Colorín colorado, el cuento de la Corte Suprema ¿ha terminado?
Tres hipótesis barajan en el entorno jurídico de Sergio Uñac frente al silencio inquietante del máximo tribunal. En dos de ellas el comicio llegará sin exclusiones y sin postergación.
Tres hipótesis barajaban en el entorno jurídico de Sergio Uñac este fin de semana previo a las elecciones, frente al silencio inquietante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En dos de ellas, el comicio llegará el próximo domingo sin exclusiones o, como dijo el propio gobernador, sin 'proscripción'. Pero quedará latente y amenazante una tercera alternativa, que mantendrá en vilo a todo el arco político sanjuanino hasta último momento.
La Corte tiene en sus manos dos presentaciones formuladas por la oposición contra la candidatura de Uñac. Una lleva la firma de los abogados del PRO y la UCR del frente que lidera Marcelo Orrego, Unidos por San Juan. La otra fue impulsada por Sergio Vallejos. Ambas sostienen que el gobernador no puede competir porque está impedido por el artículo 175 de la Constitución Provincial.
La controversia ya pasó por el Tribunal Electoral Provincial que falló a favor de Uñac. Rechazó toda la argumentación jurídica de los opositores y dejó firme la lista de la subagrupación Vamos San Juan.
Disconformes con la resolución, los opositores saltaron directamente hasta el máximo tribunal argentino, esperanzados en lograr un final semejante al de Río Negro, La Rioja y Santiago del Estero. En esos tres antecedentes los gobernadores tuvieron que retirar sus candidaturas sobre el filo de la votación, tras la intervención directa de los cortesanos.
Pero las dos presentaciones contra Uñac empezaron con el pie izquierdo. La Procuración General de la Corte dictaminó que el tribunal no es competente. Por lo tanto, la controversia debía quedar en manos de los sanjuaninos. Es decir, que el gobernador podrá competir sin restricción alguna.
De todos modos, ese dictamen no es vinculante para los jueces. Podían desoír a la Procuración, tomar el caso y expedirse al respecto, como ya lo hicieron con las otras tres provincias antes mencionadas. Esa expectativa guardaba la oposición. Pero pasaron cosas, como dijo un expresidente.
La semana pasada fue extraordinaria por el feriado del lunes 1 de mayo. La Corte unificó las dos reuniones que habitualmente se celebran los martes y jueves. El cónclave sucedió el miércoles. Ahí recibieron el caso sanjuanino. Sin embargo, la noticia llegó a estas tierras con bastante demora, un día después. Se aguardó inútilmente una novedad para el jueves, que nunca llegó.
La Corte guardó silencio y dejó descolocada a la oposición que pasó de la euforia al desconcierto. El candidato a gobernador Marcelo Arancibia, que comparte frente electoral con Orrego y con Vallejos, protestó fuertemente el viernes. Acusó a los cortesanos de haber convalidado por inacción a Uñac. Y amenazó con iniciarles juicio político.
Para Arancibia, ya no hay tiempo para que prospere ninguna acción contra la candidatura del gobernador. Dejaron correr los días hasta volver imposible la tramitación de una cuestión tan compleja.
Esta siempre fue la máxima aspiración del equipo jurídico uñaquista: que la Corte Suprema no se expidiera siquiera sobre su competencia en el asunto. Que la última palabra fuera la de la Procuración General. De este modo -como interpretó Arancibia- el gobernador quedará habilitado sin reparos para ir por otro mandato consecutivo.
Este es el estado actual de la controversia, a seis días de ir a las urnas. Pero, a diferencia de Arancibia, el uñaquismo todavía mantiene la guardia en alto. No está todo dicho. Quedan otras dos hipótesis en consideración, con distinto grado de probabilidad.
Una es que la Corte cuando se vuelva a reunir este martes se pronuncie oficialmente sobre la admisibilidad de las presentaciones y que, como dictaminó la Procuración General, se declare incompetente. De este modo, el asunto quedaría concluido. Habrá ganado Uñac la batalla en los tribunales.
La otra alternativa, mucho más remota pero aún posible, sería que la Corte este martes se declare competente para entender en la causa sanjuanina. En tal caso y estando tan cerca los comicios, debería inmediatamente ordenar una reprogramación del calendario para poder analizar la cuestión de fondo con el tiempo suficiente. Sería un remezón tremendo, no solo para Uñac sino para toda la grilla de candidatos.
Esta última opción, extrema, prácticamente ha sido descartada por la oposición si se toma en cuenta el descargo enérgico de Arancibia. Incluso, el Auditor General de la Nación, Miguel Pichetto, deslizó anticipadamente una crítica en el mismo sentido a los cortesanos el jueves pasado en San Juan. Pero el uñaquismo no se relajó. Esta hipótesis no pasó al archivo.
La política requiere ensayar escenarios. Más aún en contexto de campaña electoral. Por eso habrá que imaginar esta semana con tres finales posibles: en el primero, la Corte Suprema seguiría en silencio y avalando implícitamente a Uñac; en el segundo, se declararía incompetente y también dejaría al gobernador en carrera; en el tercero, declarándose competente en la controversia, debería derribar todo el calendario electoral pagando el costo que ello implica.
La Corte no tiene plazos para expedirse. Sin embargo, esta vez sí hay una línea final: el domingo 14 de mayo votará un padrón de más de 600.000 electores. Después de haberse consumado el comicio, el máximo tribunal no podría intervenir sobre lo que ya sucedió. Entonces, el plazo está. Es fáctico. Y todavía hay tiempo para que suceda lo más extremo, aunque parezca poco probable.
JAQUE MATE