Lo dijo un inquieto militante justicialista este martes, en una charla de café: si Marcelo Orrego llegara a ganar las elecciones del año que viene en Rawson, lo más lógico sería que apostara todo, absolutamente todo, a instalar a su propia candidata municipal para el 2027, la actual directora de Defensa al Consumidor, Fabiana Carrizo. Está todo bien con Carlos Munisaga, pero elecciones son elecciones.

Idéntico razonamiento cabría para Pocito. Con Fabián Aballay el gobernador tiene una relación cordial. Sin embargo, si la escudería amarilla obtuviera una victoria en la legislativa de 2025, lo más probable es que acelere la instalación de la ministra de Gobierno, Laura Palma, como candidata municipal para 2027. No es una cuestión personal. Simplemente es política.

Si el peronismo empieza a verlo de ese modo, es lógico que en Libertador y Paula estén mirando el mismo horizonte. No importa que nadie se haga cargo y las respuestas sean distractivas. Por supuesto la gestión demanda el ciento por ciento del esfuerzo. Pero Orrego no descuidó ni descuidará el tablero electoral. No lo hizo nunca cuando fue intendente de Santa Lucía.

Su estrategia sigue más vigente que nunca. Consiste en el contacto cara a cara con los vecinos. En esa cercanía estrechó vínculos. Le sirvió mucho para edificar un poder prácticamente inmune a la oposición en su distrito. Desde que ganó en 2011 el PJ solo pudo presentar candidatos testimoniales. No tardó mucho en contagiar el mismo efecto hacia Rivadavia y, más recientemente, Capital.

La victoria de Susana Laciar en 2023 fue una sorpresa para ellos mismos. La entonces diputada nacional corría en desventaja frente a un experimentado Rodolfo Colombo que tenía mayores chances de salir primero dentro de la agrupación. El fundador de ACTUAR y hoy jefe de asesores de Orrego arrancó como el favorito, por su alto grado de instalación. Pero las urnas fueron rotundas e inapelables.

Susana se convirtió en la revelación del año pasado y si ella pudo, otras mujeres del orreguismo podrían entusiasmarse con imitar sus pasos. 

En el PJ vale el viejo y conocido refrán: el que se quema con leche ve una vaca y llora. Si ya perdieron Capital a pesar de una digna gestión con Emilio Baistrocchi, cabe figurarse escenarios posibles en Rawson y Pocito. No importa que hoy parezca lejano.

Nueve meses después del traspaso de mando, Orrego sigue siendo el dirigente mejor valorado en las encuestas en San Juan, según el consultor Antonio De Tommaso. Ronda los 50 puntos. El resto aparece bastante por debajo suyo. Si el gobernador llega más o menos en esas condiciones al 2025, es esperable que pueda transferir parte de su caudal a su candidato. Más aún si el elegido fuera otro Orrego.

Las especulaciones en torno a la postulación de Juan José Orrego como diputado nacional son solamente eso: hipótesis. Sin embargo, la receta ya funcionó en el pasado. 

Así como César y Juan Carlos Gioja se convirtieron en senador y diputado nacional respectivamente; así como Rubén Uñac también llegó al Congreso de la mano de su hermano Sergio; el intendente de Santa Lucía le saca varios cuerpos a cualquier otra figura del oficialismo en la carrera de los favoritos.

Siempre será una decisión del gobernador, por supuesto. Pero la posibilidad es vox populi dentro y fuera del oficialismo. En torno de esa figura se suponen los tableros para el mediano plazo.

Si los Orrego llegaran en buenas condiciones al comicio de mitad de mandato y tuvieran un buen resultado, esa misma noche se habrá trazado la línea de largada para el 2027. Si los municipios justicialistas terminaran pintados de amarillo en el escrutinio, habrá también luz amarilla para ellos. Y bandera verde para las aspirantes que hoy secundan a Marcelo.

La directora de Defensa al Consumidor ya fue candidata a intendenta de Rawson en 2023 y no pudo frente a Munisaga. Pero nunca dejó de hacer política. Su presencia en cada operativo territorial provocó cierto resquemor, como se contó en esta columna el 31 de julio pasado.

Ídem en Pocito. La ministra de Gobierno se mostró orgullosamente pocitana en la plaza departamental en ocasión de la celebración del aniversario del municipio. Su nivel de exposición ha sido importante por el cargo que ocupa. Súbitamente el orreguismo pasó a contar con una figura que hasta el 10 de diciembre no tenía. Si el año que viene el oficialismo pegara fuerte en las urnas, Palma podría activar un plan calcado al de Laciar. No sería inesperado.

A estos nombres habría que sumarles al menos un par más. Otras dos mujeres del orreguismo ganaron protagonismo en los meses de gestión: la diputada nacional Nancy Picón y la ministra de Educación, Silvia Fuentes. La primera tiene un impedimento para volver a competir en Rivadavia y es que el intendente, Sergio Miodowsky, tiene la chance de ir por la reelección. La segunda, Fuentes, puede entusiasmarse con Santa Lucía. A fin de cuentas, Kanki transita su último periodo. Y, tal vez, solo tal vez, tenga que partir antes de tiempo.


JAQUE MATE