A quemarropa, un conocido periodista le preguntó a José Luis Gioja si será candidato a diputado nacional el año próximo. No fue en una entrevista, sino durante un encuentro casual, en una mesa de café, delante de algunos testigos. La respuesta dejó pensando a todos. Primero, porque fue enigmática. Y segundo, porque plantó una nueva coordenada para entender el tablero del 2025.

Basta de misterio. A la pregunta sobre su candidatura, Gioja contestó: 'No creo que sea necesario'. ¿Fue un no? Para nada. ¿Fue un sí? Tampoco. El ex gobernador aprendió hace tiempo el arte de los acertijos. Si hubiera que desmenuzar la respuesta, estrictamente no se subió ni se bajó de la carrera. Quien lo de por retirado, siéntase en el deber de repensar las conclusiones anticipadas.

Para su entorno de mayor confianza, lo verdaderamente revelador fue el término que Gioja puso sobre la mesa: la necesidad. 'No creo que sea necesario', dijo el experimentado dirigente, conocedor de las dinámicas políticas desde los tempranos '70 hasta la actualidad.

¿A qué se refirió con que una candidatura sea 'necesaria'? Hagan sus apuestas, damas y caballeros. Pudo ser simplemente una nueva versión del viejo refrán: 'si la gente me lo pide...' Pero en esta ocasión el criterio parece estar más atado a una valoración personal que al clamor popular.

Por supuesto las encuestas dirán lo suyo y siempre tendrán un peso relativo. Nunca jamás podría pretender un dirigente político ser candidato si mide mal. Ni siquiera Gioja. Pero este no sería un obstáculo para él.

El 2 de julio del año pasado, Gioja obtuvo 27 puntos o 118.000 votos. Quedó lejos de Marcelo Orrego en la batalla por la gobernación, pero también le ganó por goleada a Rubén Uñac, quien apenas alcanzó el 17 por ciento. ¿Cuánto le queda de aquel caudal y cuánto podría conservar si compitiera nuevamente por una banca en el Congreso Nacional el año que viene? Habrá varias conjeturas al respecto.

Un dirigente muy cercano a Gioja reflexionó que, si 'El Flaco' conserva al menos 20 puntos propios y los nuevos emergentes no se acercan a ese piso será muy difícil decirle que no.

¿Pero qué significa que la candidatura de Gioja sea 'necesaria'? Hay al menos tres planos para analizar esta categoría. El primero de todos es la interna peronista.

La unidad quedó 'pegada con plasticola', reflexionó un alto referente del giojismo. Uñac y Gioja acordaron un reparto 50-50 pero el pacto de cúpula no terminó de cuajar hacia abajo. Hay cabos sueltos por todos lados.

El segundo plano para analizar la 'necesidad' de una candidatura de Gioja es lo provincial. ¿Cabe salir a confrontar con Orrego cuando la armonía es evidente? El ex gobernador tiene buena onda con el santaluceño y es recíproca.

Será una campaña muy valiosa para el oficialismo provincial. Hay altas chances de que Marcelo haga jugar a su hermano Juan José. El jueves ambos compartieron el acto de inauguración de un playón polideportivo. La foto tuvo aires de 2025. Para el peronismo, rivalizar con los Orrego será cosa seria.

El tercer plano para el análisis de la 'necesidad' es el nacional. Gioja ha sido el dirigente justicialista que con mayor vehemencia salió a oponerse a las políticas de Javier Milei. Nunca intentó siquiera ser moderado. Se plantó con dureza ante cada medida libertaria, como no lo hicieron otros.

Hay que preguntarse si la nueva guardia del justicialismo, Cristian Andino y Fabián Gramajo, pueden adquirir ese perfil combativo contra Milei en nombre de las banderas históricas de Perón y Evita. O si ese discurso ya no rinde. Si es cosa de viejos.

El factor generacional puede pesar en la decisión electoral. Y puede pesarle a Gioja también. Andino y Gramajo vienen empujando por la renovación. El sanmartiniano ya tiene medio guiño de Uñac para embalarse por la diputación nacional. El chimbero no espera ningún permiso para anotarse en la línea de largada. En frente hay cada vez más señales de que saldrá Kanki Orrego a la cancha. ¿Qué lugar tendría Gioja en una contienda con estos nombres?

Falta mucho y debe pasar mucho todavía. Para los apurados, una última clave, fundamental en manual del giojismo: nunca almorzarse la cena.


JAQUE MATE