Fue premeditado cuando Fabián Gramajo se mantuvo en silencio. A su lado José Luis Gioja acusó a Sergio Uñac de haber provocado la intervención de la Corte Suprema por 'encapricharse' con la candidatura a gobernador. Pero el chimbero se abstuvo. Nunca estuvo dispuesto a tensar la cuerda tanto como para no tener camino de retorno. 

Este jueves en Banda Ancha la intendenta electa Daniela Rodríguez fue muy explícita. Dijo lo que su marido no pudo manifestar porque hubiera colisionado con su compañero de fórmula. No son tiempos de mostrar fisuras cuando todavía hay que pasar por las urnas. Pero el peronismo es uno solo y, más temprano que tarde, deberán verse las caras.

Daniela dijo que el fallo cautelar de la Corte Suprema que suspendió las elecciones la hizo sentirse 'vulnerable'. Que la hizo recordar a los gobiernos de facto, cuando no había posibilidad de elegir ni de opinar. Así, sin eufemismos, igualó la intervención de los cortesanos a los años más oscuros de interrupción democrática.

Criticó especialmente que el fallo se diera a conocer sobre la hora de ir a las urnas. Lo consideró 'irrespetuoso'. De motu proprio no se refirió a la legitimidad de la candidatura de Uñac, pero tuvo que responder ante la pregunta periodística. ¿Puede o no puede?

Contestó con sencillez y no dejó lugar a dudas. Está a favor de que Uñac pueda competir. 'Yo creo que a esta altura estaban dadas todas las condiciones para que eso suceda. No soy quién para decirle que sí o que no', dijo textualmente.

Reducir a Daniela Rodríguez al rol de 'esposa de' sería injusto con ella. Es mucho más que cónyuge del intendente. Igualmente se puede interpretar sus palabras como salidas de la misma usina política. Básicamente, porque pertenecen al mismo proyecto. Entonces, si ella respalda la candidatura de Uñac, Gramajo también.

Esta conclusión resultará hiriente a los oídos de la subagrupación 'San Juan Vuelve', que lidera Gioja, que viene militando desde el año pasado la interpretación más restrictiva del artículo 175. Acusan al gobernador de buscar su cuarto mandato consecutivo en contra de la Constitución Provincial. Le cuentan como primer periodo el que desempeñó como vice entre 2011 y 2015.

Los Gramajo nunca se acoplaron a esta corriente de opinión. Por el contrario: antes de anunciar su alianza con Gioja, el intendente chimbero dijo en varias entrevistas -incluido este programa- que el gobernador estaba plenamente habilitado para inscribir su candidatura. Pudo desdecirse luego, en el calor de la campaña. Pero no lo hizo.

Gramajo intentó alcanzar un lugar protagónico en el armado uñaquista, en atención a su poderío territorial. En Casa de Gobierno aún sostienen que fue a pedir la candidatura a vicegobernador. Él lo sigue desmintiendo. Se entusiasmó con la posibilidad de que lo dejaran competir como candidato a gobernador, aprovechando la Ley de Lemas, para captar sus propios votos en toda la provincia y contribuir a la continuidad del proyecto en la sumatoria. Tampoco cuajó esa vía.

Mantuvo los canales de diálogo abiertos con todos. Incluso con Gioja. Cuando cerró el acuerdo con el exgobernador, fue a contárselo personalmente a Uñac. Para el oficialismo, el pase significó una deslealtad. El diálogo se rompió. El domingo Daniela ganó por una diferencia aplastante la elección departamental, pero no recibió ningún mensaje de felicitación del oficialismo. Solo de parte de los opositores Mauricio Camacho y Ricardo Buteler.

La flamante intendenta electa sigue siendo la segunda autoridad del Justicialismo, detrás de Uñac. En su condición de autoridad partidaria volvió a plantear la unidad como una necesidad. Recordó que la oposición está afuera. Y dejó un mensaje directo para los conductores de las dos subagrupaciones peronistas en carrera.

El uñaquismo se resintió con el tenor de las declaraciones de Gioja tras el fallo de la Corte Suprema. La dureza del diputado nacional revivió viejas heridas que se habían suavizado por necesidad mutua en ocasión de la campaña electoral. Cicatrizar nuevamente es tarea pendiente. 

Para Daniela, 'es una cuestión que deberían hablarla ambos dos porque todos para abajo pensamos que una de las banderas del peronismo es la unidad'. Hay una lectura política muy pragmática después de los resultados electorales del domingo.

A la subagrupación 'San Juan Vuelve' le fue mal en las urnas. Solo ganó en Chimbas, donde más que el giojismo se impuso el gramajismo. Entonces, para el intendente chimbero fue un comicio agridulce. Por un lado consolidó su poderío territorial, pero por el otro podría preguntarse si hubiera alcanzado el mismo guarismo quedándose junto a Uñac.

Por ser candidato a vicegobernador habrá provincializado su figura y su corriente interna, 'San Juan te quiero'. Su alianza con Gioja fue estrictamente electoral. Pasado el comicio quedarán liberados el uno del otro, salvo que logren sostener una construcción política más allá de la coyuntura. Cuando hay victoria es más fácil. Cuando hay derrota es más difícil.

En rigor, la elección de gobernador y vice no sucedió todavía. Gioja y su espacio están convencidos de que Uñac no podrá competir finalmente y quien lo reemplace tendrá menos posibilidades. Por lo tanto, todavía guardan la expectativa de que el diputado nacional sea la alternativa más potente del Frente San Juan por Todos. Si eso sucediera, por la sumatoria de la Ley de Lemas podrían hacerle frente a Marcelo Orrego. Son muchas condiciones.

Lo único firme hasta el momento es que Daniela Rodríguez quedará al frente de Chimbas entre 2023 y 2027 y deberá convivir con el gobernador que le toque. El gramajismo ya está ensayando tres escenarios posibles. Solo uno sería ideal, con Gramajo como vicegobernador. Los otros dos van a requerir mucho diálogo. No hay que buscar más. Ahí está la explicación. Lo que calla Fabián, lo dice Daniela.


JAQUE MATE