El bloque justicialista, al borde de una fractura impredecible
Seguirá siendo mayoría después del 10 de diciembre pero su integridad dependerá, en buena medida, del resultado de las elecciones del 22 de octubre. Buena noticia para el orreguismo.
Con el detalle no menor del cambio de gobierno el próximo 10 de diciembre, la composición de la Legislatura debería mantenerse sin grandes alteraciones. Debería. Al fin y al cabo, el peronismo y sus aliados tendrán 23 de las 36 bancas, a un voto de los dos tercios. Pero la homogeneidad del bloque está todavía en plena cocción. El plato se puede chamuscar, dependiendo del veredicto de las urnas el 22 de octubre.
Lo deslizó sutilmente la diputada justicialista Fernanda Paredes este martes en Banda Ancha. 'Hay que esperar la conformación de los bloques', advirtió la legisladora reelecta, dando por sentado que no habrá uniformidad.
La primera pregunta sería en cuántos pedazos puede partirse el espacio opositor a Marcelo Orrego. La segunda, quiénes integrarán cada uno de esos subbloques. Y la tercera, si finalmente responderán a una coordinación política o cada uno terminará votando de acuerdo a su parecer y conveniencia, sin atender mandatos superiores.
En todo esto tendrá incidencia el resultado electoral del 22 de octubre, según la diputada Paredes. Ciertamente, si Sergio Uñac consigue una banca en el Senado, le quedará alguna ascendencia para vincularse con quienes integraron su subagrupación 'Vamos San Juan', que arrasó en las urnas el 14 de mayo.
Pero si el gobernador repentinamente quedara afuera del Senado, habrá sufrido un golpe durísimo. El segundo, después de perder la gobernación con su hermano Rubén Uñac como candidato el 2 de julio. En tal caso, Sergio volvería al llano después de 20 años ininterrumpidos de ocupar altos cargos electivos.
¿Acaso tendría sentido sostener la subagrupación 'Vamos San Juan', con su líder desdibujado? Seguramente los intendentes electos tendrán lo suyo para decir. Pero no está claro que los diputados vayan a alinearse tan automáticamente.
De hecho, hay legisladores departamentales que ya tienen discrepancias con sus jefes comunales de referencia. Sucede, por ejemplo, en Jáchal. El futuro diputado, Miguel Vega, prácticamente no tiene diálogo con el futuro intendente, Matías Espejo.
Resulta indescifrable el acomodamiento de piezas ante una eventual caída de Uñac. Por el contrario, si el gobernador lograra conquistar una banca en el Senado, aunque fuera como segunda fuerza detrás de los libertarios, podrá sostener momentáneamente el bastón de mariscal.
La otra subagrupación, que condujo José Luis Gioja, también enfrenta una división inminente. Franco Aranda ya anunció que conformará el bloque Frente Renovador, dejando a los giojistas Mario Herrero y Graciela Seva aparte. El intendente Fabián Gramajo, sin función pública desde el 10 de diciembre, tendrá su referente en la Legislatura con el diputado chimbero Gabriel Sánchez. ¿Trabajará en soledad o estará integrado con alguien más? Puntos suspensivos.
También cabe preguntarse si existe alguna chance remota de que uñaquistas y giojistas terminen actuando en conjunto dentro del recinto legislativo. O, por el contrario, seguirá la grieta interna y perpetua.
'Cada uno de los compañeros y las compañeras tiene que ayudar a bajar la interna', reclamó la diputada Paredes. Les pidió a sus pares 'no fogonear más' las diferencias públicas entre las cabezas, Uñac y Gioja.
Los tres legisladores bloquistas también tendrán su rancho aparte, aunque bajo la conducción de Luis Rueda podrían mantener su vínculo político con Uñac al menos durante un tiempo. Nuevamente, la condición necesaria será que el gobernador consiga un resultado positivo el 22 de octubre.
Rueda también sintió la derrota del 2 de julio y tuvo que dar algunas explicaciones hacia el interior de su partido. Le causó un gran alivio el resultado de las PASO del 13 de agosto, cuando Juan Domingo Bravo cayó frente al orreguista Emilio Achem. Si el hijo de Don Leopoldo hubiera vencido en la primaria de Juntos por el Cambio, tendría argumentos para pedir pista en el bloquismo. Pero no sucedió.
El escenario de tensión en el PJ y aliados favorece al nuevo oficialismo. El vicegobernador electo, Fabián Martín, tendrá el desafío de generar acuerdos para alcanzar las mayorías con un bloque propio de tan solo 12 diputados y diputadas, equivalente a un tercio del recinto. A mayor dispersión de la oposición, más sencillo debería ser cosechar apoyos individuales para temas puntuales.
La nueva Legislatura debutará seguramente con la Ley de Presupuesto 2023 y la Ley de Ministerios. Será una prueba muy preliminar, donde se descuenta el respaldo de la nueva oposición. Pero las tensiones podrían surgir al poco andar, si Orrego mantiene su promesa de impulsar una reforma electoral.
El gobernador electo anunció que irá por la derogación del SIPAD o Ley de Lemas, además de implementar la boleta única. También dijo que le gustaría recortar de tres a dos mandatos consecutivos, restituyendo la letra original de la Constitución Provincial con una sola reelección. Para ello debería promover una enmienda como la de 2011. Gestar un acuerdo fenomenal con dos tercios de los legisladores y posterior consulta popular.
'La oposición y el oficialismo van a tener que dialogar un montón', reflexionó en voz alta la diputada Paredes este martes en Canal 13. Hace unos 20 años que un oficialismo provincial no tiene mayoría propia en el Poder Legislativo. Vienen tiempos de mucha política. El peronismo se enfrenta a una fractura impredecible.
JAQUE MATE