Baistrocchi, el enigma del 14M y la teoría de las compensaciones
A la hora de votar, no todo es gestión. A medida que se aproxime el domingo de elecciones las condiciones tenderán a desmejorar y el intendente tendrá que confrontar.
Vale comenzar con una aclaración obvia, pero necesaria. Los recursos son finitos y obligan a optar. Se destinan a una obra o a otra. Se prioriza un asunto y se posterga otro. Hecha la salvedad, poco más le queda por hacer al intendente de Capital, Emilio Baistrocchi. Está avanzada la repavimentación de Ignacio de la Roza y ya comenzó sobre Avenida Córdoba, mientras progresan la histórica recuperación de la Plaza 25 de Mayo y el parque botánico como gran pulmón verde en una zona abandonada.
¿Significa esto que la gestión de Baistrocchi está blindada y su reelección está asegurada? Para nada. A Seguro se lo llevaron preso, como dice el refrán popular. En el palacio municipal son conscientes de que pueden apoyarse en resultados tangibles e intangibles, pero tendrán que sobrellevar también la política. A medida que se aproxime el 14 de mayo, las condiciones tenderán a desmejorar.
El intendente tendrá que soportar el embate no solamente de la oposición sino también de los compañeros de su propio frente electoral. Atacarán por flancos diferentes, ciertamente. Una muestra de ello quedó plasmada esta semana en Banda Ancha.
El lunes la diputada nacional Susana Laciar apenas deslizó una crítica hacia la gestión de Baistrocchi, para rápidamente llevar la cuestión hacia el 'modelo nacional'. El Frente Unidos por San Juan, la versión 2023 de Juntos por el Cambio, atacará al intendente por el mismo costado que al gobernador Sergio Uñac: por su identificación con la Casa Rosada, en el momento de mayor debilidad de Alberto Fernández.
El martes el asesor letrado Carlos Lorenzo, rival interno de Baistrocchi, salió a cruzar a Laciar y, por su intermedio, a Marcelo Orrego. Dijo que Uñac encarna un modelo que prioriza los intereses de los sanjuaninos, mientras la oposición todavía no presentó ninguna propuesta alternativa concreta.
Sin embargo, Lorenzo encontró otras maneras de rivalizar con Baistrocchi. Entre otros aspectos, dijo que él revisaría el estatuto del trabajador municipal, una materia que le resulta muy familiar al abogado de larga experiencia sindical en UPCN. Criticó el sistema de ingreso instituido por el intendente actual. El pase a planta permanente es uno de los activos intangibles más importantes de la gestión.
Sin embargo, no necesariamente tendrá incidencia en las urnas. Un alto dirigente opositor, de larga trayectoria en estas batallas, dijo que la mayor parte del personal municipal no vive en Capital. Por lo tanto, no es votante en este distrito. Acordar o no con los trabajadores será útil en caso de gobernar. Para ganar la elección habrá que apuntar los esfuerzos directamente hacia los vecinos. Ahí estuvo y estará siempre el teatro de operaciones.
Entonces sí, podría parecer imbatible la gestión como argumento para seducir votantes. Sin embargo, inaugurar pavimento, cordón-cuneta y plazas o iluminación led podría no ser suficiente. Trasladar imagen de gestión a intención de voto nunca fue automático.
Ese salto entre una cosa y la otra es el que estimula a postulantes como Rodolfo Colombo. El veterano dirigente todavía no se lanzó, pero lo hará en breve y esta vez cuenta con viento a favor. Compartirá boleta con un candidato a gobernador competitivo como Orrego. Al menos le garantiza igualdad de condiciones con el justicialismo como nunca antes tuvo. Por otro lado, hay un clima nacional adverso para el peronismo, que suele hacer pie en las capitales provinciales antes que el interior.
Las encuestas son las mismas de uno y otro lado de la grieta. Con sutiles diferencias, todas consideran a Baistrocchi con la mayor intención de voto y una imagen de gestión positiva. Pero la campaña apenas está por empezar y el sistema electoral le dará una cuota adicional de suspenso a las estimaciones.
El Sistema de Participación Amplia y Democrática (SIPAD) pondrá en el cuarto oscuro una baraja de boletas muy parecidas entre sí. Habrá varias por cada candidato a gobernador y recién en la cuarta porción de esa larga tira de papel aparecerá el rostro del candidato a intendente, detrás del gobernador, la lista de diputados proporcionales y el diputado departamental.
¿Cuántos ciudadanos informados pondrán la suficiente atención para discriminar las categorías municipales? ¿Cuántos tomarán el voto del candidato a gobernador que prefieren sin advertir cómo continúa la boleta para abajo? Ambas preguntas no tendrán respuesta hasta que finalice el domingo 14 de mayo. Es tema de deliberación en cada búnker.
El antecedente más cercano ocurrió en 1999, pero han pasado más de dos décadas y las lecturas comparativas siempre serán sesgadas. Cuando el tema surge en conversaciones con referentes oficialistas u opositores, la reacción termina siendo la misma: nadie puede arriesgar resultados ni predecir comportamientos.
Baistrocchi seguirá apostando a la gestión como carta diferenciadora sobre el resto de los oponentes, tanto los propios como los ajenos. Pero eventualmente tendrá que defenderse. Hoy parece estar midiendo los tiempos.
El lunes por la noche se lanzó la candidatura de Leonardo Gioja y el exgobernador José Luis Gioja se metió en la campaña capitalina. Habló de 'no despilfarrar' los fondos públicos asfaltando sobre el hormigón. Al día siguiente Baistrocchi prefirió correrse de la confrontación. Lanzó la obra de Avenida Córdoba y quedó implícita la respuesta.
Al final de cuentas, en el palacio municipal hace tiempo esperan los votos de los Gioja, aunque en el camino haya algún raspón. Cosas de la política. Nada que la Ley de Lemas no pueda compensar.
JAQUE MATE