El contrapunto por el RIGI con Marcelo Orrego le dio nuevo aire a Sergio Uñac. No fue ni será una pelea de fondo. Simplemente, una pirotecnia menor. Pero le sirvió al ex gobernador para reclamar el título de 'jefe de la oposición' en medio de la disputa interna del Partido Justicialista.

Hubo por supuesto efectos colaterales. Oponerse al RIGI le abrió a Uñac una serie de flancos con sectores con los que siempre tuvo buen diálogo. Por ejemplo, la Cámara Minera. El incidente pasará rápidamente al archivo.

Uñac reflexionó en voz alta en una conversación sobre fines de la semana pasada precisamente eso. Le vino bien el picoteo por redes con Orrego para desperezar la política. Que el gobernador lo suba al ring fue puro beneficio para el senador.

Fue lo que ganó Uñac cuando asumió su banca en la Cámara Alta el 10 de diciembre del año pasado: tener cierta visibilidad en un contexto de peronismo de capa caída. Esa inercia le permitirá tener voz y voto en estos días cruciales, cuando se afinan los nombres de la lista de unidad del PJ.

Será el lunes 24 finalmente la fecha de convocatoria al Consejo Provincial del PJ, según dijo una alta fuente partidaria. Entonces los consejeros le darán luz verde al calendario interno, para consagrar a las nuevas autoridades el 11 de agosto. 

El solo hecho de que haya fechas definidas implica el grado de progreso que tiene el acuerdo político entre Uñac y José Luis Gioja. Sin ese acuerdo de cúpula, nadie estaría pensando en la convocatoria. 

La unidad fue el condicionante de origen, de ambos lados. La confrontación se descartó tempranamente. Algunos con mayor vehemencia, otros más discretamente, admitieron que la división les terminó costando el poder.

Tejer la unidad implicó desde el principio un renunciamiento bipartito: ni Uñac ni Gioja podían aspirar a encabezar. Por supuesto tendrán sus referentes diseminados en distintas posiciones, cuyo reparto será bastante indicativo de los términos de la negociación. Pero esta nueva etapa debería permitir el surgimiento de nuevas figuras.

Aún así, ese traspaso no debería silenciar a Uñac, en tanto y en cuanto pueda rivalizar con Orrego periódicamente. El capítulo del RIGI contribuyó a ese plan de permanencia. Aunque le cueste un distanciamiento circunstancial del sector empresario -fundamentalmente minero- le reditúa mucho más hacia adentro del peronismo. Nadie podrá reprocharle nada. Los que votaron a favor terminaron cargando el mote de traidores a la patria. Uñac zafó de esa condena y hoy, en este contexto, es una cucarda.

Tallar en el reparto de lugares de la interna justicialista será apenas el primer paso. Es previsible que tanto Uñac como Gioja hayan puesto sobre la mesa de la negociación los términos de las candidaturas para el año que viene. El justicialismo tendrá una parada difícil para renovar las dos bancas de diputados nacionales.

En 2025 finalizarán los mandatos de Walberto Allende y Fabiola Aubone. El precedente de 2023 es mal augurio para el ex Frente de Todos, porque perdió un lugar. Salieron José Luis Gioja y Graciela Caselles. Y en su lugar solamente ingresó Jorge 'Koki' Chica.

Por lo tanto, la unidad para el año próximo también resulta imperativa. ¿Para quién será el primer lugar de la fórmula? ¿Y el segundo? Quien diga que esto no se está analizando por estas horas, en medio de la discusión interna partidaria, falta a la verdad.

Por eso hay tanto interés en la reconfiguración del PJ. Quien se quede afuera tendrá que buscar otras alternativas para soñar con una candidatura el año que viene. Tal vez sea el caso de Fabián Gramajo.

El ex intendente chimbero todavía arma estructura propia para entrar en la conversación de Uñac y Gioja. Hoy tiene dos caminos por delante: acepta el lugar que le ofrezcan para su agrupación o presenta lista propia, a sabiendas de que será una competencia muy desigual.

Esta semana corta habrá muchos feriados y poco descanso en la interna peronista. Cuando se reúna el lunes que viene el Consejo Provincial las cartas estarán sobre la mesa. Habrá empezado la cuenta regresiva para la presentación de listas. Negociaciones febriles y, hay que decirlo también, algún sapo a tragar. Porque así es la política.

Todo lo que suceda en adelante, habrá que pasarlo por este tamiz. Cada movimiento de Uñac, Gioja y compañía estará teñido por esta ebullición interna. Ni el RIGI escapó a esta lógica. Mucho menos el picoteo servido por Orrego.


JAQUE MATE