Gattoni sale a aplacar la polvareda
El vicegobernador dio el banderazo de largada para trabajar en un nuevo sistema electoral que reemplace a las PASO mientras la Justicia sigue analizando el tema. Ni oficialismo ni oposición arrancan de cero.
Ingrata tarea es la que carga sobre sus espaldas el vicegobernador Roberto Gattoni. Este martes dio el banderazo de largada para el postergado debate del nuevo régimen electoral. Pero el verdadero desafío suyo será mantenerse equidistante en la áspera negociación para reemplazar a las PASO disueltas. Dijo que ese será su rol, el de un articulador de los diferentes intereses y posturas entre oficialismo y oposición. Difícil, tratándose del dirigente más cercano a Sergio Uñac. La técnica parlamentaria terminará resolviendo las discrepancias, por imperio de la matemática: siempre ganará la mayoría.
Gattoni no es una figura neutra, en absoluto. Es un integrante de peso dentro del Frente de Todos y la tercera autoridad del PJ. Sin embargo, le toca desplegar los buenos oficios que tenga para aplacar la polvareda. El oficialismo prefiere evitarse un nuevo escándalo como el sucedido el 16 de diciembre del año pasado, cuando el uñaquismo introdujo sobre tablas el proyecto para suprimir las PASO. Le costó la ruptura con el giojismo y tres presentaciones judiciales que todavía aguardan resolución.
Ese es precisamente uno de los aspectos más llamativos del banderazo de largada para discutir el nuevo régimen electoral. ¿Tiene sentido buscar reemplazo para las PASO si la jueza Adriana Tettamanti llega a resolver que están plenamente vigentes? Bueno, evidentemente el oficialismo no cuenta con esa alternativa. El PJ y aliados presumen que las primarias no tienen regreso posible. Y que mientras más tiempo dejen pasar para definir el nuevo sistema, peor será el escenario para el ecosistema de partidos políticos.
Entonces, en medio de la incertidumbre, buscarán un esquema muleto. Como en las carreras de autos: si se avería el principal, está el otro de repuesto para salir del paso. Nunca una metáfora se aplicó tan ajustadamente a una coyuntura política. Es y será tener un sistema de reemplazo por las dudas.
Gattoni se apoyó en la perspectiva del Fiscal de Estado, Jorge Alvo, para anticipar fallos adversos a las presentaciones del giojismo, Juntos por el Cambio y el PTP. Lo dijo con micrófono encendido y por altoparlante. Toda una novedad.
A diferencia de otras ocasiones, este martes se habló a puertas abiertas. Fue una modalidad inédita en la historia de la democracia reciente, que el vicegobernador convocara a los presidentes de bloque a una reunión que pudiera ser televisada en vivo para todo San Juan. Cada momento quedó registrado y sometido al escrutinio de la opinión pública. Claramente la intención esta vez es mostrar el diálogo a la luz del día.
Por eso resultó particularmente incómodo el anticipo hecho en esta misma columna, el lunes pasado, titulado 'Madura el acuerdo para una ley de participación ampliada'. Revelar conversaciones internas puso a la oposición en evidencia de que podría quedarse afuera de una discusión tan importante. ¿Están realmente ajenos o tienen que mostrarse de ese modo? Es una pregunta retórica y, a esta altura, carece de sentido embarrarse en una especulación semejante.
El diálogo interno dentro del oficialismo, como se reveló en esta columna, apunta a una versión modificada de la vieja ley de lemas que tuvo vigencia en los comicios de 1995. Gattoni, no obstante, garantizó a los presidentes de bloque que el Poder Ejecutivo no mandará ningún proyecto de ley a la Legislatura y que el nuevo sistema electoral saldrá del debate en comisiones. El vicegobernador, en el afán de apaciguar las tensiones, juró que el oficialismo no trabajará un proyecto a espaldas del resto de las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
Sin embargo es de esperar que el Frente de Todos tenga su propia iniciativa y que sea algún legislador de ese espacio el que lleve al recinto la propuesta. No tendría nada de raro. Es parte de la dinámica propia de todo Poder Legislativo. Por otro lado, aunque lo nieguen en público, dirigentes de Juntos por el Cambio han tenido conversaciones informales con altos referentes del uñaquismo, para sondear por dónde están avanzando las conversaciones. No lo reconocen con las cámaras encendidas, pero sí cuando se apagan las luces.
Pero también suceden cosas abiertamente en este sentido. Por ejemplo, la reunión que mantuvo el presidente del Partido Bloquista, Luis Rueda, con los cuadros técnicos en el Comité Central de calle Mitre. Allí escucharon al exjuez y exdiputado Pedro Rizo, uno de los legisladores que intervino en aquella ley de lemas de 1995. ¿Para qué lo hicieron? Para estar preparados ante lo que se viene. Huelgan las aclaraciones.
Como se ha dicho y escrito en esta columna, cualquier modificación al código electoral, para que tenga vigencia el año que viene, implicará también tocar la ley 613 N. Esa norma impide hacer cambios a esta altura, porque impone un plazo de 18 meses previos al día del comicio como mínimo. Ese tiempo ya pasó. Pero donde hay política, hay margen para salir del atolladero.
Esa ley 613 N, tan rigurosa con los plazos, puede ser modificada en sesión especial y con el voto de los dos tercios de los diputados. Bastará unir a todo el peronismo y bloquismo en el recinto para obtener ese número y aprobar las nuevas reglas del 2023. Si será o no con acuerdo opositor, es bastante prematuro decirlo. Aunque podría anticiparse que habrá disidencia. Por eso Gattoni se puso al hombro la misión de que el debate, en este caso, genere la menor cantidad posible de daños colaterales.
El vice negó que haya un borrador. Fue una manera de elevar el rol que les toca a los diputados y las diputadas. Dependerá entonces de ellos elaborar una propuesta. O varias. Alguna seguramente coincidirá con lo trascendido hasta el momento, esencialmente porque hace tiempo se viene hablando tras bambalinas. No empiezan de cero. La hoja no está en blanco para el oficialismo -en sus distintas vertientes- ni para la oposición.
Por eso resultó llamativa la intervención del diputado albardonero Juan Carlos Abarca, presidente del Bloque Justicialista, cuando calificó de 'maliciosas' las publicaciones periodísticas. No dijo que fueran equivocadas o incompletas o inexactas. Les imputó una intención de daño. Lo dijo delante de los periodistas que se encontraban en el recinto, justamente en el día de la libertad de prensa. Mala puntería la del legislador, retrucado de inmediato por el bloquismo. Flaco favor le hizo Abarca a Gattoni, embarcado el vice en la quirúrgica tarea de aplacar la polvareda.
JAQUE MATE