El pasado viernes la el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz condenó a 10 años de cárcel a la expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez, por el Golpe de Estado que culminó con la salida de Evo Morales el país en 2019, en el que murieron 39 personas. El mismo contó con la supervisión de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos).

El politólogo Sergio Guzmán, explicó que se trata de uno de los tres juicos a los que será sometida Añez, por hechos cometidos previos a la disrupción del orden democrático, cuando era senadora. “En Bolivia hubo un golpe de Estado y una alteración institucional, de acuerdo con los manuales más elementales de la sociología”, expresó el especialista.  

“El titular el Ejecutivo perdió el control de las fuerzas de seguridad y el control territorial del espacio que gobernaba”, agrego, y diferencio los golpes de Estado que fueron comunes en los años 70’ en el continente de los que han sucedido en los últimos años, a los que se denomina como ‘golpes blandos’.

“Ya no son como los de antes con acciones disruptivas sobre edificios públicos con la tropa militar. Los golpes no solo involucran a fuerzas civiles, sino a grupos externos, poderes de presión y fuerza internas como el poder económico y corporativo. Esto es los que sucedió en otros países y está sucediendo en Perú”, informó. 

En cuanto a las responsabilidades, la Argentina podría tener algún implicado, “la Justicia de aquel país tiene toda la potestad para citar en calidad de imputado, se vio involucrada la ex ministra de seguridad Patricia Bulrich, hoy con aspiraciones a candidaturas presidenciales”, finalizó.