'Hay acuerdo entre los dos grandes sectores y hay actores secundarios', dijo el intendente de Pocito, Fabián Aballay, este jueves en Banda Ancha. Con su habitual tono moderado, salió a jugar en la interna peronista de manera poco moderada. No pecó de incauto. Conoce a la perfección las reglas de un proceso que ya los tiene a todos involucrados.

Fabio -así le dicen en confianza- ordenó la marquesina del justicialismo. Les reconoció a Sergio Uñac y a José Luis Gioja su carácter protagónico. A otros que tienen aspiraciones los ubicó en el elenco de reparto. 'Actores secundarios', dijo rigurosamente. El rótulo indeseado les cupo a Fabián Gramajo y a Emilio Baistrocchi.

En ambos casos se trata de dirigentes que quedaron fuera de la función pública al finalizar el 2023. Gramajo, sin embargo, logró validar sus pergaminos cuando retuvo el poder en Chimbas con la victoria de la actual intendenta Daniela Rodríguez. Baistrocchi se quedó sin nada. Nada más que el cúmulo de votos obtenido hace un año, cuando fue el justicialista mejor posicionado pero aún así cayó derrotado frente a Susana Laciar.

Circunstancialmente Gramajo y Baistrocchi empezaron a tener gestos de reconocimiento mutuo. La historia los puso en un plano compartido: los dos están buscando abrirse espacio en un partido que parece excluir a todo aquel que no venga con el auspicio de Uñac o de Gioja.

Gramajo está dialogando con Gioja y un poco menos con Uñac también. Baistrocchi no. Pero el capitalino cruzó las fronteras para encontrar el respaldo político que aquí le resulta esquivo. Trajo a la provincia el sello de Juan Schiaretti, Florencio Randazzo y Miguel Pichetto. Esto representa la Fundación Hacemos por San Juan, cuya presentación en sociedad contó con la visita significativa de la senadora Alejandra Vigo.

Con Baistrocchi estuvo Gramajo, dispuesto a posar para las fotos. También el histórico secretario general de UPCN, José 'Pepe' Villa. Tamaño esfuerzo refleja la vocación de protagonismo. A eso obedeció también la expresión de Fabio que empujó a Emilio de regreso al elenco de reparto.

Aballay tiene un vínculo con Uñac que trasciende lo político. Crecieron juntos en Pocito y más de una vez se trataron como hermanos en público. Por eso el ex ministro de Desarrollo Humano no es cualquiera. Su nombre fue uno de los que se barajó para tomar la posta en la presidencia del PJ. Finalmente no sucederá.

El intendente pocitano tiene la responsabilidad de gestionar en uno de los peores contextos económicos que recuerde la historia democrática reciente. No puede erguirse en jefe de la oposición a Marcelo Orrego. Tiene el deber de convivir con el gobierno provincial. Todo esto lo excluyó tempranamente de la lista de potenciales sucesores de Uñac.

Pero eso no implica que vaya a mantenerse al margen. Dejó constancia de ello este jueves en Canal 13. Va a jugar y ya lo está haciendo. Como el resto de los intendentes, tiene la garantía de que se quedará con la presidencia de su Junta Departamental. Podría decirse que su futuro está bastante asegurado en materia política. No les pasa lo mismo a otros que tienen la conducción partidaria entre ceja y ceja.

¿Por qué tanta obstinación con la interna peronista? Como ya se ha explicado en esta columna, el sello partidario pesará mucho en 2025 cuando haya que firmar alianzas y presentar listas para diputados nacionales. Quien sea candidato por el PJ, partirá con un piso elevado.

El 2025 será la plataforma de lanzamiento para el 2027, que es la posta electoral que esperan para intentar recuperar la provincia. Que falta mucho, es cierto. Pero todo lo que está sucediendo por estas horas tiene aquel horizonte.

'Hoy somos oposición pero no somos alternativa', reflexionó Francisco Guevara el pasado martes en Banda Ancha. Es el diagnóstico compartido por muchos dentro del justicialismo. ¿Quién está en condiciones de competir? O, más difícil aún: ¿quién estará en condiciones de competir en 2025 y en 2027?

Ese es el debate subterráneo, el que no se muestra. Esa es la cuestión de fondo detrás de la aparente disputa por los cargos partidarios.

Por eso desde el uñaquismo miran con recelo a Gramajo. El chimbero empezó a armar estructura en toda la provincia, reclutando heridos y ofendidos que se atrevan a conformar una lista. Los intendentes no estarán con él. Pero puede haber otros dirigentes que busquen dar la batalla y a ellos está seduciendo Fabián.

Esto no significa que vaya a anotarse finalmente. Pero toda esta maniobra previa le sirve para mantenerse a flote en las conversaciones. No está extinto. No tiene intenciones de retirarse ni de esperar que le entreguen un premio consuelo.

Anoticiado de esta estrategia, Aballay puso orden en la marquesina: protagonistas hay solamente dos, Uñac y Gioja. El resto son todos actores secundarios. Sin ofender.

Ni Gramajo ni Baistrocchi se dejarán amedrentar por el menosprecio. Pero serán conscientes de que corren en desventaja. A fin de cuentas, el cartel de 25 de Mayo y Alem solamente tiene el escudo justicialista.


JAQUE MATE