El inesperado resultado de las primarias puso a Marcelo Orrego y a Sergio Uñac bajo la misma amenaza: caerse del Senado. Si se mantiene la tendencia el 22 de octubre y Javier Milei conserva el primer lugar, los libertarios podrían quedarse con las dos bancas por la mayoría, dejando una sola para el que salga segundo. Una sola, nada más.

Un par de veces repitió el candidato a senador orreguista, Emilio Achem, el mismo dato: la lista de Milei en San Juan tuvo un corte de 20.000 votos. Es decir, esas 20.000 personas pusieron la boleta del economista libertario pero desecharon a sus referentes para el Congreso Nacional. Asoma para octubre una jugada arriesgada que consiste en provincializar la campaña.

La estrategia funcionó relativamente el domingo pasado. Si bien Marcelo Orrego sufrió una hemorragia de votos en comparación con los que había obtenido el 2 de julio, consiguió imponer a Horacio Rodríguez Larreta sobre Patricia Bullrich, a contramano de la tendencia nacional. La imagen del gobernador electo tuvo predicamento. También tuvo limitaciones.

La ola violeta les pasó por encima a casi todos. El Frente Unión por la Patria apenas consiguió sumar unos 2.000 votos más que La Libertad Avanza, gracias a que tuvo a Sergio Uñac y a Juan Carlos Gioja traccionando cada uno por su lado. En lo individual, el joven candidato Bruno Olivera arrasó con 126.000 votos, contra 74.000 de Achem y 70.000 de Uñac.

Orrego logró la primera meta, que era ganar la interna amarilla. Sus candidatos derrotaron de manera categórica a los halcones de Patricia Bullrich, aunque a nivel nacional se dio el resultado inverso. El gobernador electo validó sus credenciales. Ya empezó a demostrar poder territorial, a pesar de que todavía no asumió. Pero el 22 de octubre le tocará una impensada posta de alto riesgo.

Sus candidatos, Achem para el Senado, Nancy Picón para Diputados y Claudia Sarmiento para el Parlasur, irán pegados a la boleta de Patricia. Por lo tanto, estarán atados a la suerte que le toque a la figura presidencial. ¿Podrá Orrego provincializar el comicio? ¿Tendrá margen para resistir la ola nacional que parecía que lo iba a favorecer y de repente se dio vuelta?

El gobernador electo se puso en acción este martes. Apenas 48 horas después de las primarias tuvo su primera aparición en público, en un acto municipal organizado por su vice, Fabián Martín. Se expuso a la prensa. Habló de la transición. Hizo política de manual para fortalecer su territorio. Solo él puede contrarrestar el vendaval.

El peor escenario para el nuevo oficialismo sería que Patricia quedara fuera del balotaje. En lo individual, le tocó el tercer puesto del podio el 13 de agosto. Si volviera a sucederle en octubre, la segunda vuelta sería entre Milei y Sergio Massa. Marcelo correría el riesgo de quedarse sin legisladores nacionales por efecto del arrastre negativo. Una calamidad.

Para Orrego es imperativo ponerse la campaña al hombro y generar un microclima provincial con cierta autonomía de lo que suceda en lo nacional. No sería descabellado. Ya lo consiguió en la primaria.

Achem es su mano derecha en lo político. No es casual que lo haya elegido como candidato a Senador. Es su mejor intérprete, un engranaje imprescindible para el gobierno que viene. Por eso tiene alto valor la lectura que propone: el corte de boleta que sufrieron los libertarios puede ser una grieta para trabajar desde Juntos por el Cambio.

Según Achem, muchos electores se espantaron por el calibre del enfrentamiento entre Patricia y Horacio. Si ambos logran mostrarse cohesionados, tal vez ese voto que se les escapó considere volver. Tal vez. En San Juan empezaron a prenderle velas al santo de las urnas, aunque no exista tal cosa.

Lo cierto es que nadie puede poner las manos en el fuego por esa teoría del votante arrepentido de irse con Milei. Es más una expresión de deseo que un dato fáctico. Al menos por ahora. Tampoco están en condiciones de asegurar que el votante de Horacio se quedará rigurosamente con Patricia.

La moderación del Jefe de Gobierno Porteño, su plan gradualista, fue defenestrado por el ala dura del macrismo. Esa moderación hoy podría estar más cerca de Massa que de Bullrich. También es una conjetura cuasi literaria. Pero no es disparatada.

Por razones diferentes a las de Orrego, Uñac y el peronismo sanjuanino también saldrán a militar agresivamente en el territorio. La máxima prioridad debería ser retener el voto giojista. Pero, como es sabido, pasaron cosas. Las heridas están frescas y sangrantes.

Aún con Uñac y Gioja en el cuarto oscuro, hubo muchos votos históricamente peronistas que se pintaron de violeta. Milei salió primero en Rawson y en Chimbas, sin ir más lejos. Justo los dos distritos donde estuvo Massa en campaña, acompañando a ambas listas de la interna peronista local.

Uñaquismo y orreguismo, orreguismo y uñaquismo, quedaron en situación de disputar el segundo lugar si La Libertad Avanza se consolida como primera fuerza. Vale el mismo razonamiento antes expuesto: el que termine tercero, quedará fuera del Senado. 

En la Cámara Alta no se reparten las bancas por sistema D'Hondt. Simplemente se distribuyen dos para el más votado y la restante para el que lo sigue. El resto, siga participando.

A diferencia de Orrego, Uñac puede tener una mano nacional. De acuerdo a los primeros análisis post-electorales, Milei buscaría rivalizar con Massa. Y viceversa. Ese escenario favorecería al gobernador que intenta convertirse en senador y perjudicaría al gobernador electo, que necesita contar con al menos una figura propia en la Cámara Alta.

La ola amarilla hipotética se convirtió en una rotunda ola violeta. Las fuerzas que disputaron el poder durante los últimos 20 años, terminaron sacando cuentas muy finas para no desaparecer del Senado. Cosas de la democracia.


JAQUE MATE