Hasta no hace mucho tiempo algunos dirigentes de oficialismo y oposición se despachaban a gusto contra Marcelo Orrego, bajándole el precio a sus aspiraciones. Decían que le faltaba vocación de poder. Que iba a terminar colaborando con el peronismo en un pacto tácito de coexistencia. La inminente Ley de Lemas derribó todas aquellas especulaciones. Ya están listas las trincheras. Habrá batalla.

Como se anticipó en esta columna Jaque Mate, la Ley de Lemas sale o sale. El plan original consiste en aislar a los 8 diputados del Frente Con Vos/Juntos por el Cambio y poner a los 28 restantes todos empujando a favor de la reforma electoral. Sin embargo, alcanzar ese número contundente en términos políticos no será fácil ni mucho menos gratuito.

Quedó demostrado este miércoles previo a la sesión, cuando el vicegobernador Roberto Gattoni sentó a todos los presidentes de bloques oficialistas y filo-oficialistas en una sala del Anexo Legislativo. Iba a ser un trámite. Era cuestión de estampar la firma en el proyecto. Pero pasaron cosas.

De arranque hubo algunos descuerdos que merecieron un análisis más pormenorizado antes de ingresar el proyecto. Tendrá luego debate en comisiones, pero la intención oficial es que haya un sólido entendimiento interno frente al embate opositor esperado. Para el uñaquismo no hay margen. No se puede repetir la traumática sesión del 16 de diciembre, cuando las fisuras del peronismo terminaron en ruptura.

Hay algunos acuerdos básicos, revelados en esta misma columna el martes pasado: abrir la competencia en todas las categorías incluido gobernador y vice, repartir diputados y concejales por sistema D'Hondt, y evitar la judicialización de la futura ley. Pero hubo algunos otros planteos por afuera de estos puntos compartidos. Por ejemplo, sacarle el cepo a la cantidad de candidatos. Que no sean tres por categoría, como pretendía originalmente el uñaquismo. Esa diferencia dilató la firma del proyecto.

Mientras el Frente de Todos aunaba criterios para garantizarse los números en la Legislatura, Orrego salió duramente a contestar a través de redes sociales. Aún sin conocer la letra de la iniciativa, la sola mención de la Ley de Lemas puso a Juntos por el Cambio en plan de lucha.

Orrego acusó al gobierno provincial de intentar 'llevarse puesta la Constitución'. Consideró que el sistema de lemas es 'un verdadero fraude'. Y recordó que este régimen electoral solo se utiliza en Santa Cruz 'para perpetuar al kirchnerismo en el poder'. Se comprometió a 'dar todas las batallas necesarias'. Y finalmente convocó a 'todos los partidos de la oposición' a sumarse.

Huelgan las aclaraciones: Juntos por el Cambio no solo votará en contra de la Ley de Lemas en la Legislatura sino que llevarán el asunto a la Justicia y utilizarán el argumento como bandera de campaña, en la víspera del año electoral. 

Por eso para el oficialismo es esencial lograr una fuerte unidad interna. Es un presupuesto mínimo. Para resistir el embate en Tribunales, siempre el mejor argumento será presentar un amplio consenso político en la Cámara de Diputados. Ahí radica el objetivo de cerrar una votación 28 a 8, dejando en ínfima minoría a los disidentes.

Como una maquinaria bien aceitada, tras el posteo de Orrego todos los dirigentes de Juntos por el Cambio compartieron el hashtag #NoALaLeyDeLemas. Incluso se sumó el jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Fue una acción prácticamente al unísono.

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El presidenciable de Juntos por el Cambio está jugando su propio partido para ganar territorialidad por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La batalla contra la Ley de Lemas en San Juan le presenta una buena oportunidad para cobrar notoriedad. En este sentido, primereó al resto de los aspirantes con los que tendrá que disputar esa candidatura. Estuvo antes que el mismísimo Mauricio Macri, Patricia Bullrich o alguno de los radicales, como Facundo Manes.

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En el cálculo oficialista entraba esta posible participación de figuras nacionales. Se supo desde el momento en que el diario La Nación, el 21 de febrero de este año le dedicó su columna editorial a la eliminación de las PASO en San Juan. 'Una señal preocupante', sostuvo el medio opositor adquirido por el expresidente Macri.

Nuevamente queda planteada la urgencia del peronismo sanjuanino por despejar las diferencias intestinas rápidamente y generar un acuerdo lo más abarcativo posible. Fue importante en ese sentido la presencia de la diputada Graciela Seva, del Bloque Lealtad, en la convocatoria de Gattoni. Como lo fue la participación del Bloque del Este. Fueron dos sectores que votaron en contra de la derogación de las PASO, cuando pretendieron que acompañaran a libro cerrado sin consulta previa.

El uñaquismo tendrá que hacer concesiones, como de hecho ya las hizo. El ejemplo más claro fue admitir más de un candidato a gobernador. Están dadas las condiciones para que avance la Ley de Lemas sea cual fuere su denominación actualizada. El giojismo no judicializará la cuestión porque ha sido parte desde la génesis misma de este proyecto. Pero igualmente Fiscalía de Estado tendrá que preparar argumentos para enfrentar a Juntos por el Cambio en Tribunales.

Orrego, tantas veces puesto en tela de juicio, se puso al frente de la resistencia. Independientemente de la cuestión coyuntural, la Ley de Lemas revalidó sus credenciales como cabeza de la oposición. Rodríguez Larreta se hizo eco de su posteo en Twitter para sumarse a la campaña. Hay un hilo conector, bien visible, que está acomodando las piezas para 2023.

La Ley de Lemas se presenta como la segunda batalla después de la derogación de las PASO. Posiblemente no será la última. Todo el mundo a las trincheras.


JAQUE MATE