Este lunes seis ciudades de Chubut tuvieron que volver a la fase 2 de la cuarentena. Es decir, retrocedieron del distanciamiento al aislamiento social y preventivo, regresaron los controles policiales estrictos y se terminaron las salidas recretativas y familiares que se habían habilitado, igual que en San Juan. El domingo le pasó algo similar a Entre Ríos, mientras en Tucumán, La Pampa, Salta y Mendoza aparecieron nuevos casos positivos de Covid-19 que encendieron las alertas. La peste está golpeando las puertas y parece que la única defensa posible es soldar los cerrojos, por ahora sin plazo final.

En 89 días de cuarentena, los sanjuaninos transitaron por distintos momentos. Los más angustiantes posiblemente hayan sido cuando las calles desiertas ofrecían un panorama bastante parecido al de un estado de sitio. También se sintió la desesperación por el cierre de los negocios que no pudieron soportar la inactividad. Luego vino la incertidumbre por los contagios por contacto estrecho. Y el progresivo alivio al verificar que la situación no se salió de control.

Así, la provincia trazó un plan de desconfinamiento gradual, tan lento que muchas veces generó la protesta de los sectores más castigados de la economía. Cada nuevo permiso significó una prueba, un experimento, cuyo resultado podía ser satisfactorio o todo lo contrario. En general las provincias caminaron en la misma dirección, aunque los efectos fueron diversos y así lo reflejó el saldo estadístico del fin de semana largo que acaba de terminar. 

El ministerio de Salud de Chubut confirmó 11 casos nuevos casos, totalizando 65 positivos en lo que va de pandemia. La preocupación en la provincia patagónica radica en el origen de los contagios. Ya no son todos importados, sino que empezaron a sentirse con fuerza los contactos estrechos. Como se ha dicho hasta el hartazgo, la pandemia ha demostrado un comportamiento muy agresivo. El menor descuido equivale a un paso en falso y las consecuencias se hacen sentir.

En tanto, Entre Ríos anunció la suspensión de la reapertura. En apenas nueve días, los casos confirmados en la provincia mesopotámica prácticamente se duplicaron. Coronavirus en su máxima expresión.

Es verdad que la principal preocupación nacional está en el área metropolitana de Buenos Aires, porque allí se concentra holgadamente más del 90 por ciento de los casos de todo el país. Al tener circulación viral comunitaria, los contagios aparecen por todos lados. La confirmación del testeo positivo del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el riesgo para el ministro de Desarrollo Social de Nación e incluso para el mismísimo presidente Alberto Fernández, sirvió para entender la magnitud de la amenaza.

Pero, aunque la preocupación central está ahí en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano, donde también analizan retroceder en la cuarentena, relajar los cuidados en San Juan parece una mala idea. El sexto y el séptimo caso, como el primero, el segundo y el tercero, llegaron a la provincia importados. Es claramente la vía de contagio más frecuente en la historia de la epidemia registrada por la provincia. 

Todavía quedan alrededor de 100 sanjuaninos en el exterior y casi 500 en otras provincias del país. A diario ingresan entre 250 y 300 camioneros que traen desde los alimentos hasta los combustibles. El virus tiene varias maneras de penetrar las fronteras.

En Tucumán, donde al igual que en San Juan se habilitaron hasta las reuiones familiares, se sumaron seis nuevos casos todos procedentes de Buenos Aires. En Mendoza, otros seis casos por contacto estrecho. La hermana mayor de Cuyo se puso a la vanguardia de las flexibilidades y por el momento no planea retroceder. En Salta también detectaron tres casos más, importados desde el Obelisco. En La Pampa un camionero resultó positivo en la localidad de Realicó, en el límite con Córdoba. 

Sobran los ejemplos para entender que el germen está al acecho, que aunque parezca que aquí no pasa nada, siempre será una situación precaria y momentánea. Que el relajamiento podría terminar ofreciendo la jugada ideal para el gol en contra, como dijo el vicegobernador Roberto Gattoni al detectarse el primer caso por contacto estrecho en la provincia.

El virus está golpeando las puertas, no hay que dejarlo entrar. Pero con eso no alcanza. También hay que estar en alerta porque no siempre anunciará su llegada. Las temperaturas bajo cero le dan la bienvenida.


JAQUE MATE