Esa mala palabra llamada Fase 1
Para muchos volver al confinamiento total es la única garantía de freno a la peste. Sembrar una fake news es jugar inescrupulosamente con ese miedo.
Está más que justificado el miedo a la pandemia. Si este martes hubo 200 casos nuevos, nada hace suponer que la curva vaya a bajar. Por el contrario: a mayor cantidad de testeos, habrá mayor cantidad de positivos. Esto recién empieza. Partiendo del temor legítimo a los contagios, todavía hay un amplio sector de sanjuaninos y sanjuaninas que reclaman el retroceso a Fase 1. Volver al confinamiento total, como única garantía de freno a la peste. En la práctica funciona apenas como un paréntesis, pero en siete meses se ha asociado la quietud al cuidado. Las calles desiertas están bien vistas.
La semana empezó con una fake news alimentada por manos anónimas en redes sociales hasta que llegó al despacho del mismísimo gobernador. Con habilidad para el daño, alguien rescató el fragmento en que Sergio Uñac anunciaba el regreso a Fase 1 el viernes 21 de agosto, tomando un video del fenomenal archivo de Canal 13 San Juan en Youtube. Recortaron apenas 16 segundos. Fue suficiente para sembrar la duda, con el único propósito de generar desconcierto y de forzar la desmentida oficial. Meter a la autoridad en un entredicho que embarre la credibilidad. Fue una maniobra vil, porque se metió con el miedo. Fue lisa y llanamente jugar con la gente.
"Hay muchas ganas de confundir", dijo el gobernador en rueda de prensa en Caucete este martes, un día después de la aclaración. Reconoció también que está lejos la decisión de volver a Fase 1, porque hoy cambió bastante el enfoque que se tenía allá por marzo. Incluso tomando las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, hubo un giro. Hoy ni siquiera esa entidad global recomienda el cierre absoluto. "Es un aprendizaje diario", reconoció Uñac. Lo es para él, para sus funcionarios y para el resto de los sanjuaninos.
El pocitano citó también el caso de Europa, donde luego de una ola muy fuerte bajó la curva de contagios y ahora vino el rebrote. Y contrastó esa realidad con San Juan: aquí no hubo ninguna variación. La trayectoria de la pandemia está dentro de los carriles esperados. Aún con los contagios que van creciendo y duplicándose cada 14 días. Es apenas el arranque de la peste.
En una Argentina rankeada entre los cinco países más afectados por el Covid-19 en todo el mundo, San Juan sigue siendo la cuarta provincia de menor tasa de incidencia. Uñac destacó ese dato. Y se apoyó ahí para sostener la administración con flexibilidades. Ese es el camino elegido, aún pagando el costo del disgusto de aquellos sectores que siguen pidiendo el cierre total.
Es fuerte el remezón. De un día para el otro -y no tanto- cada sanjuanino, cada sanjuanina, conoció a alguien que presentó síntomas, que el hisopado le dio positivo, que contagió a su familia, a sus compañeros. Que finalmente murió. Aquello que parecía una noticia lejana, se convirtió en información local. Dio testimonio de ello el sindicato de los empleados de comercio, con la muerte del trabajador de Falabella. Y el sindicato bancario con el deceso del empleado del Banco Francés. Hay alerta. Hay estupor.
La propia ministra de Salud Pública, Alejandra Venerando, debió aislarse e hisoparse este martes frente a la detección de un caso positivo en su entorno laboral. Pero antes también había tenido que hacerlo la jefa de Epidemiología, Mónica Jofré, aunque aquella vez no trascendió demasiado. Es moneda corriente y lo será todavía más.
Frente a esta realidad palpable por primera vez, aparecen los oportunistas. El rumor se esparce con la misma facilidad que se arroja un puñado de harina. Luego resulta imposible recoger hasta la última partícula. En la calle, en la pantalla de este medio de comunicación siguen llegando genuinas consultas acerca de un retroceso a Fase 1. La inoculación del chisme, la operación inescrupulosa, rindió sus frutos.
En paralelo, se sigue alimentando la idea de que las fuentes oficiales tienen o podrían tener alguna vocación de ocultamiento. Sin embargo, la gravedad de la situación acorta mucho las patas de la mentira. Decir una cosa por la otra, cuando hay circulación viral comunitaria y los contagios están a la vista de todos y todas, sería poco inteligente. Al poco andar, quedaría al descubierto el supuesto engaño.
Ahora, desacreditar la información de fuentes oficiales y poner por encima las cadenas anónimas, eso es someterse voluntariamente a las operaciones interesadas. De eso no quepan dudas.
Es muy difícil saber si el gobierno está acertando o se está equivocando. Si el camino elegido por Argentina ha sido el correcto frente a la pandemia, cuando llueven las críticas por la cuestionada "cuarentena eterna". También es prematuro valorar si Uñac está actuando de la mejor manera cuando elige mantener las actividades habilitadas, aunque sigan creciendo los contagios. La historia pondrá a cada uno en su lugar.
Hoy aparentemente no hay margen para volver al confinamiento. La Fase 1 se volvió mala palabra. Otro motivo de discordia y de grieta. Todo lo que no debe ser.
JAQUE MATE