El día V
El primer envío de Nación de apenas 2.250 dosis de Sputnik V resulta ínfimo. Sin embargo, será más que suficiente para medir el nivel de adhesión. Funcionará como un test de confianza.
Son más de 250.000 sanjuaninas y sanjuaninos, el público objetivo definido por Salud Pública para inmunizar con la vacuna contra el Covid 19. A grosso modo, un tercio de la población total de la provincia debería recibir la Sputnik V o cualquiera de las otras variantes que llegarán en el transcurso del primer semestre de 2021. Frente a esa magnitud, pocas veces vista, el primer envío de Nación de apenas 2.000 dosis resulta ínfimo. Sin embargo, será más que suficiente para medir el nivel de adhesión. Funcionará como un test de confianza.
Resultará una prueba clave, teniendo en cuenta que la vacuna en San Juan como en el resto del país será voluntaria. También será gratuita, afortunadamente, porque esto implica que lo económico no será filtro para ningún habitante que desee recibir la aplicación. Pero el dato relevante a esta altura es su carácter optativo. Comenzará selectivamente con el personal que se desempeña en terapias intensivas Covid 19, en virología y en hisopados. Solo estos trabajadores sanitarios, incluyendo médicos y auxiliares, tendrán la posibilidad de presentarse espontáneamente este martes a partir de las 9 en el Aldo Cantoni para poner el brazo.
Al someterse a ese pinchazo, empezarán a recibir un escudo contra el Coronavirus que combaten frente a frente. Pero también estarán dando un testimonio valiosísimo hacia el resto de la sociedad, confundida con una serie de mensajes cruzados. Mientras una parte celebra la llegada de la Sputnik V, otro sector sigue alimentando las lecturas conspirativas, tendiendo un manto de sospecha siniestra. La pregunta es: ¿se resolvería esta controversia si el centro Gamaleya publicara en los sitios especializados un documento científico en profundidad? La respuesta posiblemente sería: no. No se trata de una discusión bioquímica sino de una pulseada político-ideológica que no entiende de esos tecnicismos.
No se trata de menospreciar el valor de los papers científicos, sino de entender que detrás de una discusión camuflada de científica, en realidad hay una puja de otra naturaleza que no se calmará con letras impresas, porque todo, absolutamente todo, seguirá tachado de fraudulento. Tristemente, eso parece irremediable.
Entonces, frente a ese callejón sin salida donde los argumentos difícilmente aplaquen las especulaciones, el único antídoto será la demostración fáctica de confianza de quienes ejercen la medicina en Argentina y en San Juan. Si este martes asiste un número importante de profesionales de la salud para recibir su dosis de vacuna rusa, ese sería un mensaje inequívoco. Si la concurrencia resultara escasa, sobrarían las aclaraciones. Pulgar abajo.
En algún medio porteño se refirieron a la vacuna como 'soviética', haciendo retroceder la historia tres décadas hasta 1991 cuando se disolvió la URSS. Entonces no queda mucho más por debatir. Solo resta la acción. Un buen primer paso fue el efecto positivo que generó la llegada del vuelo charter de Aerolíneas Argentinas el 24 de diciembre al aeropuerto internacional de Ezeiza. Lo vio todo el país en vivo y en directo. Esa imagen le dio materialidad al operativo. Dejó de ser una discusión en abstracto para convertirse en una realidad.
Un impacto semejante, a escala provincial, sucedió este lunes 28 de diciembre cuando llegaron las primeras 2.250 dosis de las 4.700 que le corresponden a San Juan. Hubo preguntas lógicas acerca de la cadena de frío, si se había logrado sostener a lo largo de todo el trayecto. Y también hubo inquietudes sobre cómo se llevará adelante la vacunación en el Aldo Cantoni. Pero de todas las dudas periodísticas, una en particular resultó altamente reveladora. Fue la referida a los efectos adversos que podría tener la Sputnik V.
Como toda vacuna, consiste en la inoculación del agente patógeno atenuado para provocar que el organismo genere la inmunidad celular que le permita enfrentarse a futuro mucho mejor armado si estuviera en contacto con la enfermedad. Es un concepto de escuela primaria. Pero requiere ser repetido por las dudas. Luego del pinchazo, el profesional o el auxiliar sanitario podrían presentar algún síntoma como fiebre o dolor de cabeza. Igual que con cualquier otra dosis para cualquier otra infección. Esa reacción no tendría que ser sobreinterpretada. No debería inducir a una condena contra el desarrollo ruso. Suena bastante obvio, pero parece imprescindible tenerlo presente. Porque lo obvio termina diluído muchas veces en las conjeturas.
De las más de 255.000 personas que fueron definidas en San Juan para recibir la vacuna contra el Covid 19, apenas unas 2.500 serán la punta de lanza. Solo contando el personal de salud, el total delimitado para inmunizar asciende a 16.000 agentes. Fuera del ámbito sanitario, la mayor parte de la población objetivo son los adultos mayores de 60 años. Son unos 97.000 en la provincia. El segundo grupo más numeroso son las personas de entre 18 y 59 años de edad con comorbilidades. Son más de 83.500.
En el listado de público a vacunar aparecen también trabajadores de fuerzas de seguridad, docentes de todos los niveles, estatales que prestan otros servicios esenciales y residentes de comunidades cerradas como geriátricos. De este abanico diverso se nutre prácticamente el tercio de la población sanjuanina llamada a recibir la inmunidad. Algunos, los priorizados, tendrán la Sputnik V. Luego, habrá que esperar que a partir de marzo empiecen a ingresar los desarrollos de otros laboratorios como Pfizer o AstraZeneca.
Nación prevé aplicar 51 millones de vacunas en el primer semestre para atacar agresivamente al virus en la gente más expuesta o más vulnerable. Descomprimir así la ocupación de camas antes del rebrote que llegará inevitablemente. Bajar la cantidad de muertes. El objetivo es ambicioso, pero ni aún así se espera que caigan los contagios. El virus seguirá en circulación y las medidas de distanciamiento serán imprescindibles durante un largo tiempo más.
Nuevamente, detrás de todas las razones estará la construcción de confianza. No en un gobierno o en un presidente, ni en un gobernador o una ministra, sino en una operación de escala planetaria para darle combate a una pandemia sin precedentes por su expansión territorial. Este martes para los sanjuaninos será el día V. Por una vez no será la victoria peronista sino una conquista mucho más grande: la supervivencia.
JAQUE MATE