La billetera de Orrego contra la de Uñac
Números oficiales para entender la gravedad del momento. La feroz caída de recursos coparticipables y partidas complementarias. Medidas anticíclicas para una economía en terapia intensiva.
El uñaquismo espera con recelo el primer mensaje anual de Marcelo Orrego, este 3 de abril en la Cámara de Diputados. Los funcionarios de la gestión anterior temen que el diagnóstico les eche la culpa de todas las desgracias. En tal caso, se verán en la obligación de salir a contestar. Habrá una nueva escalada política. Pero puede que se equivoquen. Hay altas chances de que el gobernador opte por evitarse otro frente de tormenta.
Orrego tiene suficientes dolores de cabeza. ¿Por qué razón abriría un nuevo conflicto con el justicialismo que ostenta mayoría propia en la Cámara de Diputados, apenas empezando el año legislativo? Después de los chispazos por el Consejo de la Magistratura y los vocales del IPEEM, hubo una visible pacificación en el recinto. Las complicaciones llegarán igualmente. Ya llegaron, a decir verdad.
Son todas de índole económica. ¿De qué otra naturaleza serían, si el órgano más sensible del hombre es el bolsillo? El gobernador tiene por delante un panorama sombrío si solamente mira los números. Algo advirtió al respecto el 29 de diciembre, cuando en la Sala Rogelio Cerdera advirtió que la provincia 'está en terapia intensiva' en el plano financiero.
¿Significa esto que Sergio Uñac le dejó una bomba a punto de estallar? No necesariamente. La gestión anterior administró un Estado que tenía una proyección de ingresos sobradamente superior a la actual. Se gobernó en función de esos recursos estimados. El problema, damas y caballeros, fue que en el medio hubo un recorte fenomenal de fondos nacionales. Histórico. Ahí radica el mayor inconveniente de Orrego y, especialmente, su ministro de Economía, Roberto Gutiérrez.
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), al que accedió Canal 13 San Juan, deja en evidencia la gravedad de este momento. En marzo de 2024 la coparticipación al conjunto de las provincias cayó el 26 por ciento en la comparación interanual.
La caída se explica fundamentalmente por el derrumbe de la actividad económica. La recaudación de los impuestos coparticipables solo reflejó lo que está sucediendo en el país desde que asumió Javier Milei e implementó la motosierra. Ganancias se bajó el 41 por ciento. IVA, el 18 por ciento.
Este achicamiento fue interanual, de marzo a marzo. Pero marzo fue peor que febrero, incluso. Es decir que la tendencia negativa empeora. De febrero a marzo la caída de la recaudación de los impuestos coparticipables más importantes fue del 11,6 por ciento en términos reales. Fue la peor de los últimos 5 años.
El conjunto de las provincias argentinas más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vienen sufriendo esta reducción de partidas. Pero, como toda estadística, algunas se encuentran por encima de la media y otras por debajo. San Juan perdió un punto más que la media. De marzo a marzo, recibió el 27,7 por ciento menos de coparticipación real, es decir, una vez deducida la inflación.
Se puede decir más fácil, para entender la magnitud del problema. Por cada 100 pesos que recibió Uñac en marzo de 2023, Orrego acaba de recibir 72,30 pesos. Y eso, solamente contando coparticipación. Pero es mucho peor, porque a esto hay que sumarle todas las partidas no automáticas que Milei también se encargó de levantar definitivamente. Por ejemplo: el Fondo de Incentivo Docente y Conectividad, comedores escolares, el subsidio al transporte público de pasajeros, la obra pública, los programas de fomento a la producción. ¡Afuera!
El informe del IARAF también le puso números a esta otra categoría, en concepto de leyes complementarias y compensaciones. En marzo el gobierno nacional envió 51 por ciento menos que durante el mismo mes del año pasado, descontando la inflación.
Nuevamente, como en el caso de la coparticipación, a San Juan le fue peor que a otras provincias. En marzo fue la cuarta más perjudicada, solamente superada por Catamarca, San Luis y La Rioja en pérdida de recursos federales no coparticipables.
Por cada 100 pesos que Uñac recibió en marzo del año pasado en concepto de estas leyes complementarias, Orrego solo recibió 49 pesos. El resto tuvo que afrontarlo con fondos propios, es decir, con la coparticipación. Pero esta otra vertiente también se cayó drásticamente.
Este feroz de recursos para las provincias no parece ser transitorio. El modelo libertario consiste precisamente en la reducción del Estado a su mínima expresión. Eso incluye a las provincias y a los municipios. La única esperanza que les queda a los gobernadores es que la actividad empiece a repuntar, mejore la recaudación y eso les gatille automáticamente una suba en la coparticipación. Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, aseguran que eventualmente llegará la recuperación 'en V'.
Cada quien sabrá si puede creer o no en este vaticinio.
Por su parte, Orrego decidió actuar. Diseñó y lanzó una serie de medidas anticíclicas. Sin ese rótulo, lo son. Poner 8.000 millones de pesos para reactivar la obra pública y otros 4.000 millones de pesos para créditos blandos a empresas sanjuaninas son efectivamente medidas de intervención estatal directa. Buscan contrarrestar el azote que llega desde Nación.
Si es cierto que las finanzas de la provincia están en terapia intensiva, el gobierno evidentemente entendió que tampoco es hora de desconectar al paciente. Todo lo contrario.
JAQUE MATE