Detrás de la cuidada puesta en escena, hubo un dato político revelador en la presentación del 'Foro de ideas para el San Juan del mañana' que hizo Marcelo Orrego el pasado jueves 17 de noviembre. Por primera vez en 20 años la oposición está elaborando un plan de gobierno y no solo un documento de propuestas para la campaña. Hay una marcada diferencia entre una cosa y la otra. Juntos por el Cambio está midiendo escenarios y las chances de llegar ya no son remotas.

Entonces, mientras sostienen el frente judicial para derribar la Ley de Lemas, mientras diseñan una campaña que les permita ser competitivos en los términos del nuevo sistema electoral, tienen 14 comisiones o mesas de trabajo analizando área por área, en una virtual estructura de gobierno apta para hacerse cargo llegado el momento. 

Como se habrá visto, son tres cuestiones que corren por carriles paralelos: la batalla judicial, el diseño de la estrategia y la confección del plan de gobierno. Falta bastante todavía para ir a votar, pero el calendario tendrá una interrupción inevitable en enero y en febrero las fechas podrían precipitarse. Durante el primer bimestre de 2023 Sergio Uñac podría firmar el decreto para convocar a elecciones en mayo. Es una hipótesis que hoy marca el ritmo de todo el tablero político.

Por lo bajo, los plazos empezaron a correr. El acto que encabezó Orrego el 17 de noviembre fue estrictamente político. Sirvió para mostrarse y mostrar equipos. Pero hubo subtexto del cual poco se habló, hasta ahora.

El primer dato relevante está en el número de comisiones del foro orreguista. No fue caprichoso que se organizaran en 14 mesas de trabajo. Una fuente del espacio confirmó que tomaron la estructura actual del gobierno de Uñac, entre ministerios y secretarías de Estado. Calcaron el organigrama por una razón objetiva: así está disponible la información.

Orrego en la presentación de su 'Foro de Ideas' el jueves 17 de noviembre

Mucho antes del acting del 17 de noviembre, los equipos empezaron a movilizarse en abril. En mayo arrancaron las tareas. Fueron sumando colaboradores externos, algunos de los cuales prefirieron no exponerse en la presentación política. Hurgaron en cada presupuesto y en cada ejecución presupuestaria, en la medida en que tuvieron acceso a los números. Prácticamente entrando a diciembre consideran que terminaron la fase del diagnóstico.

A cargo de la coordinación de los cuerpos técnicos estuvieron Emilio Achem y María Rita 'Maru' Lascano. El primero tiene una larga relación con los hermanos Orrego. Hoy se desempeña como Jefe de Gabinete de la Municipalidad de Santa Lucía. Es el elegido para competir por la intendencia de Rawson, aunque saben que corre con mucha desventaja frente al multitudinario abanico peronista.

Por su parte, Lascano es la coordinadora de Gabinete de la Municipalidad de Rivadavia, mano derecha de Fabián Martín. Habrá que observar sus pasos en adelante. Ya ocupa un lugar destacado en la estructura. Por otro lado, resulta interesante la doble conducción en manos de un orreguista y una martinista. Hacia afuera rechazarán esa identificación, pero salta a la vista.

En esta misma medida se afianza la posibilidad de que Orrego complete su fórmula con Martín. Durante un tiempo se barajó la alternativa de que fueran en listas diferentes para acomodarse a la Ley de Lemas. Sin embargo, esa idea se evaporó rápidamente. Representan un mismo proyecto y comparten el mismo electorado. Juntos por el Cambio tendrá que ofrecer al menos otro candidato a gobernador pero debería ser alguien que sume votos diferentes a los que ya tienen.

El PRO anunció que anotará lista propia tanto para las categorías provinciales como las municipales. Lo dijo el exdiputado nacional Eduardo Cáceres. Sin embargo, no están pensando en desafiar a Orrego. Las mediciones previas ponen al santaluceño muy por encima de cualquier otro retador interno. La aparición de candidatos paralelos tendría el único efecto de sumar para hacerle frente al oficialismo.

También podría aparecer una lista con Marcelo Arancibia a la cabeza, por dentro de Juntos por el Cambio. El dirigente del GEN prefirió guardar la compostura cuando fue consultado al respecto esta semana en Banda Ancha. Pero es una posibilidad, en el afán de colaborar con Orrego y Martín.

Arancibia rivalizó duramente con el orreguismo en las elecciones legislativas del año pasado. Su incorporación a Juntos por el Cambio para 2023 tendría sentido si lograra ampliar la base electoral.

Juntos por el Cambio espera que el oficialismo descubra su juego. Hasta ahora calculan que se enfrentarán con Sergio Uñac y con José Luis Gioja, cada uno por su lado pero aliados gracias a la Ley de Lemas. Los votos del gobernador y los del exgobernador terminarán sumándose, si es que finalmente se anotan ambos en la contienda.

Una fuente muy cercana a Orrego reconoció que la mayor fortaleza de su espacio es la competitividad del candidato a gobernador. Cuentan con su efecto arrastre para elevar las expectativas de los candidatos en los municipios. Tendrán que ofrecer varias alternativas en los departamentos, porque así lo pide el nuevo sistema electoral, pero no imaginan una contienda interna multitudinaria. No tienen tantas figuras instaladas.

Esa es la gran diferencia con el PJ y aliados. El Frente de Todos se asienta en fuertes estructuras municipales, con la mayoría de las intendencias jugando para el mismo equipo y dirigentes muy potentes sobre todo en el eje Norte-Sur, de Chimbas a Rawson pasando por Capital.

El análisis departamento por departamento merece una columna aparte. Por ahora alcanza con identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que empieza a divisar Juntos por el Cambio. Precisamente de esta lectura se desprende una decisión inédita: diseñar un plan de gobierno como nunca antes lo hicieron, porque las chances de llegar ya no son remotas.


JAQUE MATE