Algunos diputados y diputadas de la Legislatura están abriendo el paraguas antes de que llueva. No hay ni siquiera un borrador de la Ley de Lemas que vendría en reemplazo de las PASO derogadas, pero como todos entienden que es inminente ese tratamiento, hay acaloradas mesas de café e incluso alguna advertencia. Una de las preocupaciones está en la base de la pirámide: las concejalías.

El vicegobernador Roberto Gattoni ya tuvo que escuchar algún planteo al respecto, en reserva en su despacho. Hay legisladores que quieren ser candidatos a intendente y vienen pidiendo que las bancas de cada Concejo Deliberante se puedan repartir por sistema D'Hont. 

Están sentando precedente porque hay intendentes que resisten esta modalidad. Exigen meter lista propia completa. Es decir, el que sale primero se lleva todo.

Vale como ejemplo citar a Capital, donde Emilio Baistrocchi buscará la reelección el año que viene y seguramente encabezará su propio sublema, con su lista de concejales. Una cosa sería que ganara con todos los ediles de su propio espacio y otra muy diferente sería que tuviera que ceder bancas a quienes compitieron internamente contra él.

Desde esa perspectiva, hay una cuestión de gobernabilidad. A todo intendente -como a todo gobernador y presidente de la Nación- le interesa tener mayoría propia en el Poder Legislativo. Cuando se divide la representación hay que negociar. La gestión se complica.

Hay una pulseada anticipada entre los intendentes que repiten y los diputados que tienen aspiraciones a desembarcar en el municipio. En la hipótesis de la Ley de Lemas, uno saldrá primero pero los otros le sumarán a ese que mayor cantidad de votos obtenga. Los segundos reclaman tener bancas de concejales como compensación. No quedarse con las manos vacías.

A cambio de la victoria, el intendente que gane tendría que tolerar un bloque oficialista multicolor. Hay antecedentes de Concejos Deliberantes que entraron en conflicto con los jefes comunales. Y esa sombra está siempre latente.

Uno de los promotores del sistema de representación proporcional D'Hont para intercalar concejales es el diputado Andrés Chanampa. Como presidente del bloque bloquista le adelantó a Gattoni que pondrán esa condición en el debate en el recinto: la Ley de Lemas deberá incluir el reparto de bancas en el ámbito municipal.

El vicegobernador buscó tranquilizar al bloquismo recordándoles que todavía no hay nada ni siquiera en borrador. Es cierto que no ha ingresado ningún proyecto a la Cámara de Diputados, pero se viene hablando al respecto informalmente desde que fueron derogadas las primarias.

Meter lista completa es una postura de los intendentes, pero los intendentes no votan la ley. Entonces se contraponen los intereses. Para modificar el sistema electoral hará falta un gran acuerdo político: dos tercios de los votos en sesión especial. Ese pacto debe incluir a cada pata integrante del oficialismo, por lo menos. Juntos por el Cambio amenazó con judicializar cualquier reforma electoral por extemporánea.

Por lo tanto, Gattoni tendrá que actuar con mano de seda si quiere evitar lo sucedido el 16 de diciembre del año pasado, cuando la derogación de las PASO sobre tablas terminó escandalosamente, con tres presentaciones judiciales que todavía están tramitándose, ocho meses después.

El presidente del Partido Bloquista, Luis Rueda, tiene una estrecha relación con el gobernador Sergio Uñac. Pero todavía no bajó ninguna coordenada hacia sus correligionarios. El mensaje sigue siendo: no hay nada firme, hay que esperar. Mientras tanto, preparaban una reunión en el Comité central este miércoles con los concejales de toda la provincia para escuchar reclamos.

El año pasado el bloquismo se quedó en el amague de competir con lista propia para la legislativa nacional. Hoy dicen que no hay marcha atrás, que en 2023 participarán en todos los departamentos. Por eso les resulta de extrema sensibilidad la letra fina que contenga finalmente la Ley de Lemas.

Nuevamente sirve de ejemplo Capital. Lo único seguro es que Baistrocchi irá por la reelección. Pero también es posible que aparezca otro candidato peronista, en otro sublema. El bloquismo intentará tener su propia lista, por dentro del Frente de Todos. En este caso, si el intendente resultara ganador, tendría un bloque oficialista dividido en tres.

Además de Graciela Caselles, quien está lanzada hace tiempo por la Intendencia de Capital -ahora de la mano de Sergio Massa-, hay otros referentes que tienen aspiraciones: Alfredo Nardi, Laura Adámoli, Darío Maratta, Alejandro Bravo y varios más. Sería lógico que entre todos empujen por tener bancas de concejales aunque no ganen la elección, porque estarán aportando votos al Frente de Todos.

Para Uñac y el selecto círculo que evalúa por estas horas el régimen electoral más conveniente, el caso de los municipios no es un tema menor. No por tratarse de la base de la pirámide, las concejalías tienen poca trascendencia. Por el contrario, el próximo comicio parece depender como nunca de la construcción desde abajo hacia arriba. Cada voto cuenta.

'Van a tener que acordar con todos', reflexionó días atrás un operador político del amplio abanico oficialista. El pacto, entendido así, debería incluir a las expresiones disidentes del peronismo, al bloquismo y también al resto de los aliados. Posiblemente el uñaquismo esté midiendo los tiempos oportunos para instalar el debate. El gobernador lo puso en manos de la Legislatura cuando abrió sesiones el 1 de abril. Nadie movió un dedo dentro del recinto. Está implícito: el banderazo de largada será en Libertador y Paula.


JAQUE MATE