El riesgo del lobby
San Juan resiste la apertura de sus rutas al turismo, mientras crece a nivel nacional una postura riesgosa.
No son los pequeños y medianos empresarios, con sus reclamos justificados por la situación gravísima a la que fueron expuestos por la pandemia. No son ellos los que generan mayor preocupación en el gobierno de la provincia, a pesar de que son escuchados y atendidos de manera permanente. Tampoco son los bocinazos y hasta alguna cacerola que retumbaron hace algunas semanas los que alteran el rumbo. En realidad, son las grandes firmas con asiento en Buenos Aires las que podrían complicar las decisiones locales, si prospera su apuro económico por abrir los viajes y la hotelería cuanto antes.
La petición de habilitar corredores entre provincias que tienen estatus sanitario equivalente, se hizo sentir en la reunión virtual que mantuvo la semana pasada el Consejo Federal de Turismo que conduce la sanjuanina Claudia Grynszpan, donde se sientan todos los ministros de las jurisdicciones y Matías Lammens, en representación de Nación.
En esa cumbre se planteó la posibilidad de abrir progresivamente las fronteras interprovinciales con fines turísticos, respetando que fuera entre distritos más o menos parejos en cuanto a su situación epidémica. Así propuso el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, retomar los viajes con San Juan. Pero la respuesta que obtuvo fue negativa. El temor no es por el intercambio de visitantes con los puntanos, sino por el riesgo de que una mayor flexibilidad habilite las filtraciones de personas procedentes de ciudades con circulación viral comunitaria.
El país está dividido en dos realidades muy diferentes. Por un lado está el área metropolitana de Buenos Aires con una tasa de duplicación de casos que asusta, más el conglomerado urbano de Resistencia. Por el otro está el 85 por ciento restante del territorio nacional, que consigue mantener a raya la pandemia. El límite entre una situación y otra se preserva a costa de un enorme esfuerzo y de medidas antipáticas.
En San Juan el gobierno entiende que la apertura de corredores turísticos sería en realidad el primer paso para dirigirse hacia el tránsito rutero sin mayores restricciones. Claramente, el riesgo inmediato sería abrirle las puertas al Covid-19, que por ahora solo ingresa a la provincia con casos importados.
Por esa razón es que se prevé habilitar el turismo de sanjuaninos en San Juan a fines de julio o principios de agosto, para darles una posibilidad de trabajo a los empresarios del sector con estrictos protocolos. Pero observando que todo quede en casa y que no entre absolutamente nadie de afuera.
Pero el mensaje que se escuchó en el Consejo Federal de Turismo sigue martillando. Se sabe que hay grandes cadenas hoteleras que ni siquiera están en San Juan pero tienen poder de lobby en Buenos Aires como para penetrar en la toma de decisiones. A esa gestión invisible atribuyen el discurso cada vez más potente en contra de la cuarentena. Lo promueven algunos formadores de opinión que tienen firma en diarios, muchos minutos de TV y radio, más toneladas de seguidores en redes sociales.
Esta percepción es la que genera mayor preocupación en el gobierno sanjuanino: la posibilidad de que el lobby empresario a gran escala pueda forzar una salida anticipada de la cuarentena turística y generar un impacto nocivo en la salud de las personas.
Para ejemplo de lo que está sucediendo, basta reparar en las declaraciones del presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud y dueño de Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt. El empresario dijo que “si se mantiene estable el número de casos, en cuatro o cinco semanas podría colapsar el sistema de salud”.
En el mismo sentido, el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, aseguró que en los próximos 30 o 45 días se puede complicar el sistema sanitario si no logran achatar la curva de contagios.
No es un tema que admita grieta. Belocopitt pertenece al sector privado y Bianco, al gobierno de Axel Kicillof. Desde el PRO también admitieron que la situación es crítica. El jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel, anticipó que el confinamiento se extendería al menos hasta agosto. Pero las repercusiones que generó, luego lo hicieron retroceder en su proyección.
San Juan tiene una administración autónoma, pero las reglas que le dan marco están impuestas desde Buenos Aires. Como tantas otras veces, conviene estar atentos a lo que sucede debajo de la superficie.
JAQUE MATE