contra ellos luego de la polémica visita a represores en Ezeiza.

Sus dichos, apuntándole al presidente de la Cámara Baja, Martín Menem colmaron la paciencia. Ella reaccionó cuando le dijeron que era funcional al kirchnerismo. Quiso responder, le negaron el micrófono, ardió Troya y habría radicado una denuncia.

Todo comenzó luego de la sesión en la que la oposición logró bochar el DNU que asignaba fondos millonarios a la SIDE. Ya había generado malestar la presencia de la mendocina dando quórum en la sesión que el oficialismo quería vaciar. Hubo versiones encontradas sobre si dio o no quórum. En las redes sociales, mostró un video desde la banca, identificada en el sistema.

Arrieta, que participó de la visita a represores, dijo haber sido engañada y sostuvo ese relato desde mediados de julio hasta estos días.

Tras la escalada de tensión dentro del sector libertario, los cuestionamientos a Martín Menem, el presidente de la Cámara de Diputados, la ubicaron en el centro de las críticas. Hace días, en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, se despachó diciendo que quien debía dar explicaciones era el propio Menem.

Esos pases de factura fueron parte de la reunión. El que primero arrancó con los reproches fue Beltrán Benedict, el diputado que organizó la visita al penal. Después, fue Nicolás Mayoraz el que se refirió con términos más duros hacia la mendocina por adopción. ‘Empezó a increpar con nombre y apellido a Arrieta al decirle que era una mentirosa y que lo que había hecho era una locura’, precisó ante la prensa Rocío Bonacci, la legisladora libertaria que también dijo que fue a Ezeiza engañada.

‘Comenzó a señalarla con el dedo y la acusó de operadora y de querer tirar abajo el gobierno del presidente Javier Milei’, completó.

Cara a cara con Menem

En medio del escándalo, quien se llevó parte de los insultos de Arrieta fue el propio Martín Menem. ‘Le dijo que era un mentiroso, un cagón, que le hizo una cama, que no tenía huevos. Livianito. Y él se la comió como un caballero’, comentó otra fuente a Los Andes. Fue el titular de la Cámara Baja quien llamó a seguridad para evitar hechos más bochornosos.

Al escuchar los gritos, un asesor se entrometió en el cónclave porque una de las diputadas está embarazada. Cuando se abrió la puerta, varios vieron el cuadro dramático que tenía a Arrieta como protagonista. Advirtieron la presencia del abogado Yamil Castro Bianchi, el letrado que patrocinó a la diputada nacional con la denuncia contra sus compañeros.

‘Ella salió muy triste, llorando, entre enojada y angustiada. No estaba bien’, contó una fuente partidaria al medio mendocino sobre los últimos minutos de Arrieta en la reunión. La situación llegó a tal magnitud que la diputada Lorena Villaverde (Río Negro) pidió la expulsión de su compañera de banca.

El martes de la semana próxima habrá nueva reunión de bloque y sería el momento para avanzar, o no, con la expulsión. En estos días podría calmarse el tema y que todo termine en la nada, como los últimos escandaletes libertarios.

Fuente: Los Andes