Sabor agridulce habrá dejado en el uñaquismo el posteo de Juan Carlos Gioja esta semana. Por un lado, prácticamente confirmó la candidatura de su hermano José Luis para gobernador en 2023. Fue una señal muy esperada, cuando empezaban a crecer los rumores/temores de que hubiera marcha atrás. La postulación del diputado nacional a esta altura es una necesidad para sumar votos en el marco de la Ley de Lemas rebautizada como SIPAD. Pero, por otro lado, la publicación llegó acompañada por un recordatorio: habrá resistencia cuando Sergio Uñac intente seguir en el poder.

'Se hace necesario crear las condiciones políticas para que José Luis Gioja sea candidato a gobernador', escribió Juan Carlos, mucho más que el hermano menor del exgobernador. El exintendente de Rawson es, ante todo, el brazo político del espacio denominado 'Lealtad Justicialista'. Por eso su manifestación tuvo un calibre superior.

El agridulce Juan Carlos
El tuit de Juan Carlos Gioja

Juan Carlos utilizó una retórica idéntica a la que viene empleando su hermano José Luis para pedir el regreso de Cristina Fernández de Kirchner a la Casa Rosada. 'Hay que generar las condiciones para que sea la candidata a Presidenta', dijo el sanjuanino a principios de noviembre y su declaración mereció cobertura en los principales medios porteños.

Los Gioja están avanzando en lo que podría denominarse el 'plan regreso'. Volver a las fuentes, sin intermediarios ni delegados. Cristina en Nación, José Luis en la provincia ¿y Juan Carlos en Rawson? Es una posibilidad.

Días atrás una fuente vinculada al gobierno consultaba tras bambalinas y café mediante, si Gioja iba a ser candidato o no. Había empezado a ganar cuerpo la sospecha de que el exgobernador podía dar un paso al costado y dejar que otra figura de su espacio encabece la lista en 2023. Esta hipótesis generó preocupación en el armado estratégico del Frente de Todos, porque cualquier otro referente de 'Lealtad Justicialista' mediría mucho menos.

Este razonamiento a favor de que Gioja sea candidato, parte de la lógica de la Ley de Lemas. En Casa de Gobierno consideran que Uñac siempre saldría vencedor en la contienda interna y que podría sumar los puntos de su compañero, a pesar de las diferencias, para hacerle frente a Marcelo Orrego y Juntos por el Cambio.

Aunque el costo sea una confrontación interna que por momentos pueda complicarse, todo quedaría resuelto cuando se acumulen los votos el día del comicio. Habrá valido la pena.

Es una cuestión de resolución inminente pero antes deben suceder algunas cosas: que Uñac confirme su candidatura una vez finalizado el Mundial de Qatar y que firme el decreto de convocatoria a elecciones en enero para votar en mayo. A eso se refirió Juan Carlos cuando posteó 'el seguro adelantamiento de elecciones provinciales'.

Sin embargo, inmediatamente el diputado dejó escrita la advertencia sobre 'la imposibilidad legal para que actual gobernador sea reelecto'. La corriente 'Lealtad Justicialista' coincide con la oposición en una interpretación restrictiva de la Constitución Provincial. Giojistas y orreguistas sostienen que el primer mandato de Uñac sucedió entre 2011 y 2015, cuando fue vicegobernador. Por lo tanto, este periodo que concluirá el año que viene sería el tercero y último.

En la vereda de enfrente, Uñac se apoya en una interpretación constitucional que separa nítidamente al gobernador del vice. Por lo tanto, su primer mandato arrancó en 2015, el segundo en 2019 y puede aspirar a un tercero en 2023, perfectamente ajustado a derecho.

En sendos encuentros con intendentes y con diputados -actuales y con mandato cumplido- el gobernador confirmó su intención de competir. Esa coordenada fue suficiente para que todo el andamiaje oficialista empezara a trabajar políticamente por Uñac 2023. Consciente de este movimiento, el giojismo volvió a lanzar una advertencia. ¿Irían a la Justicia para bloquear la candidatura de Uñac?

Mientras el gobernador no anuncie su postulación, no podría comenzar el derrotero en tribunales. Sería dar una discusión en abstracto. Es más: que Uñac lo diga no sería suficiente. Debería inscribir su candidatura de acuerdo a las fechas establecidas en el calendario electoral para que alguien pudiera gatillar una impugnación. Todo lo que suceda antes de esa formalidad quedará en el plano político.

En conversaciones informales algún operador ensayó la alternativa de una acción declarativa de certeza, para que la Justicia sanjuanina diga anticipadamente si Uñac puede o no puede ser candidato. Sería toda una rareza.

Fue una manifestación estrictamente política la que hizo Juan Carlos Gioja este lunes. Confirmó que el plan A de su espacio se llama José Luis Gioja. Por el momento, sirve la jugada para alentar a la militancia. De paso, calma la incertidumbre en el uñaquismo. Si habrá pelea judicial para obturar la postulación de Uñac o quedará todo en amagues, por ahora es ciencia ficción.

Parece oportuno preguntarse lo siguiente: ¿le serviría electoralmente a Gioja derribar la candidatura de Uñac? ¿Podría prescindir del caudal que conserva el gobernador cuando deba medirse con Orrego y la ola amarilla esperable? Por supuesto cualquier respuesta sería inconfesable públicamente.

En Paula y Libertador estiman que el exgobernador no tiene otra alternativa más que encabezar su propia lista, si pretende resguardar sus bancas en la Legislatura y aspirar a quedarse con la Municipalidad de Rawson, bastión histórico del giojismo. Todo este plan solo sería posible con un candidato a gobernador competitivo. Valga la reiteración: nadie más que José Luis tendría esa capacidad de traccionar hacia arriba al espacio 'Lealtad Justicialista'.

Aunque no ganara en la pulseada interna, Gioja conservaría un nicho de poder respaldado en votos, según el cálculo uñaquista. Pero esto ocurriría solo si fuera candidato a gobernador. Si diera marcha atrás, perdería buena parte de ese capital. ¿Podría aspirar aún así a repetir su banca en el Congreso Nacional? Difícilmente, si antes no se mide en las elecciones provinciales.

Las dudas empiezan a despejarse.


JAQUE MATE