¿Qué puede variar en las 72 horas que faltan hasta la elección? Aparentemente, muy poco. Por supuesto los cuatro frentes que disputan las tres bancas jugarán a fondo hasta última hora, incluso gambeteando la veda electoral todo lo posible, aprovechando esa tierra de nadie que son las redes sociales. Pero, de verdad: ¿cuántos votos puede sumar o restar un posteo más o menos? ¿Acaso queda alguna denuncia por hacer? ¿Algún panfleto? Seguramente queda de todo. Difícilmente algo de lo que hayan reservado tuerza el destino de la decisión ciudadana.

Entonces, partiendo de la cuasi certeza de que la suerte está echada, parece oportuno enumerar las preguntas que tendrán respuesta el próximo domingo. Una por una, son las siguientes:

1- ¿El Frente de Todos logrará conservar su primer puesto en San Juan? A pesar de un fuerte desgranamiento de votos con respecto a elecciones anteriores y de la ola amarilla nacional, el oficialismo consiguió retener el territorio. Fue por una diferencia de apenas 5 puntos. Si el uñaquismo repitiera el resultado en la general, podrá cantar victoria. Se habrá quedado con dos de las tres bancas en juego. 

Pero ojo: Marcelo Orrego también podrá mostrarse más competitivo que nunca, con una situación de cuasi paridad. Será muy significativo como línea de largada para 2023. Si el Frente de Todos lograra ampliar la ventaja, Sergio Uñac podrá emerger nítidamente como una figura en el concierto de gobernadores peronistas. Fundamentalmente cuando se prevé que la mayoría de ellos salga maltratado en las urnas.

2- ¿Tiene margen Juntos por el Cambio para dar vuelta el resultado de las PASO y meter dos de los tres diputados? Todo es posible. Sin embargo, esa meta es difícil porque para empardarle al oficialismo primero tendría que sumar 18.000 votos y recién entonces hacer la diferencia hacia arriba, siempre contando con que Uñac no sume nada con respecto al 12 de septiembre. Es muy hipotético. Si llegara a suceder, el remezón en el gobierno provincial sería indisimulable.

3- ¿Consenso Ischigualasto conservará el caudal alcanzado en las PASO? El candidato Marcelo Arancibia fue una de las revelaciones de esta elección, porque superó todas las expectativas al alcanzar los 9 puntos en las primarias, mucho más que otros referentes históricos como Martín Turcumán y Nancy Avelín. Por supuesto que la alianza funcionó como un bloque sólido y aquellos dirigentes se sumaron a la campaña. Pero el expresidente del Foro de Abogados irrumpió en el escenario con una potencialidad hasta ahora no vista.

Por supuesto que su mayor riesgo es desmoronarse el próximo domingo. Sufrir una hemorragia de votos hacia Juntos por el Cambio. Pagar el costo de ser tercero en una disputa polarizada, que no tiene lugar más que para dos. Pero si aún contra esta adversidad lograra fidelizar a sus votantes y más o menos terminar con el mismo volumen que alcanzó en la primaria, también podrá celebrar su propia victoria. Habrá nacido una fuerza con aspiraciones serias de terciar en el reparto del poder. Un interlocutor protagónico en una provincia que venía bastante amodorrada en cuestiones políticas.

4- ¿La izquierda rompió efectivamente su nicho o apenas gozó del voto enojado con el peronismo? ¿Ese voto justicialista volverá al Frente de Todos o persistirá en la alternativa roja? Como el resto de las preguntas, esta solamente tendrá respuesta el próximo domingo. El candidato Cristian Jurado también irrumpió como una cara nueva. Aunque estuvo secundado por históricas como Mary Garrido y Gloria Cimino, su aparición fue una bocanada de aire fresco. Luego, si podrá o no retener los 7 puntos del 12 de septiembre o caerá a los valores tradicionales del espacio en la provincia, bueno, ya falta poco para verificarlo.

5- ¿Cuánto de lo que suceda este domingo se podrá tomar como punto de partida para el 2023, cuando habrá que elegir nuevamente presidente, gobernador e intendentes? Hay literatura para todos los gustos en este aspecto. Pero la historia reciente y no tanto demuestra que aún después de grandes reveses electorales en comicios de mitad de mandato, los oficialismos pudieron retener el poder. Le pasó a Néstor Kirchner, derrotado en Buenos Aires en 2009. Dos años después Cristina obtuvo el 54 por ciento en todo el país.

Y viceversa: aún cuando el gobierno haya arrasado en elecciones legislativas, eso no implica que tenga la presidencial en el bolsillo. Le sucedió a Mauricio Macri que ganando en 2017 en casi todo el país, en 2019 tuvo que irse como el primer Jefe de Estado no reelecto desde la reforma constitucional de 1994.

En lo estrictamente provincial, para Uñac la elección del domingo tendrá carácter de plebiscito, porque él mismo lo puso en esos términos. Saldrá fortalecido o debilitado, según el resultado que obtenga. Le interesará mucho a Uñac ampliar la diferencia con Orrego, para quitarle toda chance de festejar la cuasi paridad. Porque sí, este domingo en San Juan también se habrá empezado a disputar el 2023.

Walberto Allende (Frente de Todos), Susana Laciar (Juntos por el Cambio), Marcelo Arancibia (Consenso Ischigualasto) y Cristian Jurado (Frente de Izquierda Unidad)

Independientemente de las preguntas políticas, que permiten darle un marco al análisis necesario, queda una última consideración. Una consideración ciudadana. El próximo domingo, como una vez cada dos años, cada voto vale exactamente igual que el otro. Los políticos dependen de la voluntad popular. Despreciar ese poder no tiene sentido. Hay que hacerlo valer.


JAQUE MATE