'Son dos votos', dijo Patricia Bullrich para bajarle el precio al apoyo de María Eugenia Vidal y Facundo Manes a Horacio Rodríguez Larreta. Algo de razón hubo en su chicana. Nadie tiene un electorado cautivo ni lo conduce ciegamente como si se tratara de ganado obediente. La política suele ser mucho más compleja. Pero la punzante frase de la jefa de los halcones tuvo un sentido mucho más simple. Quedan 9 días para aniquilar al adversario interno. En San Juan la procesión va por dentro.

En Juntos por el Cambio muchos entienden que ganar la primaria del 13 de agosto significa prácticamente consagrarse presidente de la Nación. Estiman que el oficialismo con Sergio Massa encontrará rápidamente su techo y el resto correrá por cuenta del voto desencantado. A Javier Milei no lo consideran una amenaza. Si esta cadena de conjeturas se verifica, la batalla más importante es la más cercana.

Efectivamente solo uno pasará el filtro de la primaria: Bullrich o Larreta. Hay encuestas y proyecciones para todos los gustos. También en San Juan. Off the record, un encumbrado dirigente halcón dijo que 'Patricia le gana 2 a 1 a Horacio'. Fue más que una expresión futbolera, estilo Mauricio Macri. De verdad están contando con que ella le pasará por encima como una aplanadora, mucho más allá de las predicciones de los consultores.

Las encuestas publicadas por medios porteños arrojan un final cabeza a cabeza, con no más de un par de puntos de diferencia en favor de uno u otra. Es decir que el margen todavía se encuentra dentro del error estadístico. Un reconocido encuestador sanjuanino, inhibido de divulgar sus números, compartió una tendencia ante la requisitoria periodística para esta columna.

Dijo que Bullrich arrancó arriba en las mediciones en San Juan, pero que Larreta luego achicó la distancia. ¿Qué pasó en el medio? No qué, sino quién. Fue Marcelo Orrego. Nada menos.

El consultor atribuyó al involucramiento del gobernador electo la remontada de Horacio aquí, a 1200 kilómetros de la Ciudad Autónoma. Curiosamente -o no tanto- Orrego no se expuso demasiado hasta ahora. Acompañó a sus candidatos, Emilio Achem para el Senado y Nancy Picón para Diputados, en caminatas y encuentros partidarios. 

Por el momento parece rendir suficientemente bien la cartelería pública y virtual que muestra a ambos, Achem y Picón, junto a Marcelo. Poco Larreta, mucho Orrego. Si la estrategia resulta efectiva, no podrán echarle en cara al gobernador electo la provincialización de la campaña.

El argumento siempre fue, desde el momento mismo de la presentación de los precandidatos, darle a Marcelo los votos que necesita en el Congreso Nacional. A la vieja usanza. El compromiso es con San Juan, antes que con una determinada figura presidencial. 

En frente, los halcones están entusiasmados por el arrastre que ofrece Patricia. La boleta dentro del cuarto oscuro no tendrá a Orrego en el primero ni en el segundo paño. Será presidente contra presidenta. Y papeleta completa dentro de la urna. Esa es la apuesta de Juan Domingo Bravo para el Senado y Eugenia Raverta para Diputados.

El orreguismo puro es consciente de que compite no contra Bravo y Raverta, sino directamente contra Patricia. Por eso Achem promueve la tijera. Es decir, que el elector componga el voto como más le guste. Abiertamente, están diciendo que Orrego no tiene preferencia por Larreta o Bullrich, sino que podrá entenderse con quien resulte ganador o ganadora. 

De todos modos, Orrego le puso la foto a su propia boleta. Será incómodo -cuanto menos- perder la primaria parlamentaria a poco más de un mes de haber ganado la gobernación. 'Es parte de vivir en un país normal', reflexionó un alto referente bullrichista. Intentarán desdramatizar el resultado. Pero no será fácil. Grosso modo, pueden presentarse tres escenarios.

-Escenario 1: gana Bullrich y ganan sus candidatos en San Juan. En tal caso quedarán excluidos de la competencia los referentes de Producción y Trabajo. Será una derrota interna para el flamante oficialismo provincial, aunque puedan presentarlo como una victoria del espacio amarillo y tomarse una foto todos juntos al finalizar la jornada. En definitiva, aquí la disputa ha sido más soporífera que civilizada.

-Escenario 2: gana Larreta y ganan los candidatos de Orrego. Sería el resultado a pedir de boca del gobernador electo. Si sucediera de este modo, habrá ratificado sus pergaminos y fundamentalmente su conducción política. Debería entenderse como el inicio de una nueva etapa, una definición categória del nuevo eje del poder.

-Escenario 3: hay corte récord y ganan Bullrich y los candidatos de Orrego. Aparentemente es la hipótesis menos probable, pero no por ello habría que descartarla. La tijera ya dio sorpresas, aunque nunca en tamaña medida. Siempre fue a nivel municipal, jamás a escala provincial.

Cualquiera de estos escenarios requiere, adicionalmente, prever un condimento más: que San Juan vaya a contramano de la tendencia nacional y que el resultado local sea diferente al resto del país. Es decir, que aquí gane Larreta y pero Patricia se imponga en el conjunto de las 24 jurisdicciones.

En tal caso, si la victoria fuera de Orrego, el gobernador podrá lucir su influencia territorial. Será pura ganancia en el tablero de las provincias. Mucho más si empieza a perfilar una victoria para el 22 de octubre, dándole a Juntos por el Cambio la ansiada mayoría en el Senado.


JAQUE MATE