Hace exactamente una semana, el brote de contagios en Caucete pegó el salto a Santa Lucía y empezaban los operativos burbuja dentro del Gran San Juan. El gobernador Sergio Uñac anunciaba a las 19 el retorno a Fase 1, frente a la escalada de casos. De 22 la provincia había trepado a 52 en apenas 72 horas. El cierre total no requería más explicación que la contundencia de los números. Siete días después la estadística saltó a 221. Fue el ABC del Coronavirus y su crecimiento exponencial demostrado en cada rincón del planeta. San Juan no podía ser la excepción eternamente.

A partir de este viernes comenzará la cuenta regresiva para la finalización de esta Fase 1, decretada por 14 días hasta el viernes 4 de septiembre. La jefa de Epidemiología, Mónica Jofré, no se atrevió a pronosticar cómo seguirá la historia para los sanjuaninos y las sanjuaninas el día después. Si acaso habrá que imaginarse una extensión de este confinamiento estricto por otras dos semanas. Todo quedará sujeto a la evaluación del Comité Covid-19.

A los cuentapropistas, a los empresarios pymes y no tanto, a los hogares que viven de la economía formal e informal, les habrá corrido un frío por la espalda. El temor legítimo a una escalada de contagios totalmente descontrolada compite con la urgencia de pagar las boletas y poner el pan sobre la mesa. Elípticamente la ministra de Hacienda, Marisa López, se refirió a la asfixia del sector privado. Y lo hizo con final abierto.

"No hay manera de recuperar la economía si no preservamos la salud de todos los sanjuaninos", advirtió la mujer de los números. Estricto sentido común, aunque no por ello menos lacerante para los que esperan volver a trabajar. La presión social empieza a sentirse. Es una carrera de largo aliento. El oxígeno del IFE, el ATP, los créditos y las moratorias, ya no alcanza. 

Este viernes será un día clave para entrever las posibilidades de una flexibilización progresiva. El virus está en circulación por conglomerado. Hay 198 comprovincianos ya diagnosticados con Covid-19 que están cursando la infección en este momento. Y una cantidad todavía no estimada de asintomáticos que pueden estar dando vueltas por ahí. Este viernes empezará el pago a estatales y naturalmente se volcará una masa de personas a los cajeros automáticos. ¿Alcanzará el distanciamiento social en esta oportunidad? 

La ministra López reiteró la necesidad de cuidarse entre todos, casi como una súplica. Dejó el futuro de la economía atado a ese compromiso ciudadano.

Días atrás, un cuentapropista se puso en contacto con este programa pidiendo reserva de su identidad, para no quedar entrampado en la grieta ni ser tildado de "anticuarentena", porque en rigor de verdad, no lo es. Tiene un buen pasar y un nombre ganado en su rubro, luego de varios años de ejercicio de su profesión en el campo de la estética.

Pidió que se tratara "la situación desesperante" que están atravesando los trabajadores independientes y que la provincia considere pasar a Fase 3, al menos, para volver a la actividad con protocolos. La sombra que más le preocupa a él y a otros cuentapropistas sanjuaninos, es el modelo de Buenos Aires, donde llevan cinco meses de aislamiento y sin embargo siguen con circulación viral. Les atemoriza que ese sea el espejo para San Juan.

"Esto no es hablar mal de un gobierno", aclaró finalmente, apartándose de cualquier utilización política de su testimonio confidente. Trabajar, con cuidados y protocolos, pero trabajar. El clamor no es secreto para el gobierno. En Fase 5 San Juan fue pionera en la apertura de actividades, alcanzando el 95 por ciento de reactivación. Sin embargo, aquel marco sanitario no existe más. El manual que permitió conducir los primeros 150 días de pandemia, tuvo un viraje drástico.

Si el espejo no es la provincia de Buenos Aires, con la mano de hierro de Axel Kicillof, los modelos aperturistas de Mendoza o de Jujuy, tampoco son alentadores: pagaron el apuro con la saturación de sus terapias intensivas. Tuvieron tanta premura en salir de la cuarentena, que corrieron riesgos. Y la peste no perdonó.

La provincia vecina, gobernada por el radical Rodolfo Suárez, está acercándose a los 6.000 casos acumulados de Coronavirus. Sufrieron 112 muertes hasta el momento. Y la provincia norteña, administrada por el radical Gerardo Morales, se acerca a los 6.900 casos con 199 fallecimientos. Jujuy tiene una población equivalente a la sanjuanina. El contraste entre un distrito y el otro es notable.

San Juan se encuentra en un punto de inflexión. Lo que era ya no será nunca más. El virus penetró las fronteras y se tornó irreversible. Habrá que rediseñar la nueva normalidad que sirvió durante los primeros 150 días, para acomodar la vida a los tiempos que corren. La economía espera de rodillas. El gobierno no es ciego. El desafío implica medir cuál sería el precio más alto.


JAQUE MATE