'Vamos a luchar sin descanso para que las obras, y en especial las viviendas, sigan teniendo financiamiento nacional', dijo el gobernador Marcelo Orrego en su discurso inaugural. La respuesta del otro lado no se hizo esperar: 'no hay plata'. Más que ladrillos, hay unos 12.000 puestos de trabajo en juego y toda una cadena de pagos que sostener. Ya no es una conjetura ni 'campaña del miedo'. Asoma el primer cortocircuito inevitable con Nación.

'Defenderemos con fuerza lo que es de los sanjuaninos', dijo Orrego en su mensaje ante la Legislatura. Puesto en esos términos, está dispuesto a insistir tantas veces como sea necesario. Pero la actitud libertaria sigue irreductible. Así lo hizo saber este lunes el diputado nacional José Peluc en Banda Ancha.

Con firmeza pero con sumo cuidado, el legislador ratificó la decisión original de cortar abruptamente los fondos para obra pública. Firmeza, porque es lo que Javier Milei definió como 'medidas de shock inevitables' para encarrilar la economía dañada por la inflación. 

Pero Peluc también fue muy cuidadoso. ¿Por qué? Porque debe evitar malas interpretaciones. Que Orrego reciba una negativa podría interpretarse como un bloqueo político para perjudicarlo. En la jerga tradicional, alguno sospechará que 'le pisaron la manguera'.

Peluc repitió que 'el financiamiento de la obra pública en esta primera etapa es cero peso'. Y pidió, por favor, no entrar en polémica. Esto último no dependerá de él, claramente. La controversia está planteada desde el momento mismo en que se puso en marcha la motosierra. Cada recorte tendrá consecuencias. Y la reacción, más que natural, será ineludible.

No solo saltará Orrego y su equipo de colaboradores, sino el conjunto de gobernadores de todo el país, afectados de igual manera. Pero el asunto no se reduce al humor de los mandatarios provinciales recién llegados. Abarca sobre todo al sector empresario de la construcción, a sus proveedores y a unos 12.000 trabajadores en el caso de San Juan.

Sostener o cortar la cadena de pagos tendrá impacto directo en ese rubro y en la economía doméstica en general, atento al efecto dinamizador que tiene la obra pública. Nunca figuró en el plan libertario darle continuidad a ese modelo. En eso, no hay sorpresas.

'Lo que pasa es que los políticos no están acostumbrados a que quien gobierne diga las cosas tal cual son. No hay doble discurso', sostuvo Peluc. 'Tenemos que ser muy coherentes y muy cuidadosos con las palabras porque después van a decir que tal o cual puso trabas. No es así', aclaró el diputado libertario.

A diferencia de otros dirigentes alineados con Milei, Peluc tiene una vasta experiencia política. Con Orrego compartieron militancia en la génesis de Producción y Trabajo. Por lo tanto, su aclaración final fue muy significativa. Si quedó algún rencor por viejas peleas, hoy necesitan dejarlo de lado para evitar complicaciones adicionales.

El momento es delicadísimo y las medidas de shock traerán mayores obstáculos en el corto plazo. También vale aclararlo: no es una predicción interesada, sino simplemente el anuncio explícito del presidente en las escalinatas del Congreso. Vienen tiempos difíciles. Mucho más que los actuales. Según el dogma libertario, después del sacrificio extremo llegará el alivio, allá a mediados o finales del año 2025.

Planchar la obra pública es parte del plan mileista pero no del programa orreguista. El gobernador de San Juan ratificó este domingo en la Legislatura, ante los diputados y el pueblo, su compromiso fundamentalmente con la vivienda. La mayor parte de los recursos para sostener el ritmo de ejecución de unas 5.000 casas, proviene de Nación. O provenía de Nación. A esta altura lo correcto es conjugar en pretérito.

'Defenderemos con fuerza lo que es de los sanjuaninos', sostuvo Orrego, para luego comprometerse en 'hacer más eficiente el gasto' y 'buscar nuevas formas de financiamiento'. Una cosa llegará de la mano de la otra. Si Nación cierra el grifo de fondos -y a eso habría que darlo por hecho- la provincia tendrá que golpear otras puertas.

Por citar un ejemplo, cabe mencionar que San Juan tiene convenios firmados con el BID. ¿Acaso esta institución crediticia ofrece líneas de financiamiento para viviendas sociales? En caso afirmativo, la provincia estará incrementando su deuda a cambio de sostener el ritmo de construcción.

A este predicamento habrá que sumarle un factor extra. La gestión de Sergio Uñac dejó sorteados y preadjudicados 18 barrios que Orrego tendría que finalizar de aquí a mediados del año próximo, para cumplir con la entrega pactada.

El gobernador afinó el lápiz para sacarle jugo al presupuesto. El domingo anunció un recorte del 30 por ciento del gasto político. Así envió un mensaje de austeridad que, por supuesto, tendrá correlato con otras medidas tal vez menos cómodas. Una de ellas se informó oficialmente este lunes por la tarde. 

Apenas 24 horas después de la asunción, la nueva gestión eliminó todas las designaciones que hizo la administración uñaquista fuera de término, sobre la hora de irse del poder.

Un par de horas antes, Orrego recibió la réplica de Uñac por redes sociales, por haber dicho que le dejó la provincia 'en una situación compleja'. El fin de año se aproxima en un clima de tensión política. El cortocircuito por la obra pública no tiene reversa.


JAQUE MATE