El oxígeno de Orrego-Martín
Una advertencia hacia el peronismo uñaquista y giojista que tendrá mayoría en la próxima Legislatura. Pero también una reflexión interna para los tiempos que vendrán.
'No hay mucho oxígeno para poner palos en la rueda porque sí', dijo el flamante vicegobernador electo, Fabián Martín, este lunes en Banda Ancha. Fue una advertencia hacia el peronismo uñaquista y giojista que tendrá mayoría en la próxima Legislatura. Pero también pudo interpretarse como una reflexión interna, para los tiempos que vendrán.
Marcelo Orrego tendrá apenas un tercio de la Cámara de Diputados: 12 de 36. Ese será el peso del oficialismo en el recinto. Por lo tanto, la primera misión del gobierno entrante será construir los consensos suficientes, en el menor plazo posible. Al frente de esta arquitectura de acuerdos estará Martín.
Apelarán al bloque unipersonal de Desarrollo y Libertad, compuesto por un viejo conocido: Fernando Patinella. Antes de romper con el PRO orgánico fue apoderado del espacio liderado por Roberto Basualdo y luego por el propio Orrego. No debiera costarles entenderse rápidamente.
Pero para alcanzar la mayoría simple todavía les faltarán 6 votos. Ni qué decir cuando necesiten la mayoría calificada de dos tercios del recinto. Martín intentó desdramatizar este desbalance de números. El PJ uñaquista tendrá 19 diputados, incluidos los 3 bloquistas Luis Rueda, Gustavo Deguer y Miguel Atampiz. El PJ giojista 4, contando al massista Franco Aranda y el gramajista Gabriel Sánchez. El predominio opositor será abrumador.
Martín tiene más de 20 años de experiencia política desde que colaboró con Carlos Fernández en la Municipalidad de Rawson hasta que se convirtió en vicegobernador electo el domingo pasado. Ha dado batallas. Algunas las ganó, otras las perdió. Con el tiempo fue templando el carácter. Su pulso fue vital para la incorporación de algunas figuras estratégicas al armado orreguista.
Por eso cuando el intendente de Rivadavia habló del oxígeno que se agota, lo hizo con el pleno convencimiento de que será entendido de inmediato. Fue una metáfora en línea con el discurso de Orrego, el domingo de la victoria. El gobernador electo se refirió a la 'confianza prestada' a través del voto popular. Desde el 10 de diciembre empezará el mayor desafío de sus vidas. La intención es que la oposición no mire para el costado y sea corresponsable.
Si Orrego y Martín tendrán que responder ante la ciudadanía por la confianza depositada en las urnas, la oposición también debería sentir el goteo de esa tolerancia social tensionada. Ese es el oxígeno que escasea y achica el margen para 'poner palos en la rueda porque sí', usando los términos estrictos del vicegobernador electo.
Excepto la Legislatura del periodo 2003-2007, la que condujo Marcelo Lima durante la primera gobernación de José Luis Gioja, en adelante cada recinto tuvo una absoluta mayoría oficialista, siempre por encima de los dos tercios.
En clara desventaja, la oposición basualdista primero, orreguista después, fue tildada de 'colaboracionista' por parte de otros sectores sin representación parlamentaria. Lo cierto es que a menudo acompañaron con su voto y cuando no lo hicieron, la disparidad de números terminó sofocando la disidencia. Pero todo eso ya es historia.
Como cada gobierno que comienza, apenas asuma Orrego tendrá que trazar las líneas matrices de su programa. Posiblemente Sergio Uñac le deje la elaboración de la Ley de Presupuesto, como ya acordaron en Capital Emilio Baistrocchi con Susana Laciar. En esa Ley de Leyes empezará a expresarse el cambio que ganó las elecciones el 2 de julio.
En los últimos días de campaña, Martín dijo en Banda Ancha que habrá reasignación de partidas, buscando eliminar el gasto superfluo para redirigirlo a áreas sensibles como trabajo, salud, educación y seguridad. Cuando habló de gasto superfluo, se refirió expresamente a la contratación de los grandes eventos deportivos y artísticos. Seguirá existiendo la Fiesta del Sol, pero posiblemente con otros rasgos de austeridad.
Este gesto tendrá alto impacto en la opinión pública. Pero será solo un aspecto. Una administración es mucho más compleja. El plan completo se hará visible en el paquete de leyes que deberán pasar precisamente por la Legislatura.
En materia presupuestaria también incide fuertemente la cuestión salarial. El arco sindical sanjuanino viene acostumbrado a la negociación paritaria periódica y la actualización de haberes con regularidad. Y cuando estas condiciones no se dieron naturalmente, explotó el reclamo autoconvocado en las calles. Nada indica que el movimiento de los docentes vaya a retirarse a cuarteles de invierno, aunque Orrego goce de la simpatía de este sector.
Su referente en materia económica, Enrique Conti, habló acerca del modelo de Orrego este lunes en Banda Ancha. Cauto, el exministro de Don Leopoldo Bravo dijo que primero hay que esperar las definiciones nacionales. La provincia tiene una alta dependencia de los recursos coparticipables pero, fundamentalmente, está atada su suerte a la inflación. Nadie podría contar con una desaceleración inmediata de los precios, sea quien fuere el próximo presidente o presidenta.
Ni siquiera los que proponen medidas de sock, como Patricia Bullrich, auguran un camino de rosas. Todo lo contrario. La precandidata halcona gana adeptos cada vez que reconoce las dificultades y pide sacrificios para salir adelante. Horacio Rodríguez Larreta, abanderado del gradualismo, tampoco se subió al tren de las promesas fáciles. Nadie creería a esta altura que frenar la inflación es una pavada.
Orrego asumirá con el compromiso ratificado de dar marcha atrás con la Ley de Lemas. También prometió modificar la Constitución Provincial para limitar los periodos del gobernador a dos consecutivos. Es decir, deshacer la enmienda promovida por Gioja en 2011. Esto no será todo en materia electoral.
El propio Orrego y su espacio político vienen sosteniendo la necesidad de avanzar hacia la boleta única. En desventaja numérica dentro de la Legislatura, necesitarán el acuerdo de otros diputados y diputadas. Tendrán que medir los tiempos oportunos para intentar un cambio de esa naturaleza, muy resistido tanto por el justicialismo como por el bloquismo. Hasta ahora.
Luego de varios años de actuar en segundo plano, la Legislatura emerge como uno de los grandes focos de interés a partir del 10 de diciembre. Ahí se podrá medir el comportamiento de cada espacio político, en un ambiente caldeado. O, como dijo Martín, sin oxígeno para malgastar.
JAQUE MATE