Como un iceberg. De todas las reuniones de Karina Milei en San Juan a lo largo de las últimas 48 horas solo trascendieron unas pocas. Las más pesadas sucedieron bajo estricta reserva. Dejó indicaciones nítidas para el armado libertario de cara al 2025. Una de esas conclusiones fue caminar con autonomía, sin mezclarse con Marcelo Orrego.

No habría que interpretar esta instrucción como una tachadura contra el gobernador. La relación entre ambos espacios es cordial. Tanto como quedó demostrado en la visita de Javier Milei este jueves, llena de gestos de buena convivencia. Sin embargo lo institucional y lo político pueden avanzar por carriles paralelos. 

Sobre todo cuando Orrego sigue inserto en el caótico Juntos por el Cambio.

Karina fue cálida con los propios y gélida con los ajenos. En la reunión con los militantes libertarios, el miércoles, dijo que sus favoritos son los militantes de La Rioja y de San Juan. Quedó bien con el auditorio y con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Pero fue consecuente: se tomó tantas selfies como le pidieron.

Fue la cara más sonriente de Karina durante toda su estadía en estos pagos. Quedó el registro en redes sociales. Ejerció su halo de autoridad. Ratificó su línea directa con José Peluc y cortó de raíz las especulaciones que habían puesto en duda al diputado nacional. 

Mientras el PJ y el PRO se destrozan internamente, 'El Jefe' ordenó sin vueltas ni contemplaciones su propio espacio. El que quiera oír, que oiga.

Karina no fue tan demostrativa cuando compartió un encuentro privado con los más altos referentes del gobierno provincial. Fue una cena en un domicilio particular, donde se habló de todo. De la gestión, del escenario político nacional y de las perspectivas para el año que viene, cuando se renovará el Congreso.

Entre brindis y platos, Karina los mandó a hablar con Peluc cada vez que el tema sea político. Menem, que también fue invitado, sugirió buscar inversores privados para la gran obra pública que desvela al gobierno orreguista. Por ejemplo, para pavimentar los kilómetros que faltan en el paso internacional Agua Negra.

El argumento fue que el Noveno Distrito de Vialidad Nacional hoy está en manos de un referente de Orrego: Enrique Manni. Puede perfectamente mover las palancas necesarias para despertar el interés privado en la Ruta 150 hasta el límite con Chile. Del Tesoro Nacional nadie espere un peso porque, como dice el refrán: no hay plata.

Lo político está más árido aún. El mandato de Karina para los libertarios consiste en prepararse para competir con candidatos propios. Esta semana ella hizo lo que tenía que hacer para sanear la conformación del partido La Libertad Avanza. Le bajó el pulgar a Belén Varela y definió a favor de Mahor Caparroz, el joven dirigente apadrinado por Peluc.

El partido violeta trabajará en lo inmediato de manera coordinada con ADN. Todo aquel que quiera acoplarse tendrá que compatibilizar con este puerto. Hay un plan en borrador para acometer el 2025 que desvela tanto a Karina como a Javier.

Los hermanos están urgidos por sumar votos propios en ambas cámaras. A San Juan no le tocará renovar senadores, pero sí tres diputados nacionales. El año próximo se abrirá la oportunidad de sumar al menos una mano más en ese recinto. O dos, ¿por qué no? Todo dependerá del arrastre del León. 

En 2023 la ola violeta le quitó un diputado al justicialismo y un senador al basualdismo/orreguismo. Proyectar escenarios para el segundo semestre de 2025 es temerario, pero eso no significa que nadie esté haciendo cuentas.

El plan libertario, muy preliminar, se está confeccionando en torno a la disolución de las PASO, pero siempre con la hipótesis de alguna otra versión similar. Por ejemplo, el sistema de colectoras. Inspirados en este diseño, empezaron a asomar nombres propios para encabezar listas.

Por el lado de ADN, Martín Turcumán. Por el partido La Libertad Avanza, Dino Minozzi. El presidente de la Federación Económica se mostró por primera vez abiertamente junto a los libertarios, aunque hace tiempo respalda en público las políticas de Milei.

Además de Turcumán y Minozzi, puede haber espacio para un tercero mucho más joven. Un nuevo total, al estilo de Bruno Olivera. Para que prospere esta opción disruptiva, Milei tendría que garantizar el arrastre de todo aquel que lleve su foto en la boleta. Como sucedió el año pasado.

Así las cosas, violetas irán por un lado y amarillos irán por el otro. ¿Disputarán el mismo voto? ¿Se restarán mutuamente? Tiempo al tiempo.


JAQUE MATE