'Yo no tomo decisiones, yo acompaño', dijo enfáticamente Roberto Basualdo hace una semana en Banda Ancha. Sin embargo su palabra es orientadora desde la génesis de Producción y Trabajo, el partido que hoy gobierna la provincia. Su rol puede ser altamente relevante en el tablero político de 2025.

Nadie se confunda. Basualdo ni siquiera considera volver a encabezar una lista de candidatos al Congreso Nacional el año que viene. Lo descartó abiertamente ante la consulta periodística. De todos modos su papel puede ser influyente para los meses previos. Es decir, desde ahora nomás.

Basualdo tiene la autoridad para mediar entre Marcelo Orrego y José Peluc. La relación entre ambos es correcta, pero todavía tiene asperezas que no lograron suavizar. El diálogo está abierto, pero por el momento no ha progresado hacia un entendimiento de otro nivel.

¿Qué entendimiento sería ese? Una alianza estratégica para encarar el 2025 juntos. Por ahora esa convergencia es inviable. Incluso cuando Orrego ha dado muestras de compromiso con Javier Milei. Sin ir más lejos, salió a militar en medios de comunicación porteños en favor de la Ley Bases en la víspera de la sesión del Senado.

Basualdo tiene una relación política y afectiva tanto con Orrego como con Peluc. Vale recordar que el diputado libertario fue uno de los miembros fundadores de Producción y Trabajo. Cuando Roberto le cedió el mando a Marcelo, José se despidió y fundó ADN. Todo sucedió en buenos términos. Pero en adelante siempre compitieron por separado.

El antecedente no es menor. ADN se convirtió en una discreta tercera fuerza, con ocasionales aliados entre los que nunca estuvo Producción y Trabajo. Ahí se hubieran quedado, reducidos a una mínima expresión, si no hubiesen acertado en cerrar con Milei. 

La ola violeta se encargó de arrastrarlos vertiginosamente a la cima.

Hoy Peluc es el dirigente sanjuanino que más llegada tiene a la Casa Rosada. Habla directamente con Karina Milei. De hecho, apadrina políticamente el partido La Libertad Avanza que está en conformación en San Juan. El de Mahor Caparroz, por supuesto.

Entenderse con Peluc es un filtro inevitable en San Juan. Quien tenga intenciones de acercarse a La Libertad Avanza como espacio político para el 2025, tendrá que pasar por él. Y si no lo hiciera, tarde o temprano Peluc dirá lo suyo en Buenos Aires. A la postre, puentearlo nunca será garantía de éxito.

¿Y por qué le interesaría a Orrego coincidir con Milei en 2025? El gobernador sostiene su identidad de origen con el sello de Juntos por el Cambio. Esa pertenencia le permitió confluir en un bloque de 10 mandatarios provinciales. El problema es que ese espacio nacional hoy está en vías de extinción.

La ex candidata a presidenta Patricia Bullrich y su ex candidato a vice, Luis Petri, se convirtieron en ministros del gabinete. Los aliados radicales acompañaron cada votación en el Congreso a la par del PRO.

¿Qué queda de Juntos por el Cambio? ¿Qué quedará cuando llegue el momento de renovar bancas en la Cámara de Diputados de Nación? A esta altura, parece agua que se escurre entre los dedos. 

Mauricio Macri retomó el timón del PRO sin el brillo de otros tiempos. Viene de sostener que el cambio hoy lo encarna Milei. ¿Hace falta decir más?.

Parece sensato, entonces, que los gobernadores empiecen a tantear escenarios para el año que viene. Está probado que más escuchados serán mientras más votos puedan ofrecer en el Congreso. Y viceversa. 

Salir a disputar una elección de diputados nacionales sin un paraguas nacional de referencia es jugar a la micro minoría. Más cuando enfrente estará el peronismo como alternativa a la motosierra.

Basualdo dio su punto de vista en Banda Ancha. Con absoluta serenidad dijo que la realidad de cada provincia es diferente. Entonces, en algunas puede haber confluencia del ex Juntos por el Cambio con La Libertad Avanza. Y en otras no. Pero esto no debería ser dramático. Por el contrario.

Para Roberto, incluso la división puede redundar en un beneficio electoral siempre y cuando todos terminen votando las leyes en el recinto. A la postre, describió cómo funcionan hoy las cosas. Milei contó con las diputadas de Orrego en cada ocasión.

'Más allá de cómo vamos, lo que importa es cómo votamos después', repitió Basualdo, que no será candidato, pero siempre tendrá algo para decir. Y alguien que lo escuche: Orrego por un lado, Peluc por el otro. Separados. O tal vez no tanto.


JAQUE MATE