'No puedo negar esta realidad', dijo Sergio Uñac este miércoles en rueda de prensa, consultado sobre la demora de fondos nacionales. Hasta ahora no había hablado en público sobre esa amarga situación. Pero puede convertirse en una bola de nieve. Ajuste con campaña electoral nunca se llevaron bien. Entonces, que le quepa el apercibimiento a quien corresponda. A la Casa Rosada, en este caso.

Las partidas demoradas corresponden a obras de agua potable y saneamiento. Pero también a viviendas, en menor medida. Fue paradójico que Uñac tuviera que blanquear la morosidad de Nación justo cuando entregaba un barrio de 72 casas en Villa Santa Rosa, departamento 25 de Mayo.

Pocas cosas están por encima de la casa propia. Para la familia adjudicataria el día quedará grabado eternamente. También su gratitud con el gobernante de turno. Por eso en los últimos 20 años hubo una notable afectación presupuestaria a la construcción de viviendas. Actualmente son más de 5.000 las que están en ejecución, no sin dificultades.

El martes, un día antes de la declaración de Uñac, habló en Banda Ancha el presidente de la Cámara de la Construcción de San Juan, Julián Rins. Pintó un panorama muy sombrío.

El empresario valoró que la provincia implementara un sistema propio de actualización de contratos de obra pública atado a la inflación, mucho más ágil que la redeterminación de precios ordinaria. Todo lo que alguna vez sirvió en materia administrativa quedó obsoleto frente a la inflación galopante.

Entonces sí, fue oportuna la medida de la provincia que se terminó materializando con una ley de la Cámara de Diputados a fines del año pasado. Sin embargo, poner en marcha el aparato burocrático demanda un tiempo que estaba fuera de cálculo. ¿Por qué? Porque hay que activarlo por primera vez en la historia. Nunca antes hubo que diseñar un ajuste por inflación así de extraordinario.

Esta semana los empresarios esperaban todavía que se pagaran las diferencias de noviembre. A eso se agrega la demora de las transferencias nacionales, que reconoció el propio Uñac esta semana. Y todo llega enmarcado por una inflación que, en el caso de la construcción, hace rato superó los tres dígitos.

Según Rins, las empresas están paliando la situación con recursos propios para evitar despidos. Aseguró que el ritmo de la obra pública no se ha resentido, aunque para ello han cubierto la diferencia de costos con capital de trabajo y, fundamentalmente, con endeudamiento. Está claro que estas estrategias son muy transitorias. No se pueden extender indefinidamente.
 
Uñac estuvo días atrás en Buenos Aires. Poco trascendió de su agenda, aunque un alto funcionario muy cercano al gobernador confesó que las gestiones se vuelven estériles. 'No hay un peso', fueron las palabras textuales de esta fuente.

El gobernador fue diplomático pero frontal este miércoles al decir que está trabajando con los ministros nacionales para intentar acortar las brechas entre lo que ya está certificado y los desembolsos que no llegan.

Admitió que el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, más conocido como ENHOSA, tiene una deuda importante con San Juan. En viviendas también hay un atraso que Uñac consideró todavía pequeño, aunque no por ello deja de ser preocupante. Por ahora la provincia está haciéndose cargo con fondos propios, a cuenta de futuras partidas.

El gobernador no convirtió esta rueda de prensa en una declaración de guerra ni mucho menos. Por el contrario, suavizó el reclamo al reconocer que el gobierno nacional 'tiene la voluntad de cumplir'.

Ahí tal vez radique el mayor problema. No todo se resuelve con voluntad. Hace falta caja. Y el compromiso de Argentina con el Fondo Monetario Internacional impone fortísimas restricciones al gasto.

El lunes 30 de enero pasado, Página 12 reveló el fuerte ajuste aplicado a lo largo de 2022. No fue Clarín, ni La Nación, ni Infobae, sino un diario que tiene una amplia coincidencia ideológica con el gobierno de Alberto Fernández. Los datos publicados resultaron tan inquietantes como contundentes.

Campaña con vacas flacas
La nota de Página 12 publicada el lunes 30 de enero de 2023

A lo largo de 2022 la inversión pública ejecutada cayó el 38,3 por ciento. Los recortes se sintieron hasta en el Plan Procrear. La tijera pasó por gastos de capital en todas las áreas para cumplir con el FMI, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Adquieren mayor sentido las declaraciones de Uñac el pasado lunes, al ingresar a la Legislatura para brindar su mensaje anual. Todavía parado sobre calle Las Heras el gobernador dijo con certeza: 'ninguna obra pública se ha parado'. Sin la información de contexto esta afirmación podría sonar rutinaria. Nada más lejos. Sostener el ritmo es una proeza.

De todas las obras, la represa Tambolar ostenta un sitio diferencial. Hoy ocupada 1100 trabajadores de manera directa y habría que multiplicar ese número por 3 para proyectar el empleo indirecto que genera, a través de la demanda de servicios varios como transporte y comida.

La obra pública siempre fue uno de los motores del modelo económico desde Néstor Kirchner hasta la actualidad. Es uno de los pilares del modelo neokeynesiano, embanderado por el propio presidente patagónico al comienzo de la gestión. Permite inyectar fondos en la economía doméstica con derrame inmediato.

Tener estas restricciones en tiempo de campaña electoral es, cuanto menos, inconveniente para los oficialismos. Pero son tiempos de vacas flacas. Como escribió Antonio Machado y popularizó Joan Manuel Serrat: 'Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio'.


JAQUE MATE