Aunque algunos bloquistas se hagan los rulos con Cristina, como reveló la ex diputada nacional Graciela Caselles hace un par de semanas en Banda Ancha, en paralelo madura la idea de competir el año que viene con un candidato propio pero volcado a la derecha. Bien cerquita de Javier Milei. Porque si de algo sabe el partido fundado por los hermanos Cantoni es de sintonizar fino con el poder político de turno.

Claro, la duda razonable a esta altura es si habrá Milei para rato o será como dicen algunos bloquistas románticos de CFK: el ahogo de los sectores populares hará explotar el clamor por Ella.

Entre los entusiastas cristinistas está el actual diputado y exintendente de Zonda, Miguel Atampiz, uno de los pocos dirigentes bloquistas que puede exhibir votos en su distrito. Pero el presidente del partido, Luis Rueda, tiene otra percepción del escenario. Diametralmente opuesta. Su diálogo con José Peluc está abierto y de aquella alianza histórica con el PJ solo queda el recuerdo.

Una fuente muy cercana al presidente del Partido Bloquista dijo que se cansó de los pronósticos fallidos que auguraban el desplome de Milei. No solo que eso no sucedió, sino que, por el contrario, la imagen del presidente sigue rozando el 50 por ciento. Incluso en San Juan.

Para una fuerza política marcada por el pragmatismo, la decisión no ofrece ninguna incógnita. Estarán donde esté el poder. Y si Javier, con sus modos extremos, sigue consolidando un núcleo duro y lo suficientemente importante como para garantizar un buen rendimiento en las urnas, entonces la respuesta está cantada. Es por ahí.

Rueda nunca dejó de comunicarse con Sergio Uñac, su alter ego político de los últimos 20 años. Sin embargo, las percepciones de ambos se fueron separando. Mientras el peronismo aguardaba el derrumbe del presidente en las encuestas, el bloquismo vio que las encuestas nunca le fueron mezquinas. Ni siquiera en el peor momento de las marchas universitarias.

Falta mucho para tomar una decisión tan trascendente como recalibrar el perfil bloquista, pasando del progresismo cantonista a una derecha más amiga del capitalismo liberal. Pero Rueda está midiendo los días. Y, en rigor de verdad, ya hizo algunos movimientos.

Tiene teléfono abierto con el diputado Peluc, prácticamente el propietario de La Libertad Avanza en San Juan. Esa conversación abierta abre todo un horizonte de posibilidades. Por otro lado, Rueda se acercó mucho a un heredero político importante del partido, abogado devenido en empresario, que tuvo un pasado militante en el PRO de Mauricio Macri. Compatibilidad asegurada con los libertarios.

Se trata nada menos que de Wbaldino Acosta Zapata, hijo del ex vicegobernador y ex gobernador homónimo. La cercanía de Rueda con Acosta gira en torno de esta construcción para 2025, con orientación hacia la centroderecha. A través de Acosta se podrían abrir nuevas puertas frente a un electorado harto de 'la casta' y de 'los políticos'.

Acosta podría ser el nexo para tentar a algún empresario que acepte representar al bloquismo en esta etapa liberal de la Argentina. Para algunos militantes, la noticia caerá como un baldazo de agua fría. Por ejemplo, para el ex diputado chimbero Andrés Chanampa.

Días atrás se lanzó públicamente como candidato a diputado nacional en una lista asociada al gobernador Marcelo Orrego. Que Rueda le haya permitido divulgar ese dibujo no implica que lo respalde.

Chanampa pasó de la diputación departamental a intentar disputarle la intendencia de Chimbas a Fabián Gramajo. Ganó por holgado margen Daniela Rodríguez, como es sabido. Pero Chanampa no quedó desamparado. Su partido le garantizó un lugar. Primero, le dio cobijo como asesor el intendente de Rawson, Carlos Munisaga. Luego la Legislatura lo nombró vocal del Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM).

Ahora bien, que Chanampa tenga el sueldo garantizado puede no dejarlo satisfecho. Es un dirigente acostumbrado a las batallas en el territorio y desaparecer de un día para el otro, refugiado en cargos de oficina, sería letal para su carrera en el corto plazo. Por eso es natural que quiera entrar en la discusión de las listas de diputados nacionales.

No es el plan de Rueda, que este año fue reelecto como presidente del partido y por lo tanto tiene las herramientas para orientar las voluntades en el Comité Central y en la Convención. El plan es construir bloquistas con peluca. Salvo que Milei se venga abajo. Y eso, hasta el año que viene, no parece que fuera a suceder.


JAQUE MATE

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El veranito de Milei impone un silencio estratégico en San Juan
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La condena de Cristina, bienvenida