A propios y extraños 'atendió' el intendente Emilio Baistrocchi este lunes en Banda Ancha, más allá de dejar un mensaje bastante concreto acerca de su futuro: seguirá haciendo política, dentro del justicialismo. No es poco, luego de la derrota del 14 de mayo que truncó su continuidad al frente del municipio más relevante en términos simbólicos.

Lo dijo expresamente. No tiene previsto retirarse en absoluto. No buscará refugio en un cargo en la Justicia Provincial ni en la Federal. Seguirá vinculado políticamente a su bloque en el Concejo Deliberante que asumirá el próximo 10 de diciembre, para ejercer 'una oposición responsable' a Susana Laciar.

La aclaración sobre su negativa a concursar por un cargo judicial tuvo destinatario: Carlos Lorenzo. El Asesor Letrado de Gobierno fue uno de sus rivales internos en la elección municipal, con fuertes enfrentamientos y heridas todavía abiertas.

Baistrocchi le achacó a Lorenzo haber dado un giro de 180 grados. Dijo que hace apenas un par de meses tenía vocación de gobernar un municipio y ahora se inscribió para ocupar uno de los 14 cargos vacantes en la Justicia. 'Me parece mal que algunos funcionarios indispongan al gobernador tratando de salvar la ropa en el último momento', sostuvo el intendente.

¿Qué quiso decir? Que quienes aún están en la función pública y se anotaron por un puesto en el Poder Judicial buscan un salvavidas antes de abandonar el Gobierno. Bajo la óptica de Baistrocchi, la presencia de funcionarios de Sergio Uñac en esta nómina ofrece un flanco para el ataque opositor.

Fue lo que sucedió días atrás. El vicegobernador electo, Fabián Martín, dijo que Uñac debería abstenerse de cubrir los cargos judiciales faltando tan poco tiempo para el recambio de autoridades. Baistrocchi salió a cruzarlo. Dijo que los tiempos son inherentes al Consejo de la Magistratura. Al mismo tiempo reconoció que los funcionarios anotados facilitan el desgaste del gobernador.

Resulta doblemente dañoso, teniendo en cuenta que Uñac está arriesgando la supervivencia política suya y la de su espacio, en una campaña a todo o nada por una banca en el Senado. En realidad, es mucho más lo que está en juego. No es solo un asiento en el Congreso de la Nación, sino un sitial para darle entidad a un sector interno que terminó muy magullado luego de la derrota del 2 de julio.

Baistrocchi ponderó la gestión de Uñac y responsabilizó a sus funcionarios por el deterioro que puedan provocarle al gobernador en esta recta final. Dijo que la provincia cuenta con el equilibrio fiscal que hoy prometen alcanzar los candidatos presidenciales para la Argentina, más allá de otros indicadores como el desempleo, la pobreza y la indigencia.

Advirtió que Marcelo Orrego enfrenta el desafío de mantener el estado de cosas como hasta ahora. Fue enfático y reiterativo: el gobernador electo tendrá la vara alta, en comparación con la provincia que recibe. Puede ser discutible este parecer, pero desnuda el estilo de oposición que anticipa Baistrocchi. Será aplicable a lo provincial y a lo municipal también. En el próximo Concejo Deliberante tendrá tres referentes: Ariel Palma, Horacio Lucero y Betty Muñoz.

Según dijo, no está en sus planes volver a la intendencia. Pero es pronto para descartarlo. Falta una eternidad. Lo único que dejó meridianamente claro es que piensa instalarse en el PJ de calle 25 de Mayo, para ser parte de la nueva generación.

En este sentido, la semana pasada tuvo un traspié. En una entrevista en Radio Sarmiento habló relativamente bien de Javier Milei y estas declaraciones se viralizaron entre los compañeros que no daban crédito ante la aparente migración de Baistrocchi hacia la corriente libertaria. El intendente lo aclaró este lunes en Banda Ancha y, nuevamente, pasó factura.

Dijo que algunos de sus pares no entienden que hay otro modo de ejercer la oposición. Por las dudas, dijo que no le gusta Milei y cuestionó fundamentalmente el temperamento confrontativo del candidato presidencial que, en cierta medida, repite lo peor del kirchnerismo y del macrismo. Palabras más, palabras menos, así lo manifestó el intendente. Tal vez provocó nuevas heridas con semejante comparación.

Lo cierto es que Baistrocchi parece haber terminado el duelo por haber perdido el municipio y también el gobierno provincial. Está arremangado para seguir militando en el justicialismo, en una posición delicada. Tendrá que coexistir con intendentes ganadores, que van a reclamar su cuota de liderazgo legítimo. ¿Pero quién tiene hoy la mayor representatividad en Capital?

Para que Baistrocchi y su militancia encuentren un lugar dentro del próximo justicialismo, parece requisito indispensable que Uñac logre su banca de senador. Una cosa va de la mano de la otra, porque el intendente capitalino siempre fue un referente inequívoco del gobernador. Fue, en algún momento, el sucesor para el mediano plazo. Luego las urnas alteraron los planes.

Uñac consiguió una bocanada extra de oxígeno cuando derrotó a Juan Carlos Gioja el pasado 13 de agosto, en la primaria. Pero no está todo dicho. Todavía tiene que resistir la ola violeta y el embate amarillo también. Si a pesar del contexto adverso consigue llegar al Senado, tendrá un argumento para seguir tallando en la próxima conformación del PJ. 

Es en este esquema donde entra Baistrocchi, a título personal pero con una identificación directa con Uñac. 'No podemos seguir con este nivel de internismo', dijo el intendente este lunes en Canal 13. Curiosamente, cada vez son más las voces que coinciden en el diagnóstico. La confrontación interna tuvo un alto costo para el justicialismo.

La historia ha demostrado que el peronismo tiene vocación de poder. Baistrocchi todavía juega.


JAQUE MATE