Mauricio Ibarra tiró la propuesta y del otro lado se la rebotaron. El armador uñaquista sugirió una PASO ancha para 2025, sin excluidos, para que pueda anotarse todo aquel precandidato que tenga la vocación de competir. El presidente del PJ, Juan Carlos Quiroga Moyano, y la vice, Graciela Seva, se mostraron reacios. Temen que la competencia derive en otra interna sangrienta, conspiraciones y traiciones, como ya les pasó. Prefieren la lista de unidad. O, como se dice en el fútbol: patear fuerte y al medio.

Todavía falta tiempo para definirse por una u otra alternativa. Pero Ibarra cuenta con un favorcito de Javier Milei que podría decantar las posiciones a su favor. Es decir, por una primaria multitudinaria -casi- sin riesgo de ruptura.

El favorcito en cuestión consiste en una receta clásica, que siempre jugó a favor del peronismo y es que Milei emerge como el enemigo en común. O el adversario, si acaso suena muy fuerte la palabra enemigo. Esa es la gran diferencia con el 2023, cuando el PJ se encontraba en la cúspide del poder nacional y provincial. Hoy están desplazados y no podrían darse el lujo de una confrontación ideológica interna si quieren recuperarse y volver.

Este miércoles en Banda Ancha, Ibarra volvió a marcar las variables negativas del gobierno nacional. 'Milei está haciendo mucho daño a los sanjuaninos', repitió una y otra vez. Son muchos los peronistas que entienden que su lugar está en la vereda de enfrente. No hay margen para las medias tintas. La diferencia con el modelo libertario debe trazarse de manera nítida para el votante. 

El resto será cuestión de esperar que crezca el malestar y se traduzca el año que viene en las urnas. Algunos indicadores de disconformidad comenzaron a aparecer en las encuestas.

Esta semana, la Universidad Di Tella reveló una caída de 15 puntos en el índice de confianza en la gestión presidencial en tan solo un mes. La asfixia económica está impactando en sectores que esperaban que el esfuerzo recayera en 'la casta' y luego se encontraron con que el sacrificio venía para todos. En especial, para jubilados y trabajadores. Por ejemplo, con la quita de subsidios y los tarifazos.

De acuerdo a la proyección de Ibarra, ningún peronista podría declararse enojado cuando le toque perder la primaria del año que viene, porque en frente estará Milei. El presidente, con su temperamento y sus modos, colabora bastante con esa unidad que tanto les costó y les sigue costando a los compañeros del PJ.

El internismo les brotó a los justicialistas por todos lados cuando les tocó gobernar. Entre otros factores, sucedió porque nunca divisaron una amenaza externa. Cayeron en la trampa de suponerse invencibles. Creyeron que la disputa era hacia adentro, porque afuera no había ninguna otra expresión competitiva

¡Hola! Les pasó por encima no una sino dos aplanadoras. Milei en lo nacional y Marcelo Orrego en lo provincial. Hoy tanto el presidente como el gobernador tienen ventaja para el 2023, frente a una oposición desperdigada.

La dispersión del peronismo es tan evidente, que Ibarra decidió impulsar una PASO ancha con lugar para todos. Si no se les cae nadie en el camino, podrán exhibir un resultado contundente. No importa tanto la banca que puedan ganar en el Congreso, como la plataforma de lanzamiento para el 2027. Esa será la pelea de fondo.

Lo saben tanto Cristian Andino como Fabián Gramajo, los dos precandidatos lanzados a recorrer toda la provincia en flagrante campaña anticipada. Aparentemente no serán los únicos con aspiraciones. Hay chances de que vuelva a aparecer en escena el histórico José Luis Gioja, hoy sin función pública. La gatera podría estar más concurrida aún.

En este sentido, Ibarra se excluyó y fue importante que lo hiciera. El giojismo empezaba a mirarlo con recelo, ante la presunción de que estuviese posicionándose para ser candidato a diputado nacional. Este miércoles en Banda Ancha dijo que haber sido legislador fue el peor error de su carrera política. Punto.

Esa autoexclusión le desata las manos al rawsino para dialogar con todos, todas y todes. No será fácil generar los consensos, por eso la garantía de una PASO ancha sería atractiva para los que vienen reclamando que se termine el dedo de las cúpulas.

Habrá un ganador y se quedará con todo. El resto tendrá que mirarla de afuera. O no. Tal vez Milei le haga el favorcito al peronismo y vuelva a darle un motivo suficiente para juntar espalda con espalda. En definitiva, recién este año supieron lo que significa perderlo todo.


JAQUE MATE