El PRO macrista/larretista mandó al freezer al PRO bulrrichista en San Juan. Lo dijo a este periodista una alta fuente del espacio alineado con Pato. En sus propias palabras: 'tienen un frío polar'. Es llamativo, porque resulta inversamente proporcional a la temperatura de la interna. Arde. Hay un alerta de estallido hacia fin de año. De alguna manera -y de arriba- el gobierno de Marcelo Orrego sentirá el remezón.

En este marco, es altamente probable que la ministra de Seguridad de Nación funde su propio partido político. Parece irreversible su expulsión del PRO, dominado por Mauricio Macri. El expresidente nunca le perdonó a Patricia Bullrich su rebeldía. O, peor aún, su osadía de haberlo desafiado y contrariado.

El quiebre del PRO se hizo evidente este fin de semana en Mendoza, cuando se enfrentaron por la conducción del partido la vicegobernadora Hebe Casado (patrocinada por Bullrich) y Omar De Marchi (apadrinado por Macri). La ruptura en San Juan no llegó a lo orgánico, pero es manifiesta en lo político.

Mientras el presidente del PRO, Enzo Cornejo, guarda un prudente silencio y espera indicaciones desde Buenos Aires, la halcona Eugenia Raverta opera bajo las órdenes de Bullrich en un virtual armado paralelo. No tienen punto de encuentro ni de desencuentro. No tienen nada en común.

Raverta asumió recientemente al frente del Comité de Trata en San Juan, un cargo simbólico para graficar su posición de cercanía con el gobierno de Javier Milei, a través de Bullrich. Su lazo con el libertario José Peluc es sólido y recíproco. Están operando en tándem. Por lo tanto, la división del PRO en San Juan ya es una realidad.

El otro PRO, el de Cornejo, sigue inserto en Cambia San Juan, la subagrupación que llevó al poder a Orrego el año pasado. El futuro de este macrismo está atado al rumbo que fije el gobernador.

Si Orrego termina arreglando con La Libertad Avanza en 2025, el PRO de Cornejo tendrá que acompañar. Pero para eso falta mucho todavía. El gobernador sigue definiéndose por fuera del oficialismo libertario. Colaboró y seguirá colaborando con la Casa Rosada, pero hasta ahora rechazó la fusión de espacios. O la confusión de espacios.

Esta toma de posición le resulta muy conveniente al PRO de Cornejo, que responde directamente a Macri. El expresidente convocó a la cúpula partidaria la semana pasada, tras la sanción de la Ley Bases, para evaluar un enfriamiento de la relación con Milei. Temen que la falta de conducción política le cueste un rápido deterioro. Están midiendo escenarios para despegarse a tiempo, después de haber acompañado en el Parlamento.

Para el PRO de Raverta, este PRO de Cornejo todavía carga con el mote de 'larretista'. Usar ese neologismo incluye una connotación negativa. Un defecto de origen. Solo apoyaron a Patricia cuando no quedó más alternativa. Y luego la dejaron sola cuando ella aceptó integrar el gabinete de Milei.

Los caminos siguieron separándose, a punto tal que hoy funcionan dos centrales políticas bien diferenciadas: el PRO de Macri por un lado y el PRO de Patricia por el otro. Así llegan los lineamientos a San Juan.

Pato se involucró en la disputa por la fundación del partido La Libertad Avanza, que enfrentó por un lado al joven Mahor Caparroz y por el otro a la autoconvocada Belén Varela. La pelea por el sello oficial terminó en la Justicia Federal, con final cantado.

Caparroz terminará imponiéndose porque tiene el apoyo de Peluc. Es decir, el respaldo de 'El Jefe': Karina Milei. Esto es vox populi. Por eso Bullrich le pidió a Raverta que le diera contención a Varela, que la sumara al espacio libertario luego de su frustrado intento por quedarse con el sello partidario.

Pero Varela se mostró inflexible. A lo Bullrich: si no es todo, es nada. Para Raverta se convirtió en un dolor de cabeza. Peluc dio el visto bueno para incluirla en el armado general, pero la autoconvocada nunca estuvo dispuesta a ceder, según dijo una fuente interna.

Más allá de la controversia, lo verdaderamente relevante es que Patricia intervino. Que está mirando de cerca lo que pasa en San Juan y está operando a través de Raverta, en coordinación con Peluc. El otro PRO, el de Cornejo, se mantiene al margen. Mirando para otro lado. Dejando pasar las semanas y los meses, hasta que ocurra el desenlace.

La explosión del PRO a nivel nacional tendrá correlato en San Juan. Cornejo seguirá atado a Orrego. Orrego no podrá pelearse con Bullrich. Tendrá que hacer a un lado la enésima interna entre halcones y palomas, si lo dejan. O tendrá que payanear las incomodidades. Otra vez.


JAQUE MATE