Hubo besos y abrazos. Fue la síntesis del desahogo después de siete largos meses de lejanía forzada por la pandemia. Esas postales dejó la llegada del primer vuelo a Mendoza este jueves, la provincia cuyana más conectada por tierra y aire con el resto del país. Pero no fue solamente un tema de emociones. El reestreno de los viajes aéreos en la vecina del Sur dejó algunos otros datos a considerar aquí, en San Juan.

Sergio Uñac, como cada gobernador que lo precedió en Desamparados, sigue mirando de reojo lo que sucede pasando el control de San Carlos. Durante todo el desarrollo de la peste, Mendoza fue el espejo donde ningún sanjuanino se quiso mirar, por el descomunal avance de contagios y las terapias intensivas al borde del colapso permanente. Pero en esta oportunidad, la hermana mayor de Cuyo tomó la delantera. Un poco por historia, porque siempre hizo valer su título de cabecera de región. Pero también ganó casilleros con una llamativa flexibilidad que facilitó al extremo el arribo de personas.

Los más de 80 pasajeros que partieron del Aeropuerto Internacional de Ezeiza con destino a El Plumerillo, solo tuvieron que gestionarse el permiso de circulación nacional. Una vez en tierra, no debieron guardar aislamiento en hoteles. Ni portar una PCR o mínimamente un testeo rápido negativo. Esta laxitud resuelta por el gobierno de Rodolfo Suárez, aceitó los engranajes con Aerolíneas Argentinas. Y también será un precedente valorado por las low cost que temen que las condiciones impuestas por las provincias frenen sus ventas de pasajes, por el gasto adicional en un hisopado por ejemplo.

Suárez, que hoy está aislado en su domicilio porque su hija de 16 años tiene Covid-19, se ha caracterizado por abrir la provincia más que por cerrar. Ha pagado el costo con la tasa de contagios y la cantidad de fallecidos también. Pero su línea ha sido coherente en el tiempo.

El primer vuelo de Aerolíneas Argentinas a San Juan, después de los siete meses de parálisis, llegará el próximo martes. Y será el único en la semana, contra cuatro que anotó Mendoza en este arranque. Al igual que en el resto del país, solo podrán viajar trabajadores esenciales o exceptuados, y personas que requieren trasladarse por un tratamiento médico. 

Uñac sentó posición este jueves en rueda de prensa en La Puntilla, en San Martín. "Lo que queda es empezar a conectar el país nuevamente", dijo el gobernador. Es volver a empezar, con protocolos, bajo la nueva normalidad y pese al pico de contagios en el interior. En plan de reactivar la economía, el pocitano no quiere quedar relegado. Incluso confesó que mantuvo una charla con la presidenta de la autoridad de aviación nacional, la ANAC, para hablar sobre el punto.

A Uñac no le resultó indiferente que en esta nueva largada, San Juan arranque con un vuelo semanal y Mendoza con cuatro. Lo mencionó enfáticamente ante las cámaras y los micrófonos encendidos. Dijo: "Queremos ir recuperando el tránsito aéreo habitual que tenía la provincia cuando las condiciones epidemiológicas así lo permitan". El GPS tiene una ruta trazada y es volver a conectar el Domingo Faustino Sarmiento cuanto antes.

La ministra de Turismo, Claudia Grynszpan, sigue haciendo las gestiones por su parte. Le toca encabezar el Consejo Federal de Turismo y desde ahí tener un panorama completo del país. Es el sector de la economía más castigado por la pandemia y hubo una serie de auxilios del Estado. Pero la verdadera expectativa es la reactivación. Sin embargo, esta canasta de necesidades tiene que pasar por el filtro del Comité Covid-19 de San Juan.

Este jueves se alcanzó los 3.000 casos positivos acumulados, contabilizando los 180 nuevos registrados en la jornada. Más de 1.000 casos sospechosos pendientes de prueba de laboratorio amenazan con seguir elevando dramáticamente la curva de contagios. Y aún así, está todo dentro de lo previsto. Es el modo en que se comporta la peste y mientras la terapias intensivas tengan capacidad, no se encenderá la luz amarilla. El equilibrio es extremadamente frágil.

Así como Mendoza empezó a recibir vuelos sin imponer cuarentena en hoteles ni pedir testeo negativo para ingresar a la provincia, también lo hizo Córdoba. En el otro extremo quedó Formosa, que directamente se bajó del calendario de Aerolíneas Argentinas sin fecha. Y Santa Cruz, que pidió posponer los arribos hasta noviembre. San Juan quedó en el medio, midiendo milimétricamente las condiciones compatibles con el momento crítico y la necesidad urgente. Ese justo medio que le permita frenar el ingreso indiscriminado de Coronavirus sin detonar la conectividad aérea, estratégica en términos económicos.

JAQUE MATE