'César es Gioja', decían los afiches de la campaña 2005 para el Senado. Era un modo de asociarlo a la popularidad de José Luis que se encontraba en ascenso, apalancado también en la ola kirchnerista. La sociedad política entre los hermanos se quebró en 2011, en ocasión de la enmienda constitucional para habilitar una segunda reelección del gobernador. Sin embargo, César es Gioja. Doce años después, no es solamente un slogan.

La familia Gioja marcó la historia del peronismo desde los '70. Cinco décadas han pasado y su injerencia goza de buena salud. Menguada, posiblemente, por el paso del tiempo. Sin el esplendor de aquellas elecciones arrasadoras del Frente para la Victoria, pero con un núcleo duro de dirigentes y militantes. Es una de las conclusiones nítidas de este 2023 recargado.

El audio viral de César que llamó a cortar la boleta, para votar solamente a Sergio Massa y Agustín Rossi, desechando a Sergio Uñac y el resto de la lista, sacudió nuevamente la interna peronista. Las tensiones apenas fueron aplacadas por la necesidad común que puso a todos del mismo lado. Como recita el Martín Fierro: 'los hermanos sean unidos (...) si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera'.

Tal vez el clásico de la literatura gauchesca argentina sea la definición más clara de lo sucedido en 2023. La interna justicialista que no supieron suturar contribuyó a ponerle punto final a un ciclo de 20 años de gobiernos peronistas en San Juan. En frente estuvo Marcelo Orrego, esperando pacientemente su turno, sustentado en el andamiaje que construyó sin prisa pero sin pausa su mentor, Roberto Basualdo.

El audio viral de César habrá indigestado a Sergio Uñac. El gobernador en retirada -golpeado por la derrota del 2 de julio cuando su hermano Rubén quedó tercero- logró ponerse de pie para seguir dando pelea cuando ganó la candidatura a senador en la primaria del 13 de agosto. Se la ganó a Juan Carlos, que también es Gioja. Pero los votos fueron mezquinos. Unión por la Patria terminó casi en un triple empate técnico con La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio. Como sucedió en el resto del país.

Entonces, Uñac necesita sobremanera retener los votos de Juan Carlos, para el próximo 22 de octubre. Aunque ningún dirigente es dueño de las urnas y dentro del cuarto oscuro cada quien elige lo que le dicte su conciencia, la foto de unidad del 14 de septiembre en el Hotel Viñas del Sol fue un gesto de alto contenido político. Que José Luis le estrechara la mano a Sergio fue equivalente a la pipa de la paz. O una tregua. En cualquier caso, un cese de hostilidades.

Está en juego la supervivencia del justicialismo sanjuanino en el Congreso de la Nación. Salir terceros aunque fuera por una mínima diferencia los dejaría excluidos del Senado. Pero jugar para atrás también sería condenado por el armado nacional de Unión por la Patria. Massa está caminando por la cuerda floja para llegar al balotaje.

Es ínfimo el peso relativo de San Juan en el padrón nacional, pero las diferencias son tan ajustadas que no hay aportes despreciables. Cada barrio cuenta, sin importar su magnitud.

El comentario disruptivo de César puso en riesgo de dinamitar aquella costosa foto de unidad. Como César es Gioja, su llamado a usar la tijerita en el cuarto oscuro podía interpretarse como el plan del giojismo en pleno. Tuvieron que salir a despegarse rápidamente los principales referentes de la línea 'San Juan Vuelve', para ahuyentar el fantasma de la conspiración. Lo hizo Fabián Gramajo, por ejemplo. También Franco Aranda.

Leonardo, que también es Gioja, tiene el ADN político de su padre, César. Pero también el de su tío José Luis. Se formó al lado del exgobernador en sus años de senador, cuando la Argentina estallaba en el 2001. Viene esperando la prometida renovación generacional para tomar la posta.

Este miércoles pasó por Banda Ancha y reivindicó las voces divergentes dentro del peronismo, aunque lamentó que se haya hecho público. En verdad, el audio de César estaba destinado a una conversación privada. El veterano dirigente habrá aprendido, de mala manera, que cualquiera puede cometer una infidelidad y reenviar lo que no debía. Ya pasó.

Para Leonardo, el PJ no puede caer en un disciplinamiento que signifique callarse. Dijo que su padre -a quien llamó César en todo momento- tiene una opinión particular. Recordó que fue el primero en enfrentarse a José Luis. Destacó que el mayor de los Gioja tiene el respeto de 'un grupo importante de compañeros' que le siguen pidiendo su parecer. En ese contexto se grabó el audio de la polémica.

Leonardo tomó distancia de las definiciones de su padre. Dijo abiertamente que votará la lista completa, porque es lo que necesita Massa. Pero aclaró que eso no significa alinearse con Uñac, sino avanzar en la misma dirección todos los que piensan en un mismo modelo de país.

Ni César, ni José Luis, ni Juan Carlos, ni Leonardo están pensando estrictamente en la banca de senador, sino en lo que vendrá después. Si Uñac quedara excluido el 22 de octubre, estaría en el llano. Si ganara un escaño, ¿recobraría fuerzas para intentar permanecer en la conducción del PJ? 

Ese es el quid de la cuestión: empieza a perfilarse quién liderará la oposición a Orrego a partir del 10 de diciembre. Es un tema tabú. Nadie lo blanquea, porque es inconveniente en este contexto de campaña. Pero está latente y subyace a todas las maniobras de uno y otro lado.

Lo que sí dijo Leonardo Gioja a viva voz es que ya no hay hegemonías en el peronismo. Está todo por construir. Cada quien tendrá que buscar su lugar y el rol que le toque. Estarán los Gioja, por supuesto. Los Uñac también. Y muchos más. El orden es todavía ciencia ficción.


JAQUE MATE