Tuvieron razón quienes anticipaban conclusiones en la víspera de este superdomingo electoral: el peronismo se encaminaba a ganar en las provincias argentinas que estaban convocadas para ir a las urnas. Sucedió en Salta, en La Pampa y en Tierra del Fuego. Pero la Corte Suprema de Justicia de la Nación detuvo el comicio en San Juan y en Tucumán. Aquí al menos se pudo testear la voluntad popular con una votación rarísima. Un Frankenstein sin cabeza, citando al politólogo Álvaro Olmedo.

Hubo una categórica manifestación de volutad popular a pesar de la curiosidad: se votó diputados proporcionales y departamentales, más intendentes y concejales, omitiendo la categoría de gobernador y vice debido a la controversia por la candidatura de Sergio Uñac que está en estudio en el máximo tribunal de la Nación. A pesar de ello, el nombre y el rostro de los líderes de cada subagrupación estuvieron en las boletas porque ya habían sido oficializadas, impresas y distribuidas de esa manera. Fue una elección virtual que también los incluyó.

Y esa fue la lectura que propuso este domingo pasadas las 22 el propio Uñac en la sala Carlos Mendoza de Casa de Gobierno. Sonriente, junto a su compañero de fórmula, Cristian Andino, consideró que hubieran ganado el comicio si la Corte Suprema no hubiera interferido. Exhibió la letra impresa del artículo 175 de la Constitución Provincial antes y después de la enmienda de 2011 y volvió a defender su postulación. Ratificó que no declinará sus aspiraciones, a pesar de que otra vez hubo versiones en contrario.

Uñac incluso retomó el hilo que anticipó el Fiscal de Estado, Jorge Alvo, el viernes pasado en Banda Ancha. Apuntará a la vulneración de su derecho a la defensa, porque como ciudadano nunca pudo ni podría ser parte del conflicto. La oposición demandó directamente a la Provincia de San Juan para que la controversia pudiera ser competencia originaria de la Corte Suprema. Pero individualmente el gobernador nunca pudo ser siquiera notificado. Si este pataleo le alcanzará para torcer el rumbo del proceso judicial, por ahora es un misterio.

Lo cierto es que Uñac pudo exhibir una victoria. Sus boletas azules se impusieron en 14 de los 19 departamentos de la provincia, a pesar del batacazo de Marcelo Orrego en Capital con Susana Laciar. El giojismo solo logró imponerse en Chimbas con Daniela Rodríguez, gracias a su alianza con Fabián Gramajo. El espacio 'San Juan Vuelve' perdió en Rawson, otrora bastión blindado e impenetrable.

La preponderancia de cada intendente -como la de Gramajo en Chimbas- fue el argumento de José Luis Gioja para bajarle el precio al festejo uñaquista. Dijo que la victoria del peronismo se construyó entre las dos subagrupaciones, no solo 'Vamos San Juan' sino también 'San Juan Vuelve'. Y en segundo lugar advirtió que los nuevos intendentes electos se lograron imponer por sus realidades locales. Que para nada anticipan el voto ciudadano para la categoría de gobernador y vice.

Gioja dijo a viva voz en conferencia de prensa en su búnker que muchos intendentes le habían pedido votos en la víspera para ofrecerlos cortados porque Uñac los tiraba para abajo. Por supuesto, si hubiera sucedido, nadie lo reconocería a esta altura de los acontecimientos. 

Como dijo el General, la única verdad es la realidad. El uñaquismo arrasó el mapa provincial. Si la Corte Suprema terminó haciéndole un favor al gobernador y lo potenció electoralmente, a esta altura es solo un ensayo teórico. Inútil. Imposible demostrar.

Vencedores vencidos, como cantaban Los Redondos. Uñac dijo este domingo por la noche que el fallo cautelar de la Corte Suprema perjudicó a todos los sanjuaninos y las sanjuaninas pero a él en particular. Le quitó la chance de ponerle punto final al capítulo electoral este mismo 14 de mayo. Lo privó de irse a dormir con la certeza de la re-reelección.

Gioja rechazó esta lectura y la tildó de 'soberbia', poniendo el acento en el carácter municipal del comicio. Sin embargo, se votó también la lista sábana de diputados proporcionales. Esa sección obedece directamente a los candidatos a gobernador. ¿De verdad el ciudadano metió en el sobre esa boleta sin considerar siquiera que estaba apoyando a Uñac? Seguirá siendo otra pregunta de respuesta abierta. Habrá conjeturas para todos los gustos. Y para todas las conveniencias.

A pesar del carácter extraordinario de este comicio por el regreso de la Ley de Lemas y la cautelar de la Corte Suprema, fue contundente la respuesta de los sanjuaninos y las sanjuaninas: hubo un nivel de asistencia a las urnas superior al 70 por ciento. La expresión popular se hizo sentir.

Más allá del cuestionado sistema electoral, se impuso la voluntad de la ciudadanía. A tal punto esto fue así que hubo sorpresas en diversos flancos. La más llamativa de todas fue Capital, por el lugar que ocupa este municipio, por su peso en el padrón y porque finalmente terminó pintando de amarillo todo el corredor Libertador. Ya no hay más puente entre Santa Lucía y Rivadavia: es una sola franja orreguista.

La responsable de este guarismo fue, inesperadamente, Susana Laciar. La diputada nacional había aceptado la candidatura para sumarle votos a Rodolfo Colombo, el opositor que arrancó la campaña con mejores chances. Decirlo así puede sonar brusco. Nadie saldrá a reconocerlo tan abiertamente.

La legisladora terminó barriendo interna y externamente. Se impuso sobre todo el abanico de Juntos por el Cambio y también sobre Emilio Baistrocchi, poniéndole punto final a 16 años de gobiernos justicialistas en este distrito. Por primera vez una mujer será intendenta de Capital. Orrego sumó así su tercer departamento de primera categoría con el sello de Producción y Trabajo: Juan José Orrego seguirá al frente de Santa Lucía, Sergio Miodowsky asumirá en Rivadavia y Susana Laciar en la Ciudad de San Juan.

Y si bien es cierto que les tocó perder en 9 de Julio en manos del uñaquista Daniel Banega, pudieron arrebatarle al PJ el departamento Sarmiento con el joven empresario Alfredo Castro. Le ganó incluso al ministro de Gobierno, Alberto Hensel.

Ahora resta deshojar la margarita. Esperar que la Corte Suprema decida si Uñac puede o no puede competir. Hasta entonces, cobrará vida este Frankenstein sin cabeza, a siete meses del traspaso del poder.


JAQUE MATE