El abismo, el último recurso de Rubén García
Si no hay un cese en las hostilidades, el peronismo podría perder el municipio en 2023. Con ese argumento el intendente intenta aplacar la guerra interna que se tornó inmanejable.
Como cantaba Facundo Cabral, 'no soy de aquí ni soy de allá'. Así quedó el intendente de Rawson, Rubén García, enfrentado ferozmente con el giojismo que lo alumbró y apenas contenido por el uñaquismo, al que no pertenece. Frente a esa realidad innegable y la arremetida del Concejo Deliberante, el jefe comunal encontró un último recurso: el abismo. Si no hay un cese en las hostilidades, el peronismo podría perder el municipio en 2023.
Este jueves en Banda Ancha el intendente ratificó la estrategia que mostró días atrás. Acusó a los concejales de golpistas y calificó la interpelación como una locura. Dijo que hay una intención política detrás de los resortes institucionales. Y que no existe la menor posibilidad de que pueda prosperar un juicio político en su contra. Igualmente lo pueden activar en cualquier momento y es consciente de ello, más allá de que termine o no en destitución.
Sin embargo, en medio del combate hizo un alto al fuego por primera vez. Rescató la ficha de afiliación e hizo un llamado a los peronistas de Rawson. 'Esto se tendría que haber resuelto de otra forma y no estar dándole de comer a otros sectores', reflexionó el intendente en voz alta.
Ninguna revelación, por cierto. La oposición podría capitalizar el fastidio de los vecinos mientras siga escalando la guerra intestina del PJ. A fin de cuentas, fuera de la burbuja compuesta por dirigentes, militantes y la prensa, al ciudadano común solo le interesa tener el barrio limpio, iluminado y seguro.
Sin embargo una cosa va de la mano de la otra. Porque está demostrado que los conflictos políticos pueden incidir en la gestión, aunque García jure que no se resintieron los servicios a pesar de su enfrentamiento con el sindicato municipal SUOEM, al que también acusó de estar entreverado con los concejales giojistas.
El día de la interpelación quedó al desnudo la participación de los trabajadores que se manifestaban en las puertas del municipio. Según el intendente todo fue espontáneo, no movilizaron a nadie. De todas maneras fue una postal complicada de digerir para cualquier vecino. Ese día, a esa hora, el empleado que acompañó a uno u otro sector no pudo cumplir con sus tareas cotidianas. No estuvo en su puesto.
Si al presidente del Concejo Deliberante, Juan Carlos Salvado, le resultó 'insuficiente' la información que le brindó García en la interpelación, es una cuestión de carácter institucional. Pero también tiene connotación política. Es tan visible la ruptura de relaciones que se trasluce hasta en la terminología. '¡Lo que queremos es que este cristiano ponga los pies sobre la tierra!', dijo el concejal al diario Tiempo de San Juan. Usó esas palabras, sin el menor intento de disimular. Todo se rompió.
Rawson no es cualquier departamento. No solo es el más numeroso en votantes en toda la provincia, sino que es un bastión del PJ desde 2003 en adelante. Junto con Chimbas tiene el poder de contrarrestar la fortaleza de Juntos por el Cambio en Santa Lucía y Rivadavia. Por lo tanto, el Frente de Todos no solo tiene la necesidad de retener el municipio sino también de cuidar ese aporte sustancial para revalidar el poder en la provincia.
'No caigamos en el error de dividir más al peronismo porque podemos perder todo', disparó García este jueves en Banda Ancha. Así, sin anestesia. No fue una observación original. Es una advertencia que también vienen haciendo en voz baja en la Junta Departamental y en otros espacios que coexisten dentro del amplio abanico justicialista. Sin embargo, fue la primera vez que alguien lo planteó así, de cara al sol, con las cámaras y micrófonos encendidos. Y fue el intendente.
Ese es el abismo de García y del peronismo. Perderlo todo significa tensar tanto la cuerda que al final se termine cortando. Por todo lo expuesto, impactaría no solo en el municipio sino también en la provincia. García habló con Uñac al respecto.
La comunicación fue el día previo a la interpelación. Según el intendente, el gobernador le dijo que no estaba de acuerdo con el zafarrancho político. Además le hizo un pedido bastante claro y fácil de interpretar: que bajen un poco la pelota. Bueno, no ha sucedido nada que se le parezca. Por el contrario, la temperatura siguió en ascenso.
Después de que Salvado le pidió al 'cristiano' que 'ponga los pies sobre la tierra', García contestó con más denuncias de desestabilización. La paz no aparece. Mientras tanto, el resto de los actores protagónicos del peronismo rawsino se abre de la disputa y, de refilón, llama a la cordura. Si explota la bomba, nadie podría medir hasta dónde llegarán las esquirlas. ¿Quién saldría intacto de una confrontación semejante?
Desde Pablo García Nieto hasta Marcos Andino y Carlos Munisaga buscaron apartarse del picoteo entre el intendente y los concejales. Pero lo hicieron en puntitas de pie. No avalaron la interpelación ni mucho menos el fantasma del juicio político. Pero al mismo tiempo se cuidaron de respaldar a Rubén García. Es una situación incómoda para todos, porque luego en el territorio tendrán que explicarle al vecino que son ajenos a este conflicto. ¿Lo son? Y que el peronismo necesita continuar en el poder para remediar lo que salió mal.
San Juan irá a las urnas entre abril y mayo, aparentemente, pero Rubén García y los concejales tendrán que convivir y gestionar hasta el 10 de diciembre de 2023. El intendente está en el filo de sus posibilidades. Por momentos, arrinconado. Pero si cayera al abismo no se iría solo. Ahí está su último recurso.
JAQUE MATE