Emilio Baistrocchi no quiere saber nada de elecciones, aunque la coyuntura ya lo sumergió de cabeza en ese lodazal. Sucedió anticipadamente, en diciembre del año pasado, cuando la Legislatura suprimió las PASO. La maniobra funcionó como una virtual línea de largada para todos los que tienen aspiraciones. Y, tratándose de Capital, los pretendientes sobran. Interna y externamente. En oficialismo y en oposición.

Este miércoles en Banda Ancha el intendente se despidió agradecido de haber hablado exclusiva y largamente sobre la gestión, la inversión en obra pública, todos los frentes activos en materia de pavimentación, veredas, iluminación y plazas. Incluso tuvo predisposición para responder a una catarata de pedidos que llegaron espontáneamente vía Whatsapp. Indudablemente a los vecinos les preocupa mucho más tener respuesta inmediata que pensar en candidaturas.

Pero Baistrocchi, que lleva varios años en política, sabe que llegará la hora irremediablemente. Tendrá que hacerle frente a un tablero complicado por todos los flancos. El primero de ellos es o será el adelantamiento.

El propio vicegobernador Roberto Gattoni reconoció en la reunión con presidentes de bloque del pasado martes que es una alternativa anticipar las elecciones provinciales, despegándolas de las nacionales. En el terreno de las especulaciones, es posible que el gobernador Sergio Uñac reitere el movimiento de 2019, cuando convocó a comicios generales para el 2 de junio.

Como fuere, ese eventual adelantamiento le acorta los plazos a la gestión. Igual que le pasó a Franco Aranda en 2019. Prácticamente un año antes de terminar su mandato tuvo que embarcarse en la campaña y, sobre la hora del comicio, medirse con un potente rival interno, en aquel momento el ministro de Gobierno estelar de Uñac. Así llegó Baistrocchi al municipio. Hoy la historia amaga con repetirse.

En esta línea argumental, aparecerán rivales internos. El lunes pasado en esta misma columna se reveló el acuerdo para impulsar una versión renovada de la ley de lemas. Si finalmente sucede -y hay varios elementos que así lo sostienen- habrá más de una lista en carrera dentro de cada frente electoral.

Baistrocchi irá por la reelección. Él mismo lo ha reconocido. Pero podría reaparecer Aranda en la pulseada municipal, aunque el exintendente tenga otras aspiraciones con el sello del Frente Renovador a escala provincial. Tal vez incluso esté apuntando al Congreso Nacional. Pero en las mesas de café no lo descartan. Una de las claves de la ley de lemas es que cada candidato suma al que salga primero. No sería para despreciar.

Una fuente relacionada con Casa de Gobierno incluso habló de algún exponente de izquierda, tal vez más identificado con el kirchnerismo, para captar el voto progresista capitalino. Sería otra cuota interna para cuidar en día del comicio, buscando la sumatoria. Y el bloquismo, por supuesto.

El partido de la estrella tiene aspiraciones en Capital. La diputada nacional Graciela Caselles ha manifestado reiteradamente su vocación de ir por la intendencia, apelando a la herencia de su hermano Javier. Sin embargo no es la única. Hay varios dirigentes bloquistas que podrían aparecer en el ruedo. ¿Hay margen para que terminen acordando con Baistrocchi? La respuesta es sí. Pero habrá que dejar correr el calendario un poco más.

Luego estarán los rivales externos. Juntos por el Cambio y Consenso Ischigualasto, más el Frente de Izquierda. Y habrá que dejar un renglón en blanco para completar con alguna aparición repentina.

Juntos por el Cambio tiene varias expresiones diferentes en Capital. Cada partido integrante del espacio amarillo tiene su fortaleza ahí, en ese distrito. Incluso Producción y Trabajo, que siempre corrió de segundo, podría intentar encabezar alguna lista con Guido Romero. El apoderado del partido está trabajando en el territorio hace tiempo y en 2019 ya tuvo que bajarse para privilegiar la candidatura de Rodolfo Colombo.

El fundador de ACTUAR podría aparecer nuevamente en la grilla de partida, aunque sigue jugando al distraído. Esta semana pasó por Banda Ancha y prefirió gambetear las definiciones. Está también el PRO, que tiene su fortaleza en todo el país precisamente en las capitales. A Eduardo Cáceres en su tiempo no lo acompañó el voto popular, pero si hay un distrito donde puede hacer pie el macrismo con mayor adhesión, es la Ciudad de San Juan.

Aparte está Dignidad Ciudadana, que conserva su cuota de voto independiente intacta, al menos para reclamar un escaño en el Concejo Deliberante. Ídem la UCR y el bloquismo disidente.

Consenso Ischigualasto acaba de abrochar la representación local de Javier Milei, otro fenómeno porteño hecho a la medida de las capitales. Su nivel de penetración en San Juan podrá evaluarse fundamentalmente en la Ciudad de San Juan y después en el resto de los municipios.

La irrupción del libertario es también un signo de los tiempos: lo nacional siempre tuvo impacto en las elecciones provinciales, aún cuando fueran desdobladas. Baistrocchi tendrá que sobrellevar también el humor social que hayan cultivado Alberto y Cristina. Para bien o para mal.

A pesar de todo y de todos, Baistrocchi cuenta con un diferencial. Es el único que tiene gestión para mostrar. Hay o podría haber algún exintendente en la contienda, pero siempre tendrá que apelar a una memoria alejada en el tiempo para revivir épocas pasadas. Baistrocchi es el único que podrá inaugurar obras hasta la hora de la veda. Punto a favor.

Al mismo tiempo, es el único que se encuentra en vidriera y por lo tanto, es el más vulnerable frente a las críticas. Por eso tendrá que solidificar sus bases. Nadie gana una elección solo con militantes, pero desatender ese espacio le dio dolores de cabeza a más de uno en el pasado reciente. Parece haber tomado nota de ello el intendente, que estrechó lazos con las cuatro juntas departamentales del PJ que tienen asiento en Capital: Centro, Desamparados, Concepción y Trinidad.

En tiempos de tensiones internas, sería un pergamino importante exhibir unidad. No está todo dicho aún. Pero la cuenta regresiva empezó.


JAQUE MATE