Fernández y Uñac encaran la última curva
Queda un año y medio de gestión pero bastante menos para enfrentar las urnas. Llegan en distinta condición uno y otro, con particularidades en lo nacional y en lo provincial. Urgencias y cautela.
Con particularidades cada uno de ellos, el presidente Alberto Fernández y el gobernador Sergio Uñac encaran la última curva de sus respectivas gestiones, antes de acelerar hacia la recta final. Hay un delicadísimo manejo, que exige mucha muñeca y pulso de hierro para evitar errores. Un puñado de decisiones pendientes conjuga las urgencias con la templanza imprescindible para prevenir tropiezos.
Los dos primeros años de gestión estuvieron forzosamente atravesados por la pandemia y eso fue irremediable. Por eso el arranque de 2022 se presentó como la oportunidad para mostrar presurosamente los planes postergados. Uñac corrió con ventaja en este sentido. Aquí hubo continuidad. En cambio en lo nacional Fernández tuvo que arrancar de cero con la mochila de la deuda y una construcción política prestada.
Sin embargo los dos encaran la última curva. La metáfora automovilística sirve para comprender la intención editorial: la carrera no está terminada, le falta todavía el tramo final, pero el tiempo se agota en la medida en que la línea de meta se aproxima.
Al primer semestre le queda poquito más de un mes. Después vendrá la cuesta descendente, con varios feriados en el medio y una línea trazada en noviembre, anticipadamente, por el mundial de Qatar. ¿A quién le van a hablar de política mientras juega la Scaloneta? Después llegará diciembre y las fiestas de fin de año. Y chau 2022. Bienvenido el año nuevo. Recta final para las urnas.
En lo nacional, Fernández tiene urgencia por traducir los indicadores macroeconómicos en la vida cotidiana. Es alentador que las exportaciones hayan alcanzado niveles históricos en abril. Pero si esa bonanza no empieza a derramar alivio a la economía doméstica, no habrá argumentos para pedirle a la ciudadanía otra oportunidad.
Este jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores destacó que las exportaciones argentinas lograron el mayor registro histórico para abril. Superaron los 8.300 millones de dólares. Los envíos alcanzaron el segundo mayor volumen de la historia, después de abril de 2008.
Lo mismo sucede con el empleo. Cada vez hay más ocupación en el sector privado y eso es altamente positivo. Pero en paralelo los salarios no garantizan superar la línea de pobreza, que en abril quedó por encima de los 95.000 pesos según el INDEC. Es un fenómeno argentino dramático. Inapelable.
En los últimos seis meses creció 2 puntos la generación de empleo privado registrado, según publicó el diario Página 12, citando datos del Centro de Estudios para la Producción. Casi 120.000 personas accedieron a un trabajo formal entre agosto de 2021 y febrero de 2022, con especial impulso de la industria y el software.
Tal vez a esta dualidad de números macro positivos pero realidades domésticas dolorosas obedeciera el bajísimo perfil que tuvo la visita presidencial este jueves a San Juan. Fernández llegó, recorrió viviendas en construcción para víctimas del terremoto y entregó departamentos en Rivadavia, se hizo algunas fotos junto a Uñac y volvió a Buenos Aires. No hubo discursos, ni escenario, ni transmisión oficial. Fue un paso breve, rápido y hasta frío en cierto punto.
Para Uñac la cuenta regresiva también comenzó y posiblemente sea más corta que la de Fernández, si finalmente adelanta las elecciones en San Juan con el fin de despegarse de la ola nacional. Dejando de lado el régimen electoral todavía difuso -como si fuera poca cosa- tendrá que sopesar las variables para tomar decisiones importantes.
Jugar en la provincia implicará dar una batalla legal frente a los que desde ahora anuncian que resistirían una nueva candidatura, por entender que existe un impedimento constitucional. Están los giojistas y también, en menor medida, Juntos por el Cambio. Pero no podría descartarse, en absoluto, que Uñac busque permanecer en la gobernación. Sigue siendo el peronista mejor posicionado y hay amplios sectores que defienden su postulación.
También podría dar un viraje a última hora, coronando a un sucesor. Ese escenario es el más indescifrable de todos. No aparece un heredero natural, indiscutido. Hay varios en condiciones o ninguno, según como quiera verse. En esta segunda hipótesis habrá disputa entre aspirantes. De eso no quepa duda. Solo la permanencia de Uñac le pondría techo a esas ambiciones apenas contenidas.
Por otro lado Uñac podría dar el salto nacional, en un contexto revuelto donde al oficialismo no le sobran las figuras y los gobernadores siempre estuvieron en la mesa de los acuerdos. No es ciencia ficción, hay gestiones en ese sentido. El senador Rubén Uñac reconoció en la Junta Departamental de Santa Lucía, hace un par de semanas, que sigue trabajando políticamente para nacionalizar a su hermano.
Podría incluso desembarcar en el Congreso Nacional el gobernador, teniendo en cuenta que el año próximo habrá renovación de bancas en el Senado y en Diputados, además de todos los cargos provinciales. Nótese que en todos los escenarios aquí ensayados aparece Uñac impreso en algún segmento de la boleta. Nadie, ni siquiera los más enfrentados en la interna peronista, lo imaginan dando un paso al costado. Esa ausencia, podría decirse, es la única alternativa descartada desde el arranque.
Uñac fue convocado como un actor importante para el acto de la UOCRA en respaldo al presidente, este viernes. La invitación reconoce en el sanjuanino un protagonismo relevante, en el momento más frágil del Frente de Todos. ¿Le queda margen a Fernández para proyectar un segundo periodo? Los mandatos todavía tienen un año y medio por delante. Sin embargo, las urnas están bastante más cerca. La carrera no terminó, pero encaran la última curva. A toda velocidad. Cuidadosamente.
JAQUE MATE