¿Sin Gioja no se puede?
Este sábado el diputado encabezará una manifestación en apoyo a Cristina, entendiendo que ella es víctima de una persecución judicial. El episodio podría quedar ahí nomás, si no se tratara del exgobernador.
Este sábado el diputado nacional José Luis Gioja encabezará una manifestación en la Plaza 25 de Mayo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, entendiendo que la vicepresidenta es víctima de una persecución judicial. El episodio podría quedar ahí nomás, si no se tratara de un movimiento del exgobernador. Nunca una jugada suya fue inocente o despojada de política. Hay toda una arquitectura detrás.
Gioja y el movimiento Lealtad Justicialista que conformó para enfrentar internamente a Sergio Uñac han levantado las banderas de Cristina desde hace tiempo. Incluso la expresidenta se involucró en la primaria de Rawson, cuando mandó un mensaje para la militancia en un acto de campaña de Rubén García en 2019.
El exgobernador, que transitó sus tres mandatos desde 2003 a 2015 de la mano de Néstor primero y Cristina después, tuvo momentos de mayor cercanía y otros de mayor tensión con la Casa Rosada. La filtración de conversaciones telefónicas grabadas entre la expresidenta y Oscar Parrilli probaron que las relaciones no siempre fueron color de rosa. ¡Cómo olvidar cuando mandó a los gobernadores a 'suturarse'!
Pero eso es anecdótico a esta altura. Simplemente sirve para contextualizar de dónde viene esta historia. Gioja tuvo choques con Cristina cuando ella era integrante del bloque de senadores del PJ y el sanjuanino, en coordinación con otros compañeros, la terminó expulsando de la bancada por haberse desalineado. También es historia antigüa, pero cuenta para entender el devenir de la política.
En 2016, cuando apenas comenzaba la presidencia de Mauricio Macri, Gioja midió escenarios y concluyó que en frente de Cambiemos siempre iba a estar Cristina. Mientras algunos dirigentes del justicialismo orgánico la daban por extinta e incluso algunos gobernadores se habían montado en la ola del post-kirchnerismo, Gioja entendió que iba a llegar necesariamente la reconciliación.
Lo sintetizó en aquella expresión de construir la 'unidad hasta que duela'. Estando Gioja en la presidencia del PJ, Cristina regresó a la sede histórica de Calle Matheu y pocos días después presentó a Alberto Fernández como su candidato a presidente. Los gobernadores tuvieron que adherir en cascada. No quedaba otra alternativa. La fórmula fue exitosa y la victoria llegó de manera categórica.
'Con Cristina sola no alcanza, sin Cristina no se puede', concluyeron en aquel entonces los estrategas en las mesas de café. Estaba a la vista. En esa lógica también se incorporó a Sergio Massa, porque ganar de manera contundente en Provincia de Buenos Aires demandaba gestos de mucha generosidad política y varios litros de lavandina para limpiar lo dicho en el pasado reciente. Las tres P: puro pragmatismo peronista.
Lo nacional hoy pende de un hilo. Pero ese análisis se puede hacer transitoriamente a un costado, para bajar a la provincia, para comprender este movimiento de Gioja en la víspera de 2023. El exgobernador saldrá a la calle este sábado para denunciar lawfare, para defender a Cristina desde San Juan cuando parece arrinconada por la causa de vialidad, la de Lázaro Báez.
Gioja caminará con sus militantes en los alrededores de la Catedral, seguramente tomarán fotos y las subirán a redes sociales. Será una manera de apropiarse de la letra K. A lo Gioja, sin romper con Alberto ni con Massa, enviará un mensaje hasta el Instituto Patria. Si en este momento crítico para la vicepresidenta él la respalda, podría inferirse que esperaría algún gesto de reciprocidad. Es decir, que ella sea agradecida. Que apoye al giojismo como ya lo hizo en 2019 en la campaña de Rubén García.
Son semanas cruciales para el giojismo en la provincia, porque se están sentando las bases del 2023. Está pendiente la resolución del sistema electoral. Si la Justicia termina de voltear las PASO, habría un principio de acuerdo para avanzar con una ley de lemas acomodada a los tiempos que corren. El giojismo le pide a Uñac que abra la competencia en todas las categorías, desde la candidatura a gobernador para abajo. Pero hay un escollo fundamental.
Gioja no admite que Uñac pueda presentarse a otro mandato. Sostiene la interpretación constitucional que le cuenta como primer periodo aquel que compartieron desde 2011 a 2015, cuando Uñac fue vicegobernador, porque la fórmula es indivisible. Más allá de las sutilezas jurídicas, hay una cuestión política. Se está jugando la continuidad del uñaquismo en el poder.
Eso es lo que interpretan en el giojismo. En Casa de Gobierno consideran que no es la continuidad del uñaquismo lo que está en juego, sino la continuidad del justicialismo después de 20 años ininterrumpidos. Advierten que si Gioja sigue tensando la cuerda, podrían implosionar y sufrir un duro revés el año que viene frente a Juntos por el Cambio.
En la guerra intestina del peronismo, Gioja sale a identificarse con Cristina. No porque sean un espejo el uno de la otra con respecto a lo ideológico, precisamente. En todo caso, Gioja está mostrando que tiene su cuota dentro del PJ, que puede ser minoritaria pero aún así resulta decisiva. Sería tanto como aplicar aquí, en San Juan, aquella máxima que se supo instalar en lo nacional: 'Con Cristina sola no alcanza, sin Cristina no se puede' o, en versión local, 'con Gioja solo no alcanza, sin Gioja no se puede'.
Nunca en política las cosas fueron tan lineales. Lo único cierto es que, tratándose de Gioja, cada gesto cuenta. Cada movimiento importa. El 2023 está en construcción.
JAQUE MATE