La campaña era nacional nomás
El afán provincializante de Uñac iba a tener roces con lo nacional, era inevitable. También era esperable que el orreguismo tuviera que pagar algún costo por su pertenencia amarilla.
Iba a suceder eventualmente que, entre la provincialización de Sergio Uñac y la nacionalización de Marcelo Orrego, iban a cruzarse las campañas. No podían seguir eternamente hablando en planos paralelos el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Finalmente sucedió sobre la recta final para las elecciones del próximo domingo 14 de noviembre.
Uno de los detonantes fue el desembarco de los dirigentes más importantes del macrismo en San Juan, empezando por el mismísimo Horacio Rodríguez Larreta, siguiendo por Martín Lousteau y por Alfredo Cornejo. La visita repetida de Patricia Bullrich, que había llegado fugazmente en ocasión de las primarias, también tuvo una marca adicional este lunes. Ya no vino de pasadita sino con una agenda de 24 horas, para amanecer en esta provincia cuyana que parecía intocable para la oposición hasta hace un par de meses.
Los resultados de las PASO alimentaron las expectativas del macrismo nacional con respecto a San Juan. A eso obedeció la frenética llegada de referentes porteños. Lo reconoció este lunes en Banda Ancha el actuarista Rodolfo Colombo, con una frontalidad que no todos comparten dentro del espacio a la hora de responder.
Colombo dijo que en la primera parte de la campaña el macrismo nacional se dedicó con preeminencia a las 8 provincias donde además de diputados nacionales se vota senadores. No es el caso de San Juan. Juntos por el Cambio aspira a cortar la racha de mayorías peronistas en la Cámara Alta por primera vez desde que se retomó la democracia en 1983. Lograrlo durante la vicepresidencia de Cristina tendría doble impacto político, por lo que ella representa.
Que el orreguismo y aliados quedaran apenas a 5 puntos del uñaquismo el 12 de septiembre avivó las expectativas. El PRO pasó de perder la banca de Eduardo Cáceres, que no irá por la reelección, a posiblemente conservarla si pudiera entrar Enzo Cornejo. Para ello, Juntos por el Cambio debería salir primero en San Juan. Solo de esa manera accederían a la banca el dirigente amarillo.
Si el orreguismo queda segundo, aunque sea por un voto, solo entrará Susana Laciar. Será una aliada importante del macrismo en el Congreso Nacional, pero se integrará al bloque Producción y Trabajo. Será una resta para el PRO, tras la salida de Cáceres el 10 de diciembre.
La cercanía con el oficialismo envalentonó al macrismo y la nacionalización que pretendía Orrego salió a pedir de boca. Ya no solamente fueron los videos grabados con dirigentes porteños en Buenos Aires para administrar a lo largo de la campaña, sino que contaron con la presencia en caminatas y reuniones. Es evidente el énfasis puesto.
Uñac prácticamente prescindió de visitas nacionales para este segundo y último tramo de campaña. Apenas vino el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, para inaugurar la autopista Acceso Norte, entre Circunvalación y el puente de Albardón. El resto fue militar el 'modelo San Juan', difundir números de recuperación económica y poner a los candidatos propios en el rol de garantes de ese vínculo estratégico con Buenos Aires para sostener el flujo de recursos.
Pero el bombardeo macrista sobre 'ponerle un freno al kirchnerismo' y el voto de los senadores por San Juan siempre alineados con Cristina, señalado por Losuteau, activó las defensas. En la víspera del Día de la Lealtad, fue el propio Uñac quien encomendó a los sindicalistas de la CGT y las 62 Organizaciones no dejarse llevar por los cantos de sirena de aquellos que viven a 1.200 kilómetros y no han visto una parra en su vida. Fue una referencia directa a Rodríguez Larreta, quien defendió la importación de vinos a granel dispuesta por Mauricio Macri, que tiró los precios a la baja.
Este lunes el subsecretario de la Unidad Gobernación y presidente del partido bloquista, Luis Rueda, también salió al cruce del macrismo en vivo en Banda Ancha.
'Prometieron muchas cosas para el país, tuvieron cuatro y no cumplieron con nada', dijo Rueda. 'Ahora empiezan a venir todos, especulando, a una provincia que está bien, que convocó a todos los partidos políticos a un gran acuerdo', continuó el candidato a diputado nacional.
Fue un giro interesante, contestar a lo nacional con lo provincial, prácticamente sin mencionar la gestión de Alberto Fernández, contraponiendo a los dirigentes macristas la gestión sanjuanina. Es cierto que cada referente porteño vino a pedir el voto con la consigna de frenar el quórum propio del kirchnerismo. Contra esa arenga, Rueda respondió con memoria reciente: 'ellos prometieron, prometieron y no cumplieron nada'.
Entonces el ataque macrista busca afectar al uñaquismo por su pertenencia al Frente de Todos y su consecuente alineamiento con la Casa Rosada. Y el uñaquismo contraataca refrescando la ingrata experiencia de los cuatro años de Cambiemos. Es un recurso que está a la mano, cada vez que el debate se lleve al terreno de lo nacional.
Iba a suceder eventualmente que las campañas que parecían destinadas a no rozarse, se terminarían cruzando. Que el afán provincializante de Uñac iba a tener roces con lo nacional, porque era sencillamente inevitable. Como también era esperable que el orreguismo tuviera que pagar algunos costos por esa pertenencia amarilla. También cosechar las mieles del enojo con Alberto y Cristina. Aunque en esta circunstancia, a 72 horas de la veda, todo puede suceder.
JAQUE MATE