Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


Sorprendió y no tanto, la enorme presencia de periodistas, camarógrafos y productores de los medios de comunicación más importantes de alcance nacional, ayer en el domingo de elecciones de San Juan. Sorprendió porque pocas veces ocurre, porque la provincia queda muy lejos de la Avenida General Paz. Todavía este recóndito rincón de la geografía nacional se presenta misterioso visto desde el puerto, como un lugar que queda cerca de Mendoza y donde se toma vino, donde está la Casa de Sarmiento y algo más. Poco más.

También sorprendió el entusiasmo porteño con las elecciones sanjuaninas porque hubo comicios simultáneos en Corrientes y en Misiones. Pero no, la mirada de Buenos Aires, allí donde atiende Dios, estuvo puesta con esmero en este terreno montañoso, alguna vez fue definido como "provincia inviable", por un ex ministro de Economía, tal cual recordó Sergio Uñac en su último discurso de la jornada, en la sede del PJ.

Dadas así las cosas, el Gobierno de la Provincia ofreció un dedicado dispositivo para atender a la prensa nacional, no tanto por protocolo o simple cortesía con los visitantes, sino porque claramente la elección sanjuanina cruzó los límites de la localía y adquirió una dimensión innegable, inocultable y de alcance todavía difícil de medir con exactitud.

Desde ese lugar y plena consciencia de saberse mirado, el gobernador Uñac pronunció su tradicional discurso antigrieta, agradeciendo el mensaje que le envió el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero fundamentalmente llamando a bajar las tensiones internas en el arco justicialista, donde todavía quedan algunos dirigentes aislados que rechazan compartir nada, si esa nada se escribe con K.

Paradójicamente, la moraleja antigrieta de San Juan llevó implícito también el mensaje de la polarización, porque entre Uñac y Marcelo Orrego -el candidato macrista que no fue macrista pero podría llegar a serlo en breve, otra vez- se llevaron el 90% del electorado. Va de nuevo: el votante que quiso encontrar una tercera alternativa, una ancha avenida del medio y todo otro artilugio discursivo de moda, quedó reducido a un puñado de puntitos para el malón de dirigentes que esquivaron el acuerdo con las dos primeras fuerzas.

Uñac dijo en su discurso partidario que es posible dialogar, escuchar y después de eso acordar. La presencia de José Luis Gioja sobre el escenario, como orador invitado, acreditó esta lógica de acuerdo más allá de los matices que -se sabe- diferencian a uno de otro. Con la espalda ancha por los 55 puntos obtenidos, Uñac volvió a la carga contra la especulación financiera y alentó desde San Juan a construir una alternativa al macrismo que sea lo suficientemente inclusiva como para replicar a nivel nacional el Frente Todos que aquí cobijó al kirchnerismo a la par de una docena de otros movimientos y partidos.

Con la espalda ancha, Uñac regresa a Buenos Aires este lunes post-electoral a pedir los pagos atrasados a Nación. Con la espalda ancha, también toma el teléfono para pedir racionalidad a los "anti", como Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey.

Finalmente, el resultado sanjuanino anticipa la discusión local también para las listas de diputados nacionales y la conformación de frentes, que deberá resolverse en tan solo nueve días. ¿Tiene margen la oposición para darle la espalda a Orrego? Difícilmente. ¿Y tiene margen el macrismo para dejar ir a Orrego con otra expresión nacional? Habrá que verlo.

JAQUE MATE