¿Así que no siempre es cuestión de ganar?
Valga la obviedad, un punto más a favor es un punto menos en contra. Cada voto cuenta a la hora del tanteador final. La premisa aplica a oficialismo y oposición. Pero en Capital no es opción.
Para el oficialismo no todo es cuestión de ganar. También sirve achicar los márgenes de la derrota. Valga la obviedad, un punto más a favor es un punto menos en contra. Cada voto cuenta a la hora del tanteador final. La premisa también aplica a la oposición, por supuesto. Esta es aparentemente la línea de largada de las estrategias para encarar el 2023 que está cada vez más cerca
El análisis está presente cada vez con mayor intensidad en las mesas chicas y no tan chicas en cada uno de los departamentos, a pesar de la incertidumbre sobre las reglas del juego para el año próximo. El sistema electoral quedó en manos de la Corte de Justicia, que podría dilatar largamente la resolución o no. Y siempre quedará abierta la posibilidad de involucrar a la Corte Suprema de Nación.
Hasta tanto quede cerrada la cuestión judicial, el régimen para definir candidaturas estará sujeto a especulaciones. Eso no implica que haya calma. Por lo bajo, los movimientos están sucediendo. Sea como fuere, todos los que tienen aspiraciones saben que la hora de instalarse o mejorar su posicionamiento ha llegado. Esperar hasta el 2023 para actuar implicaría entregarse anticipadamente.
Por eso están multiplicándose los 'espacios' y las 'unidades básicas' por todo el mapa provincial. Por eso los dirigentes departamentales están patrocinando publicaciones en sus redes sociales, engordando su nómina de seguidores. Es apenas el reflejo virtual del recalentamiento territorial. Que no haya reglas de juego es un inconveniente. Pero no es un obstáculo. Señoras y señores, la campaña empezó.
Visto desde Casa de Gobierno, es un escenario deseado. Hubo visto bueno, un banderazo de largada para activar la militancia. Se definió respetar a los intendentes propios como líderes en sus distritos, pero también se habilitó a otros dirigentes para que salgan a caminar. Después de 20 años en el poder, quienes lideran el justicialismo han diagnosticado que se viene una elección muy esforzada.
Sergio Uñac sigue siendo el más competitivo en términos de imagen personal y de gestión. Aún así, necesitará la sumatoria piramidal desde los municipios. Si en años anteriores hubo intendentes que contaron con el efecto arrastre del gobernador, el planteo en 2023 será diferente. Habrá que invertir las cargas. Tributar hacia arriba.
Cada departamento cuenta, pero por una cuestión numérica, siempre la mayor atención estará focalizada en el Gran San Juan. Es aquí donde Juntos por el Cambio solidificó el eje Este-Oeste. Primero convirtió a Santa Lucía en un bastión de Marcelo Orrego. Luego contagió a Rivadavia. Ese puente tendido sobre Capital amenaza constantemente al justicialismo, que viene gobernando el distrito desde 2007.
Santa Lucía es posiblemente uno de los municipios más complejos para el PJ y aliados, porque el actual intendente Juan José Orrego está habilitado para ir por la reelección. Hay varias figuras del justicialismo e incluso alguna del bloquismo con expectativas, pero ninguna por el momento le hace sombra al jefe comunal. Vale más que nunca la consigna estratégica trazada desde el inicio: no siempre se trata de ganar, alcanza con achicar los márgenes de la derrota. Por supuesto no es algo que pudieran salir a decir hacia afuera. Sería indebido, políticamente incorrecto.
En cambio en Rivadavia el Frente de Todos mantiene cierta expectativa, sobre todo si se impusiera la Ley de Lemas, en cuyo caso habría sumatoria entre candidatos del espacio. A diferencia de Santa Lucía, Fabián Martín no podrá ir por otro mandato. Cualquier dirigente que bendiga como heredero tendrá que trabajar bastante para captar el voto del cacique del Oeste. Se sabe que no hay transferencias automáticas.
El entusiasmo del Frente de Todos en Rivadavia se tradujo en una intensa actividad partidaria peronista. El secretario de Estado de Ambiente, Francisco Guevara, lanzó su espacio 'Confiar' con la venia de Casa de Gobierno, mientras siguen trabajando por su cuenta otros históricos como Ruperto Godoy, Marcelo Delgado y Raúl Alonso, los concejales encabezados por Leonardo Lorenzo y el bloquismo. Luis Rueda ya ha sido medido en encuestas en la zona, por las dudas. Esta nómina no es exhaustiva. Omite, por ejemplo, la construcción que está haciendo el giojismo, con Facundo Perrone a la cabeza.
La bajada de línea desde Casa de Gobierno es clara: que cada uno haga lo que tenga que hacer y luego se verá cómo están los números. Tan simple como eso.
En el medio de Santa Lucía y Rivadavia, Capital. El intendente Emilio Baistrocchi ha repuntado en mediciones recientes, según dijo una fuente interna del municipio. Su imagen de gestión fundamentalmente creció a partir de fuerte desembolso de fondos en obra pública y en servicios. Hay un moderado optimismo en el palacio de calle Caseros. Era lo que venía pidiendo el jefe comunal desde comienzos de año: que le permitieran gobernar sin la presión de las urnas permanente.
El 2021 fue traumático para todo el arco del Frente de Todos en la Ciudad de San Juan, porque los candidatos a diputados nacionales quedaron 28 puntos por debajo de Juntos por el Cambio en esa jurisdicción. No faltaron los señalamientos, las acusaciones, la mayoría en voz baja y off the record.
Pero sobre Baistrocchi también pesa otro antecedente delicado. En 2019 cuando la gestión de Franco Aranda había caído en las encuestas, Casa de Gobierno activó al entonces ministro y lo sacó a la cancha. El resto es historia conocida. La disputa peronista monopolizó el interés y el opositor Rodolfo Colombo nuevamente quedó opacado, desplazado a un segundo plano.
Si el esquema funcionó en 2019, ¿por qué no pensar en una receta similar para 2023? Apareció en escena Carlos Lorenzo, actual asesor Letrado de Gobierno. Está trabajando políticamente en Capital por ahora sin ponerle título a sus ambiciones. Desembarcó con el beneplácito de Paula y Libertador y antes de dar el primer paso se sentó en el despacho de Baistrocchi para blanquear sus intenciones. Fue un encuentro cordial pero el intendente le cerró la puerta a un futuro acuerdo. Si van a competir, será cada uno por su andarivel.
Pero todo esto es uñaquismo. Por afuera estará el giojismo, que promete competir en cada departamento. Y ahora también el Frente Renovador de Aranda, de la mano de la bloquista Graciela Caselles. Y alguna otra expresión progresista como el Frente Grande. Será interesante observar cómo equilibra las ambiciones el gobernador Uñac, el gran decisor.
No siempre es cuestión de ganar, pero es evidente que en Capital la derrota no es opción.
JAQUE MATE