'¿Vos creés que hay modelos ideológicos a esta altura? El problema son los ismos: el kirchnerismo, el macrismo. Terminamos yendo detrás de personas y no de ideologías, de planes o de proyectos'.

Así, con esa definición política, Emilio Baistrocchi decretó el fin de las ideologías este lunes en Banda Ancha. Faltan alrededor de dos meses para definir su reelección en la Intendencia de Capital y su mayor apuesta es la gestión, pero sabe que la pelea dialéctica con propios y extraños será de otro tenor.

La oposición ya salió a marcarle su pertenencia al mismo espacio que hoy gobierna la Argentina. Al kirchnerismo, para usar una forma breve y adaptada al marketing de campaña. En esos términos lo planteó, sin ir más lejos, la candidata Susana Laciar, referente inequívoca de Juntos por el Cambio.

Baistrocchi tenía dos alternativas. La primera era devolverle a Laciar un contragolpe. Tildarla de macrista y facturarle la fallida gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019. La segunda opción era salirse de esa discusión. Correrse a un costado. Tal vez así pueda proteger los resultados de la gestión medida en plazas, iluminación, asfalto y veredas.

El clima social está altamente combustible. Tenderá a inflamarse todavía más, a medida que se aproximen las elecciones, según dijo un importante dirigente sindical en una conversación con micrófonos y cámaras apagadas. 

Escapar de la grieta, luchar contra esa fuerza gravitacional que parece tragarse todo como si fuera un agujero negro, es ya una cuestión de supervivencia política. Lo es al menos en Capital, donde el voto no obedece a la lógica de otros departamentos.

Tal vez por ese motivo el Jefe de Gobierno Porteño y precandidato presidencial Horacio Roríguez Larreta volvió a plantarse por encima de la grieta. Lo hizo al momento de lanzar su campaña por la Casa Rosada y lo ratificó este lunes en una entrevista exclusiva en Banda Ancha.

'Yo no me planteo como anti nada, estoy convencido de que tenemos que terminar con las peleas y divisiones', dijo tajante Larreta. Hay otro sector de su propio partido, el PRO, que entiende exactamente lo contrario. Desde Mauricio Macri hasta Patricia Bullrich, la apuesta es endurecer aún más las diferencias. Del otro lado, en el Frente de Todos, hay expresiones equivalentes.

Baistrocchi tiene que defender su gestión como principal bandera para lograr la reelección. A la dicotomía irreconciliable entre kirchnerismo versus macrismo y viceversa, él reacciona con un clásico: 'yo, sanjuanino'.

'Yo no soy kirchnerista, estoy muy alejado de serlo, y estoy seguro de que el gobernador tampoco lo es. Somos sanjuaninos que defendemos los intereses de los sanjuaninos', contestó por enésima vez el intendente en una entrevista que fue a fondo, hasta la médula de lo que está en discusión en un año bisagra.

Igualmente la batalla discursiva recién empieza. Y al ataque opositor que iguala a Baistrocchi y a Sergio Uñac con el kirchnerismo, se le suma el fuego interno. Es una de las condiciones de la ley de lemas resucitada en San Juan. 

El justicialista Carlos Lorenzo le cuestionó a su compañero intendente la inversión en obras en el microcentro, en desmedro de la zona periférica. Pero Baistrocchi le contestó con la larga lista de plazas, pavimentos e iluminación realizadas justamente en el conurbano. ¿Quién lleva la cuenta?

Seguramente los vecinos de la zona específica a donde llegó la inversión. Pero nadie más. Baistrocchi reconoció con resignación que la 'infocracia' le pone un difícil reto por delante. La multiplicación de mensajes en redes sociales torna caótica y anárquica la comunicación.

'Creo que en esta campaña no se va a hablar ni de verdades ni de realidades, tampoco de gestión. Y eso es una lástima', terminó reconociendo el intendente. ¿De qué se hablará entonces? Bueno, vale volver al inicio de esta columna: existe ya un bombardeo de mensajes que mezclan la política nacional con los 'ismos' y, de carambola, el destino de los recursos. 

Si a esa madeja se le agrega la complejidad de la Ley de Lemas, que  multiplicará las boletas casi idénticas en el cuarto oscuro, con tres o más candidatos a intendente para un mismo candidato a gobernador, bienaventurado el que pueda decidir a conciencia. 

Baistrocchi consideró que el régimen electoral era necesario porque había una gran demanda de participación. Pero también admitió que el domingo 14 de mayo habrá final abierto, hasta que se puedan contar los votos y dilucidar el resultado.

Mientras Baistrocchi hacía estas declaraciones en Canal 13, Uñac inauguraba una fábrica de ecopaneles para construir viviendas y dejaba una sentencia similar. En su discurso, el gobernador reivindicó lo conseguido en los últimos 20 años. 

Habló de encontrar 'caminos de unión' para tener 'un crecimiento sostenido'. Se hizo cargo de las diferencias que lo separan de José Luis Gioja, su principal y hasta ahora único rival interno. Pero ponderó la continuidad de políticas de Estado más allá de los nombres.

¿Acaso no hay un modelo detrás de esa mirada compartida? Por supuesto que sí. Pero el gobierno provincial hace tiempo decidió ponerle nombre propio: el modelo San Juan. Con 'ismos' locales, lo suficientemente autónomos de los nacionales. Más que ideología, es pragmatismo.


JAQUE MATE